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UNA SELECCION DE GRANDES DOCUMENTALES FRANCESES
El arte de cruzar fronteras

El ciclo �Filmar las artes�, que comienza hoy en el cine Cosmos, propone mostrar una serie de trabajos inéditos en Argentina, cuyo valor radica en cruzar modos de expresión de distintas disciplinas.

La muestra se abre hoy con
“El concierto de Mozart”, una realización de Jean-Louis Comolli.

¿Cómo filmar una obra de arte? ¿De qué manera dar cuenta del trabajo de un artista? ¿Cómo traducir los resultados de un medio de expresión a otro, con un lenguaje distinto? Estas son algunas de las preguntas que intenta responder el ciclo Filmar las artes, una selección de grandes documentales franceses, inéditos en Argentina, que a partir de hoy toman por asalto al cine Cosmos (Corrientes 2046), con el auspicio del Servicio de Acción Cultural de la Embajada de Francia. Como señala Claude Guisard, director de programas de creación del Institut National de l’Audivisuel y uno de los curadores de la muestra, “existen mil modos de escudriñar un rostro y de circular en el interior de un cuadro, de seguir un proceso de creación, de observar un pintor, o un escritor en su trabajo. Pero en este ciclo, los films seleccionados no se limitan a dar cuenta de la realidad con fidelidad sino que ofrecen algunos ejemplos de cómo es posible sobrepasar las apariencias, transgredirlas”.
El conjunto de los films presentados en este ciclo se propone dos objetivos fundamentales, el primero de carácter pedagógico en el sentido amplio de abrir el espectador al conocimiento, a la sensibilidad, a la idea de que el arte no es sólo el ejercicio de un talento sino también un verdadero oficio. El segundo es el de conformar una memoria dinámica de las artes inscriptas en nuestro tiempo. Se trata, en fin, de testimoniar la libertad creativa no sólo de los documentados sino también de los documentalistas.
La muestra se abre hoy con El concierto de Mozart (1977), una realización de Jean-Louis Comolli, que registra un proyecto insólito del músico Michel Portal, cuando se aisló en un castillo para tomarse el tiempo y el placer de trabajar en profundidad el célebre concierto para clarinete de Mozart, hasta finalmente ejecutar el concierto “como él lo entiende”, teñido de sonaridades sombrías, próximo a la voz humana. Mañana le sigue Los dos viajes de Jacques Lecoq (1999), un documental concebido por el propio teatrista y legendario maestro de actores, que aquí se detiene sobre ejercicios concretos (la máscara, la nariz del clown, la comedia del arte, el coro antiguo o el bufón) y le da la palabra a algunos de sus célebres discípulos, como Ariane Mnouchkine, Dario Fo, Philippe Avron, Luc Bondy, Michel Azama y los miembros del grupo Footsbarn.
En la misma línea, de particular interés para la gente de teatro, el sábado va Al sol como a la noche (1997), un film de Eric Darmon y Ariane Mnouchkine, que sigue paso a paso todos y cada uno de los reveladores ensayos del Tartufe de Molière en la versión del Théatre du Soleil de Mme. Mnochkine. Durante cuatro meses, la cámara de Darmon registró todos los altibajos del trabajo de actores, desde la gestación del espectáculo a la creación definitiva. El domingo es el turno del cine, primero con Creador de imágenes: Jean-Pierre Jeunet (1998), un estudio sobre la obra del autor de Delicatessen, y luego con Alain Cavalier, siete capítulos, cinco días, dos piezas-cocina (1995), una emisión del prestigioso ciclo “Cinéma de notre temps”, donde el autor de Thérèse invita a su casa a descubrir fotografías, videos, cuadros y objetos que están dentro de su universo, imágenes que no son para nada “dictadas por las leyes del dinero”.
El próximo lunes el cine vuelve a ser el centro del ciclo con Creador de imágenes: Agnès Varda (1999), donde la llamada “abuela de la nouvelle vague”, realizadora de films fundamentales como Sin techo ni ley, elige mostrarnos “sus imágenes de bolsillo”. Le sigue André Techiné. Después de la Nouvelle Vague (1994), donde el director preferido de Catherine Deneuve evoca su fascinación al principio ciega por el cine, después su adhesión a Brecht y, en fin, su aproximación personal a los actores. El martes, en tanto, se exhibe Les Plumes montan su circo (1994), retrato de una agrupación asombrosa, lejos de la imagen tradicional del circo. Un film que se completa con Patrice Chéreau, Pascal Greggory, una soledad diferente (1996), donde los responsables de la puesta original de En lasoledad de los campos de algodón, la celebrada obra de Bernard-Marie Koltes, entregan una auténtica lección de teatro a la vez concreta y filosófica. Finalmente, el miércoles se podrá ver Un siglo de escritores -Michel Tournier-. Robinson y su doble (1997), donde el escritor, recluido en su propia isla, reflexiona sobre los mitos que pueblan su obra, mientras cineastas como Claude Lanzmann y Volker Schlöndorff aportan sus testimonios sobre el hombre. El programa se completa con Los hombreslibros-Claude Simon (1989), donde el Premio Nobel 1985, autor de las Nouveaux Romans que cambiaron la literatura moderna, se presta aquí al juego de la conversación, en el transcurso de tres días de encuentro con Marianne Alphant.

 

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