Por Diego Fischerman
Erik Satie definía a
su música como escultórica. Sus célebres
Gymnopédies, algo así como la misma obra mirada desde tres
lados distintos, ponen en escena esa idea. Y algo así, también,
aparece en lo que el notable pianista argentino de jazz Ernesto Jodos
mostrará este mes a lo largo de tres jueves. En Notorious (Callao
966), el músico empezará presentando, hoy a las 22, un trío
con Hernán Merlo en contrabajo y Sergio Verdinelli en batería,
más el saxofonista Carlos Lastra como invitado. Dentro de una semana
será el turno de otro trío, mucho más atípico:
el que Jodos conforma con el cellista Martín Iannacone y Verdinelli.
Y el jueves 15, el pianista actuará con el sexteto con el que editó,
el año pasado, uno de los mejores discos del 2000: Enrique Norris
en corneta, Natalio Sued en saxo alto y clarinete, Lastra en saxo tenor
y soprano, Merlo y Verdinelli. Cada uno de estos grupos, para Jodos, implica
entender el hacer música desde un lugar distinto.
El trío con Merlo y Verdinelli es, en algún sentido,
el menos compuesto, el más suelto. En este grupo aparece puesta
en primer plano la comodidad, el poder tocar con la mayor fluidez posible.
El grupo con Iannacone es el más osado, el que se interna más
en territorios de improvisación colectiva, y el sexteto explota
una conformación tradicional del bop, tratando de llevarla hacia
otro lado, explica este pianista que se perfeccionó en Estados
Unidos y que acaba de grabar allí su segundo disco solista. Miembro
de varios de los grupos más importantes surgidos en la Argentina
en los últimos tiempos y parte de proyectos poco usuales como su
dúo con el guitarrista Guillermo Bazzola, con quien grabó
un CD editado por Revista Clásica, Jodos se caracteriza no sólo
por una gran solvencia en su instrumento sino por trabajar alrededor de
un concepto musical muy bien definido. Con un estilo que rehuye de cualquier
clase de demagogia y se regodea en precisos desarrollos motívicos,
en cromatismos siempre sutiles y en subdivisiones rítmicas sorprendentes,
este pianista piensa que la forma es fundamental. Confiesa
que no la decide de antemano, pero que los propios materiales van
dictándola. Para él, escribir más, que
haya más partes previstas de antemano, que el solista sepa que
con su solo debe unir dos mojones preestablecidos, debe ir de un lugar
a otro, ayuda, aunque parezca lo contrario, a que haya mayor libertad
en la improvisación. Y, sobre todo, a unir más el tema y
los solos. Muchas veces los músicos de jazz tocan siempre el mismo
solo, se trate del tema que se trate. A mí me interesa que lo que
se escucha sea más orgánico.
Jodos, que el viernes 30 de marzo volverá a tocar en el mismo lugar,
pero como parte del grupo del baterista Eduardo Casalla (con Merlo y el
trompetista Juan Cruz de Urquiza, quien a la vez se presentará
allí con el Quinteto Urbano los viernes 16 y 23), cree que en los
últimos tiempos ha habido una reactivación del jazz en Buenos
Aires: Hay más lugares donde tocar, hay más público
y, sobre todo, hay más actividad. Supongo que tiene que ver, también,
con que varios de nosotros hayamos grabado recientemente. Lo que no sé
es si esta actividad se va a ver resentida cuando no haya tantos eventos
gratuitos. En estos festivales, como el de los Siete Lagos o el que se
hizo en Puerto Madero más allá de cuestiones de programación
que puedan ser discutidas, concurre muchísimo público.
No sé cuánto de esto quedará.
LA
PROGRAMACION DE HARMONIA
Temporada de grandes
La Fundación Cultural
Coliseum confirmó su temporada de conciertos para este año,
con grandes nombres y algunas obras de gran interés. Los abonos
del ciclo Harmonia serán puestos en venta hoy (están también
los abonos preferenciales para estudiantes y jubilados, a un costo de
$ 140) y abarcan una programación que incluirá a uno de
los mejores grupos especializados en música barroca del momento,
Il Guardino Armonico (reciente ganador del Grammy por su disco de arias
de Vivaldi junto a Cecilia Bartoli). El ciclo, que se desarrollará
en el Teatro Colón y en el reformado Teatro Coliseo, empezará
los días 17 y 18 de abril con el excelente violinista Boris Belkin,
Danilo Marchello en corno y Alex Warenberg en corno, quienes harán
el Trío de Brahms, la Sonata Primavera de Beethoven
y la bellísima Sonata Nº 2 de Prokofiev, junto a obras de
Chausson, Shostakovich y Ravel en el segundo.
En junio se presentará la Camerata Strumentale Città
di Prato, en julio el Trío de Parma, en agosto la Orquesta
Johann Strauss y, ese mismo mes, en un programa de ballet, Julio Bocca
y Alessandra Ferri. Il Giardino Armonico, que dirige el flautista Giovanni
Antonini, actuará el lunes 3 y el martes 4 de septiembre en el
Colón. En ambas fechas harán conciertos para flautín,
cuerdas y bajo continuo de Vivaldi (el RV 443 y el RV 444) y los programas
se completarán con concerti grossi de Händel, otras composiciones
de Vivaldi, Alessandro Marcello, Francesco Maria Veracini y la Suite Nº
1 de Johann Sebastian Bach. El 24 y 25 del mismo mes estará el
dúo de cello y piano conformado por Shana y Avi Downes, la Sinfónica
de Viena conducida por Frühbeck de Burgos actuará el octubre,
la de la Radio de Berlín (con Janowski en el podio) lo hará
el 30 y 31 de octubre y, en noviembre, se presentará la Filarmónica
de la Residencia de La Haya.
|