Por Cecilia Hopkins
Ya estrenado en Córdoba
durante el Festival del Mercosur del pasado octubre, los sevillanos de
Producciones Imperdibles ofrecerán, en el marco del Programa Iberoamericano
de Teatro, Un poeta en Nueva York, espectáculo basado en los poemas
de Lorca del libro homónimo, en tanto que el grupo brasileño
Sobrevento estrenará Beckett, un montaje para muñecos y
actores inspirado en tres obras breves del autor irlandés: Impromptu
de Ohio y Acto sin palabras I y II. Ambos espectáculos suben a
escena hoy en el teatro Cervantes y se mantendrán en cartel hasta
el domingo, en el caso del conjunto español, y hasta el 11, el
brasileño, en las salas María Guerrero y Orestes Caviglia,
respectivamente.
Según afirma la directora Gema López en entrevista con Página/12,
Producciones Imperdibles fue un grupo pionero en España en convertir
espacios urbanos en teatros alternativos. De este modo, la compañía
que lidera junto a José María López (que desde 1994
cambió el nombre de La Pupa de Sevilla por el actual) estableció
su propia sala en lo que fue un antiguo almacén, y la bautizaron
con el nombre de la imperdible (alfiler de gancho) por resultarles
una palabra que a la vez sugiere juego y provocación. De raíz
esencialmente visual, Un poeta... contará con un dispositivo de
escena compuesto por una pantalla sobre la que trabajan los cuatro intérpretes,
y sobre la que se verán proyectadas imágenes fílmicas
y los dibujos que durante la función propondrá la artista
plástica Ro Sánchez, también responsable del vestuario
del espectáculo. Según aclara la directora, la pantalla
no fue pensada para servir de decorado o telón de fondo sino como
soporte de colores y texturas destinados a despertar emociones.
Más allá del hecho de que el espectáculo se estructura
sobre textos líricos, a la directora le gusta definirlo como un
poema visual, por su modo de abordar la imagen, que si bien está
integrada al texto para que exprese una misma emoción, también
es independiente y puede proponer una lectura aparte. Por esta razón,
destaca que se trata de una obra en la que el espectador debe dejarse
sentir -.lo cual es todo un trabajo, especialmente en esta época
en vez de proponerse descifrar un código.
Con 14 años de trayectoria, el grupo Sobrevento que dirige Luiz
André Cherubini propone un teatro que nuclea actores y muñecos,
con una concepción plástica que intenta modificar
la mentalidad de quienes creen que los títeres son solamente para
niños, como afirma Sandra Vargas, una de las integrantes
de esta compañía que trabaja alternadamente en Río
de Janeiro y San Pablo.
Con un repertorio que incluye 8 obras, Sobrevento vive, en parte, mostrando
su trabajo en el exterior: recientemente, Beckett fue presentado en Madrid,
Dublin y Escocia, en un festival exclusivamente dedicado a la obra del
autor de Esperando a Godot. Los muñecos con los cuales trabaja
el grupo son animados por tres manipuladores cada uno, a la vista del
público y sin hilos ni varillas. Están fabricados en fibra
de vidrio y sus rostros no tienen rasgos de carácter figurativo.
Según subraya Vargas, es precisamente su neutralidad lo que convierte
a estas criaturas en el vehículo perfecto para simbolizar al género
humano en toda su diversidad, y captar el humor trágico que destila
el desesperado accionar del único personaje de Acto sin palabras
I y II. La música original del espectáculo estará
interpretada en vivo por un violinista sobre la partitura creada por Queca
Vieira, un músico que acompaña al grupo desde sus orígenes,
quien en la actualidad es el director de la Orquesta Sinfónica
de Río de Janeiro.
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