La cita es esta misma mañana en la oficina 342 del Dirksen Building
del Senado norteamericano. A las 9.30, hora de Washington, el senador
Carl Levin abrirá el panel especial sobre lavado de dinero a través
del Federal Bank de Bahamas, la entidad fantasma que, ahora está
probado, pertenecía al banquero de Dios Raúl Moneta.
La audiencia promete ser interesante por los asistentes que se comprometieron
a informar a los senadores: pertenecen o pertenecieron al Citibank.
Uno es Jorge Bermúdez, vicepresidente ejecutivo del Citibank NA
y encargado de los negocios informáticos.
Otro es Carlos Fedrigotti, directivo del Citibank Argentina y ejecutivo
del Citi para todo el Cono Sur.
Y el tercero es Martín López, actual vicepresidente del
Corporate Bank Head. Las declaraciones de López pueden ser significativas.
Cuando trabajaba en el Citi era el gerente encargado de las relaciones
con el Grupo Moneta. El banco estuvo asociado al grupo en el CEI y esa
asociación fue central, según el informe de los senadores
publicado el miércoles, para que el Citi confiara ciegamente en
el Federal Bank, una sociedad off shore que canalizaba el drenaje de divisas
de muchos de los clientes argentinos del Banco República, perteneciente
a Moneta.
Aunque no se trata de un careo, la comparación entre Fedrigotti
y López tendrá gran atractivo. En su momento los dos dieron
versiones diferentes al equipo de Levin que los entrevistó. Y López
dejó en claro el nivel de ignorancia si deliberada o no,
es cosa que el Senado seguirá investigando que tenía
el Citi sobre el Federal Bank y su operatoria como off shore.
El informe indicó que López había admitido que nunca
visitó al Federal Bank y no sabe si alguien del Citibank lo hizo.
Luego el staff de Levin le preguntó por el domicilio del Federal.
López dijo que tenía la sensación, es decir que no
la certeza, de que en Uruguay, en las oficinas de algún representante
o abogado.
Tanto desconocimiento contrasta con el hecho de que, según el informe
del Senado, el equipo de investigación revisó las
declaraciones mensuales del Federal Bank de su cuenta corresponsal en
el Citibank y determinó que durante el curso de la cuenta corresponsal
del Federal Bank en el Citibank New York, desde noviembre de 1992 hasta
mayo de 2000, se movieron más de 4500 millones de dólares
en la cuenta. Esta cifra dice el texto excede la de cualquier
otro banco off shore en el mismo período examinado por el staff.
Y agrega el informe, yendo a una historia que podría volver en
la audiencia de hoy: Citibank no era solo un banco corresponsal
para el Banco República y el Federal Bank. También era socio
del Grupo Moneta y el Banco República, y durante un breve período
con el Federal Bank en una compañía holding llamada CEI
Citicorpo Holdings SA (originalmente llamada Citicorp Equity Investments
SA). Para comprender las relaciones de corresponsalía es necesario
también estar familiarizado con esta colaboración empresaria.
El Citibank abrió cuentas en relación de corresponsalía
con el Federal Bank, al que el informe define como un banco cáscara
(shell bank, en la jerga financiera inglesa), a pesar de que, siempre
según el texto, las normas del banco impiden hacerlo. La única
posibilidad de que el Citi vulnerase sus propias normas es que hubiera
una relación mayor. Que el Federal no fuera simplemente una off
shore sino parte de una institución financiera más
grande. Y esa institución era, en la denominación
del informe de los senadores, el Grupo Moneta. A quién pertenecía
el Federal era algo no solamente familiar para el Citibank; era central
para la relación del Citibank con el Federal Bank, reza el
documento.
Según López, el otro ponente de hoy, Fedrigotti, sabía
que en esa época el Federal Bank pertenecía a Moneta. El
subterfugio que Fedrigotti habría usado para desconocer inicialmente
esa relación se habría basado en unasalida formal: el Federal
estaba inscripto en el Citibank de Nueva York y no en el Citibank de la
Argentina. Fedrigotti, en apariencia, no quiso ir más adelante
ni más allá de las reglas internas sobre respuesta.
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