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La comisión tiene objetivos y se propone acortar sus plazos

La bicameral que debe dictaminar sobre Pou comenzará a reunirse �casi cotidianamente�. Su decisión, aunque no lo explicite, es dictaminar en diez días. Y aconsejar al Presidente la remoción.

Preside, al frente, Mario Losada.
A su derecha Peláez y Baglini.
A su izquierda, Verna y López.

Por F. Y.

La comisión especial bicameral que debe evaluar la conducta del presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Pedro Pou, anunció que comenzará a reunirse “casi cotidianamente” desde la próxima semana con el fin de emitir dictamen que, según trascendió, podría ser en los próximos diez días. En tanto, otro funcionario de gobierno sumó su voz contra el titular del Central. Esta vez se trató del ministro del Interior, Federico Storani, quien aseguró que los legisladores “ya tienen motivos suficientes para recomendar su remoción”.
A poco de finalizar el discurso de Fernando de la Rúa en el recinto, los senadores Alcides López (UCR) y Carlos Verna (PJ) y los diputados radicales Raúl Baglini y Víctor Peláez se dirigieron hasta el Salón Gris del Senado para dar comienzo a su tercer encuentro. Mario Losada, presidente del Senado y de la comisión, se quedó cumpliendo con el protocolo de despedir al titular del Ejecutivo. No avanzaron mucho durante la hora que duró la reunión. El propio Losada reconoció que no hay novedades sobre el cronograma de citaciones y que no habían recibido la información reclamada al BCRA. El único material que incorporaron los legisladores fue el que remitió la Procuración General del Tesoro.
Sin embargo, trascendió que entre los miembros de la comisión hay voluntad para redactar la recomendación de remoción del funcionario cuestionado al Presidente en un plazo no mayor de diez días. Este dato más el anuncio de que la semana que viene comenzarán a realizar reuniones diarias y la publicación del informe de 111 páginas (48 dedicadas a la Argentina) del Subcomité de Investigaciones Permanente del Senado de los Estados Unidos, aceleraron los tiempos internos de los legisladores que, hasta hace un par de días, parecía que habían puesto un freno a su trabajo.
La indefinición del cronograma de citaciones puede significar, en principio, el triunfo de la posición del radical López, quien pugnó desde el comienzo con la idea de citar sólo a Pou. Otra era la idea del diputado Peláez, quien presiona por que se cite a directores y otros funcionarios del Central, convencido de que allí surgirá “una garganta profunda que devele los manejos del titular del Central”.
Pero la Asamblea Legislativa de inauguración del nuevo período de sesiones ordinarias sirvió también para acelerar las comunicaciones entre la comisión y la Justicia. El presidente de la Corte Suprema, Julio Nazareno, aprovechó la oportunidad para pedirle a Losada mayor precisión en cuanto al tipo de causas vinculadas al Central que necesita para poder enviárselas a la brevedad.
La única información no planeada que recibieron los miembros de la comisión fue la que entregaron los diputados frepasistas Irma Parentella, Graciela Ocaña y Atilio Tazzioli, quienes llegaron hacia el final de la reunión para entregarles documentación que complicaría a Pou en el supuesto lavado de dinero con el Banco Mercurio. Los legisladores sostienen que dicha entidad financiera –dedicada a realizar giros de divisas a diferentes sociedades offshore del Uruguay– tenía como cliente al funcionario cuestionado según se desprende de los escritos que el financista asesinado Mariano Perel dejó a modo de testamento (ver asimismo página 18).
Pero el cambio de ritmo de trabajo de la comisión también puede ser la consecuencia de una orden del Gobierno a los legisladores más oficialistas que la integran: Losada y Baglini. Estos esperan que Pou termine renunciando, fruto de la presión que se ejerce sobre él. La expectativa oficial sobre un paso al costado del funcionario se puso de manifiesto el martes cuando el propio ministro de Justicia y hermano del Presidente, Jorge de la Rúa, aseguró que estaban dadas las condiciones que “pueden implicar un cambio” en la conducción del Central. Este cambio de actitud favorece a Peláez y López –ambos alfonsinistas– quienes desde unprincipio presionaban, más allá de algunas divergencias metodológicas, para que la comisión definiera rápidamente la remoción de Pou.

 


 

“HA SIDO EL GARANTE POLITICO DE ESTE PROYECTO”
Carrió le tiró a Menem

“El ex presidente Menem ha sido el garante político de todo este megaproyecto” de operaciones financieras relacionadas con “la corrupción y el narcotráfico”, denunció ayer la diputada radical Elisa Carrió desde Washington. La legisladora chaqueña que encabeza la investigación sobre lavado de dinero calificó al financista Raúl Moneta como “un testaferro” y reclamó que se analice “la extraordinaria connivencia de Moneta con el ex presidente (del Citibank) John Reed”. Su colega mendocino Gustavo Gutiérrez, del Partido Demócrata, en tanto, analizó el informe del Subcomité del Senado estadounidense y la conexión Moneta-Citibank.
“Es imposible que haya capitalismo serio (en la Argentina) porque no se puede competir contra el lavado”, denunció Carrió, quien luego volvió a exigir el procesamiento del presidente del Banco Central, Pedro Pou, por el delito de “asociación ilícita” y reclamó que ese funcionario “no se vaya por una renuncia” sino que “sea removido por delincuente”. Gutiérrez, por su parte, denunció que, en este caso, existió un “pacto de silencio”. Además de los dos legisladores, el contador Luis Balaguer, quien también participó de las pesquisas, señaló que “hay elementos como para llegar a los dueños” de las empresas fantasma, atribuidas hasta ahora al banquero Moneta.
“El procurador general de la Nación tiene una relación directa inmediata con Moneta y con todo este grupo. Y vamos a demostrar con el diputado Gutiérrez hasta qué punto muchísimos funcionarios están fuertemente complicados por lo menos en el tema de depositar dinero en bancos cáscaras. Hay que empezar a cruzar esta información con los expedientes judiciales en la Argentina en relación a dos causas paradigmáticas que son “armas” y “oro”. Hay que avanzar muy seriamente en la investigación que tenemos. Hay que empezar a investigar de nuevo el caso del BCCI” (Carrió).
“Han mentido todos. Ha mentido el Citi a Moneta, Moneta al Citi, el Citi al (Banco) Central, el Citi en Argentina al Citi de Nueva York, el Citi de Nueva York al Comité de Bancos. Acá lo que había era un pacto de silencio. Y a medida que se ha ido rompiendo, se han ido acusando que el otro había mentido. El Citi y Moneta es lo mismo, no es el grupo ‘Moneta y Asociados’ y Citi. Moneta es el Citibank. En determinado momento, cuando la cosa se empieza a poner espesa, el Citibank dice ‘Hasta acá llegamos’ y le suelta la mano tanto a Moneta como a Mercado Abierto” (Gutiérrez).
“El Banco Central de la República conocía las operaciones de lavado de dinero del año ‘96. Los inspectores que actuaron en ese momento advirtieron a sus autoridades que estaban ante operaciones sospechosas de lavado de dinero y se debía investigar al Federal Bank y un grupo de empresas que habían sido constituidas en una misma fecha” (Balaguer).

 

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