Por F. C.
Si los días de Pedro
Pou al frente del Banco Central parecían contados, ayer le descontaron
un par. Luego de conocido el informe del subcomité del Senado de
los Estados Unidos sobre lavado de dinero, el ministro del Interior, Federico
Storani, consideró que hay motivos suficientes para el alejamiento
de Pou. Fue la primera reacción del Gobierno al tan esperado informe
cuya difusión, admitían, terminó despejando tensiones.
Al final, no hubo nada nuevo. Y las confirmaciones, como que el
Federal Bank era de Moneta, nos benefician, evaluaba anoche un ministro.
Pese al alivio, en la Rosada consideraban que el panorama no terminaría
de aclararse hasta que no se hicieran acusaciones específicas hacia
los responsables de las maniobras de lavado. Hasta entonces, aún
persistirá la amenaza de un tramo de turbulencias políticas
como consecuencia de las sospechas y de los rumores que mencionan a diferentes
personalidades involucradas con los bancos investigados.
Mientras, ayer, en Gobierno explicaban que lo que se sabe hasta ahora
les viene bien para continuar empujando a Pou de su cargo. Storani transitó
el camino que dos días antes inauguró el ministro de Justicia
y titular de la Unidad de Investigación Financiera (UIF), Jorge
de la Rúa, quien había considerado que una renuncia de Pou
quitaría intranquilidad a los mercados. Después de escuchar
el discurso del presidente Fernando de la Rúa en el Congreso en
el que prometió un apoyo incondicional a la investigación
por lavado, Storani sostuvo que ya se habían recopilado los datos
necesarios para que la comisión parlamentaria que lo viene evaluando
recomiende la remoción del presidente del BCRA.
Entiendo que hay motivos suficientes para aconsejar el alejamiento
de Pou, incluso para que pueda profundizarse la investigación,
porque el propio Pou ha pedido personalmente su autoinvestigación.
Entonces es correcto lo que dice Jorge de la Rúa que un paso al
costado ayudaría, consideró Storani.
Anoche, en Hora Clave, el Presidente anticipó que no
le va a temblar la mano si tiene que decidir la salida de Pou. Y
aunque reconoció que el informe que le pase la comisión
parlamentaria no es vinculante, sí es muy importante.
Por eso, ordenó al embajador en Washington, Guillermo González,
que consiguiera cuanto antes la investigación completa realizada
por el Parlamento estadounidense para pasársela a la comisión
y que ésta tenga más elementos para su evaluación.
Algunos ministros y legisladores que tuvieron oportunidad de conversar
con el Presidente sobre el affaire del lavado de dinero aseguran haber
visto a De la Rúa tranquilo acerca de las posibles derivaciones
del escándalo. Nos preguntó si íbamos a formar
la comisión investigadora en Diputados; le respondimos que sí
y nos aconsejó que lo hiciéramos rápido, contó
ayer un legislador del Frepaso que charló un rato con el Presidente
luego del acto de asunción de Adriana Puiggrós en la Secretaría
de Ciencia y Técnica.
Incluso, un integrante del gabinete aseguró que evaluó ayer
con De la Rúa la situación y que coincidieron en que en
tanto la investigación apunte a Moneta le puede resultar beneficioso
para la campaña electoral. Se pruebe o no, para la gente
Moneta es el menemismo y eso no puede dejar de ayudarnos, evaluaba
el ministro.
Un lavarropas de izquierda
Un grupo de militantes de Izquierda Unida instaló ayer
un lavarropas gigante en la puerta del edificio del Banco Central
para repudiar las operaciones de lavado de dinero difundidas en
los últimos días. Con la consigna El PJ y la
Alianza lavan mejor, los manifestantes realizaron un escrache
frente al edificio de San Martín 275, en plena city porteña.
En el acto estuvieron presentes la ex candidata presidencial Patricia
Walsh y los legisladores porteños Vilma Ripoll (del Movimiento
Socialista de los Trabajadores-MST) y Patricio Echegaray (del Partido
Comunista). Este último cuestionó duramente al titular
del BCRA, Pedro Pou, a quien calificó como el símbolo
de la continuidad entre la administración de Carlos
Menem y el gobierno de Fernando de la Rúa. Ripoll, por su
parte, denunció a los grupos mafiosos y financieros,
como el Citibank, que han devastado las riquezas nacionales y hambreado
al pueblo trabajador. Bajo la mirada sorprendida de oficinistas
y cadetes, los dirigentes de la coalición izquierdista denunciaron
la complicidad del Banco Central en la fuga de capitales
hacia bancos offshore en paraísos fiscales como Bahamas.
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LA
TACTICA FUTURA DEL PRESIDENTE DEL CENTRAL
Cualquier cosa menos rendirse
Por Claudio Zlotnik
A mí ya me condenaron.
Frente a sus colaboradores más íntimos, Pedro Pou transparentó
su visión sobre la tormenta que lo acecha, con la comisión
bicameral investigando su responsabilidad en los supuestos casos de lavado
de dinero. Pese a las presiones públicas para que dé un
paso al costado, Pou está decidido a dar batalla. Se encuentra
preparando un extenso informe contendrá unas 200 páginas,
con el que se defenderá frente a los legisladores. Por ahora,
no existe ningún canal abierto con el Gobierno para negociar una
salida anticipada de Pou. En lo único que piensa es en defenderse.
Está esperando la citación, sintetizó a Página/12
uno de sus más estrechos colaboradores.
El documento que Pou está terminando de escribir contendrá
todos los antecedentes sobre lavado de dinero en la Argentina. E incluirá
un pormenorizado análisis del accionar del Banco Central en la
causa del ex Banco República, la entidad propiedad de Raúl
Moneta que, según una investigación del Congreso estadounidense,
protagonizó maniobras de lavado de dinero. Justamente, existen
sospechas sobre la manera deficiente en que el BC controló al banco
de Moneta.
En las últimas horas, figuras prominentes del Gobierno, como el
ministro de Justicia, Jorge de la Rúa, y el de Interior, Federico
Storani, sugirieron que un paso al costado de Pou tranquilizaría
a los mercados. Pero el banquero sigue atrincherado, esperando su
momento.
¿Puede esperarse un fuerte contraataque político de
Pou cuando vaya al Congreso? preguntó este diario a la fuente
cercana al banquero.
No. Lo único que quiere es defender su gestión respondió
el allegado.
¿Y después se va?
Es posible. Pero ahora en lo único que piensa es en su presentación
ante la bicameral. Ya habrá tiempo para las negociaciones.
Pedro Pou no será el único que testimoniará frente
a los legisladores. También serán citados varios directores
de la entidad, aunque todavía no hay fecha precisa. Entre quienes
concurrirán figuran los tres directivos que, en su momento, votaron
en contra de la reapertura del República, cuando ya había
sido suspendido, una medida auspiciada por el titular del BC. Ellos son:
Roberto Reyna, Aldo Pignanelli y Aquiles Almanci, quien ya no forma parte
del staff.
En los pasillos del Central admiten que la continuidad de Pou es prácticamente
imposible. Y que sólo es cuestión de tiempo. Mientras tanto,
por allí también especulan con los posibles sucesores. El
nombre que más suena es el de Daniel Marx, secretario de Finanzas,
un hombre muy ligado a los financistas. También mencionan, aunque
con menores chances, a Ricardo López Murphy.
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