Por David Cufré
Sé las preocupaciones
del ahora y sé también que estamos listos para empujar el
despegue económico, afirmó Fernando de la Rúa
en su discurso ante la Asamblea Legislativa. Fue su única respuesta,
más bien vaga, al clima de tensión e incertidumbre que se
ha instalado en su gobierno por la dificultad para sortear los problemas
económicos. Nada dijo sobre los rumores que vuelven a poner en
duda la continuidad de José Luis Machinea y, mucho menos, utilizó
esa tribuna para ratificarlo. Ajeno a esos ruidos, De la Rúa insistió
en su apelación a tener esperanzas en un pronta recuperación
económica. Sacudamos el pesimismo, evitemos la pequeñez
y reemplacemos la mezquindad por una actitud solidaria y comprometida,
reclamó. El tono de su discurso siguió en la línea
de procurar contagiar entusiasmo, como lo hizo tras obtener el salvataje
del FMI. Sin embargo, puertas adentro de los principales despachos oficiales
se vive un clima muy distinto. Si todos los que están alrededor
del Gobierno te cuentan cuál es el último rumor y especulan
quién va a caer, no hay desmentida que aguante, confesó
a Página/12, resignado, un miembro del gabinete.
En el Ministerio de Economía, otra vez epicentro de todas las versiones,
el enojo ayer era inocultable. Y alcanzaba al propio De la Rúa.
Acá lo que falta es conducción política. De
la Rúa tiene que definir un rumbo y bancarlo a muerte, como hacía
Menem. Si lo quiere a Machinea, entonces que le haga caso. No puede ser
que haya dejado que se publicitara el blindaje como la panacea. Acá
nunca fuimos triunfalistas. Dijimos que en el primer trimestre la reactivación
iba a ser lenta, pero se prefirió sobrevender las posibilidades
del blindaje. Qué yo sepa, Machinea no salió a pegar los
afiches, se despachó uno de los principales colaboradores
del ministro en diálogo con este diario.
La reacción del equipo económico encuentra parte de su explicación
en que ve su situación como muy inestable. Si medimos por
el nivel de angustia y por la cantidad de llamados que recibimos, diría
que esta crisis es la más fuerte, evaluó el funcionario.
En declaraciones radiales, el secretario de Hacienda, Mario Vicens, describió
el mismo panorama. Ayer (por anteayer) fue uno de los días
más complicados de los últimos tiempos, porque se sumaron
una serie de acontecimientos que incrementaron la incertidumbre aquí
y en el exterior, reconoció.
En respuesta a los rumores, disparados por el encadenamiento de malas
noticias sobre la marcha de la economía y la ausencia de expectativas
de reactivación, Vicens enfatizó que es una visión
muy simplista pensar que la falta de signos evidentes de reactivación
inmediata podría llegar a dar lugar a que el Presidente le pidiera
la renuncia al ministro de Economía. Aún así,
admitió la existencia de los rumores, pero recordó que han
aparecido antes y en todas las oportunidades no resultaron convalidados
por la realidad. Finalmente, Vicens defendió la política
económica, al señalar que es muy difícil pensar
que rápidamente se dé una reversión en la economía
cuando se han agregado algunos factores que introducen nuevos temores,
en referencia a las denuncias contra el presidente del Banco Central,
Pedro Pou.
En otros ámbitos del Gobierno, la situación de Machinea
es seguida con inquietud. La versión de su renuncia está
instalada, en la city dicen que tiene que haber un cambio y que Machinea
está jugando tiempo de descuento, dijeron cerca de Chrystian
Colombo, a quien se le atribuye operar en contra del ministro de Economía.
Eso es un disparate. Colombo lo bancó en sus peores momentos
y lo sigue bancando. Lo que es cierto es que ve complicada su situación,
pero como la ven todos en el Gobierno, agregaron. En cambio, desde
el Ministerio del Interior se sostuvo que no hay que prestarle atención
a las versiones de la city. Machinea está trabajando y hay que
darle tiempo para que pueda explotar las ventajas del blindaje.
De la Rúa, en su discurso ante diputados y senadores, hizo hincapié
en las posibilidades que ofrece el rescate del FMI. El acuerdo alcanzado
con organismos internacionales, gobiernos extranjeros y bancos locales
fue fundamental, porque despejó la incertidumbre y las medidas
tomadas por el Gobierno el año pasado están comenzando a
rendir sus frutos, afirmó. Aunque dijo que el blindaje
no es el programa económico, consideró que significa
la posibilidad de salir del largo estancamiento. No vamos
a desaprovecharla, enfatizó. Pero que a dos meses de conseguido
un paquete de 40 mil millones de dólares hayan retornado las especulaciones
sobre la salida de Machinea, significa un duro golpe a las esperanzas
del Presidente.
Para De la Rúa, los avances realizados en el primer año
de gobierno en la consolidación de las bases sobre las que se asentará
el crecimiento sostenido fueron significativos a pesar de las dificultades.
Hoy la solvencia fiscal está garantizada y el Estado cuenta
con un blindaje que elimina la posibilidad de que se enfrenten problemas
de iliquidez, agregó. Finalmente, sentenció que la
convertibilidad está fuerte y la vamos a mantener, una ratificación
propicia en medio de tantas versiones.
En la city cotizaron
en alza los rumores
En la city se percibe un clima intranquilo, enrarecido por las
versiones sobre el posible alejamiento de José Luis Machinea.
De todos modos, marzo empezó con cotizaciones en alza. Tras
las fuertes bajas de los últimos días, las acciones
reputaron 0,9 por ciento en promedio y el riesgo país cedió
8 puntos, ubicándose en los 785. Los financistas apuestan
a que el ajuste en los precios continuará en el corto plazo,
dando cuenta del ruido político que perturba
a los inversores.
Ayer fue otra jornada cargada de rumores en el microcentro. Los
operadores están desencantados con la marcha de la economía
y en las mesas de dinero de los bancos y en las agencias bursátiles
circulan un trío de nombres propios como eventuales reemplazantes
de Machinea. En orden de los más nombrados figuran Ricardo
López Murphy, Chrystian Colombo y hasta el de Adalberto Rodríguez
Giavarini. Pero en medio de esos rumores, hay dos cosas seguras.
Una, que el candidato predilecto de los financistas para Economía
sigue siendo Domingo Cavallo. Segundo, que Machinea nunca llegó
a conquistar la confianza de los operadores y que, por esta misma
razón, a éstos no les disgusta la idea de verlo fuera
del Palacio.
Más allá de las subas de las cotizaciones, Hernán
Fardi, economista de la consultora Maxinver, fue concreto al momento
de evaluar la tendencia futura del mercado. En diálogo con
Página/12 sostuvo que no hay que esperanzarse por este
repunte. Los precios estuvieron flojos hasta último momento
y mejoraron en línea con el rally alcista que se dio en el
panel Nasdaq. En el fondo, las dudas persisten porque no aparecen
indicadores económicos positivos, apuntó. Pero,
además de la debilidad de la economía, en la city
preocupan los temblores políticos.
Después del blindaje, y la baja pronunciada de la tasa de
interés en los Estados Unidos, los financistas fueron ganados
por el optimismo, sumándose a la ola que se expandía
desde el Palacio de Hacienda. Pero a medida que transcurrieron las
semanas fue quedando claro que la recuperación no será
inmediata, entonces retornó el escepticismo.
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