Por Emanuel Respighi
No habrá jóvenes
policías enredados en una historia de amor. Tampoco la trama girará
alrededor del eterno enfrentamiento entre tacheros y colectiveros en busca
de consagrar a los únicos dueños de las calles. Ni hablar
de boxeadores en decadencia o magos fracasados. La nueva tira en la que
Pol-Ka tiene puestos todos los cañones para este año transitará
por la vida de un sodero, ese personaje de barrio (el barrio siempre es
un elemento importante) en peligro de extinción en estos tiempos
globalizados, inundados de impersonales hipermercados.
El sodero de mi vida, la nueva producción de Adrián
Suar que saldrá al aire a partir del lunes a las 21 por Canal 13,
fue presentada el miércoles con bombos y platillos en el Hipódromo
de Palermo. Allí, en una especie de megaevento en el que no faltaron
los canapés ni el champagne, casi un centenar de medios periodísticos
de todo el país se dieron cita para tratar de lograr alguna declaración
de los actores, tarea que de antemano parecía fácil de lograr.
Sin embargo, la mala organización de los anfitriones y la necesidad
de los noteros de numerosos programas de chismes de llevar de cualquier
forma alguna palabra de los protagonistas a sus jefes hicieron de la presentación
un verdadero caos.
Desde el inicio mismo de la noche se notó que la presentación
no pasaría inadvertida: Dady Brieva y Andrea Del Boca, los protagonistas
de la telecomedia, llegaron al lugar a los bocinazos y manejando un viejo
camión repartidor de soda. Así se dio comienzo a la presentación
oficial, aunque ya hacía bastante tiempo que Alberto Martín,
Victoria Onetto, Perla Santalla, Raúl Taibo, Diego Pérez,
Fabián Mazzei, Carola Reyna y los demás actores del elenco
se entretenían respondiendo las interminables preguntas de la prensa.
No obstante, la original llegada de los protagonistas, el plato fuerte
de la noche se pudo ver minutos después, en el momento en que fue
presentado Ramón Palito Ortega para que cante en
vivo, junto a Lucía Pimpinela Galán, la
cortina del ciclo. La actuación del actual senador nacional por
el Partido Justicialista, quien compuso el tema especialmente para el
programa, marcó su vuelta al escenario tras varios años
alejado de las tablas. Pero la vuelta mediática tuvo olor a farsa:
a pesar de anunciarse que la cortina iba a ser en vivo, pronto quedó
claro que los cantantes hacían playback... pese a los denodados
esfuerzos por aparentar lo contrario.
La nueva comedia costumbrista de Pol-Ka arrancará con una misión
nada menor: tratar de mantener (y mejorar, teniendo en cuenta los buenos
números que puede deparar la pareja estelar) el buen rating que
consiguió Campeones (que finaliza hoy) en el verano:
el decaimiento de su competidor Buenos vecinos ayudó
a que la saga de Guido Guevara no bajara de 20 puntos diarios. Pero para
no repetir la experiencia de Ilusiones (que araña los
13 de promedio), Suar no dudó en contratar como autores a Jorge
Maestro y Ernesto Korovsky, viejo conocido que escribió el libro
de Gasoleros con notable éxito. Va a ser una
comedia blanca nacional, ya que hace rato que no se transita este género.
El humor va a estar puesto en las situaciones, y no en el chiste barato
o el gag físico, explicó un entusiasta Maestro.
La historia narrará la vida de Alberto Muzzopappa, dueño
de una sodería de barrio que en la época de Perón
inauguró su padre, y de la que no quiere desprenderse pese a los
problemas económicos. Alberto es caradura, imprevisible, simpático
y sobre todo como indica la leyenda de los hombres de sifón
en mano mujeriego: se relaciona amorosamente con numerosas clientas,
con los lógicos problemas que eso supone. Pero su deseo carnal
pronto es apagado por Sofía Campos, de la que se enamora inmediatamente,
a pesar (o a causa) del antagonismo de sus vidas. Sofía es una
reconocida psicóloga y sexóloga que ama a su hijo y su trabajo.
De novia desde hace años, parecería no tener ninguna duda
de la sobriedad desu vida. Sus vidas, claro, se cruzarán de la
mano del amor. Porque en el mundo de Pol-Ka, se sabe, siempre el amor
es más fuerte.
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