Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


LOS ESCENARIOS POSIBLES PARA EL FUTURO SUCESOR DE MACHINEA
¡Hagan juego señores. No va maás!

El enigma durará hasta hoy. ¿Quién reemplazará a José Luis Machinea? Los tres nombres que más sonaron en un día plagado de rumores y versiones fueron (por orden alfabético, ojo) Domingo Cavallo, Chrystian Colombo y Ricardo López Murphy. Cada uno viene con su pan de ventajas, aliados, adversarios y problemas bajo el brazo. Mientras los recorremos, hagan juego.

 

EL MÁS POTENTE Y EL MÁS RIESGOSO
El Cavallo de Troya

Domingo Cavallo es el candidato más conflictivo, a la vez que el más potente. Basta aguzar la memoria: cuando en noviembre su nombre sonaba para entrar al Gobierno, Raúl Alfonsín puso el grito en el cielo y Federico Storani aseguró que –en ese caso– renunciaría al Ministerio del Interior. Para los radicales Cavallo es mala palabra, adversario ideológico, promotor de la híper que obligó a Alfonsín a no terminar su mandato. Ayer (ver página 3) Alfonsín dejó a salvo que no se opondría a una decisión presidencial. Fernando de la Rúa es al respecto y como en tantos otros tópicos, un radical sui generis. Su relación con Mingo es excelente desde hace añares. Y sus diferencias ideológicas mucho menos abismales que las que registran Alfonsín o “Fredi” Storani.
Desde el ángulo del Frepaso la situación es dual. Es ostensible que Cavallo sublevaría a buena parte de sus votantes y ni qué decir a sus militantes, a sus dirigentes de segunda línea. Y aun a muchos de primera. Pero Carlos “Chacho” Alvarez no comparte totalmente esas prevenciones. Respeta a Cavallo como técnico y tiene –desde las épocas (y las épicas) de los enfrentamientos con Alfredo Yabrán– una buena relación personal con Cavallo. Además piensa que la actual propuesta económica “neodesarrollista” del ex funcionario de la dictadura y del menemismo es más reactivadora y audaz que el cerril liberalismo de José Luis Machinea. Chacho había imaginado a fin del 2000 un desembarco progresivo de Cavallo en el gobierno, con cabecera de playa en una superasesoría o en el Banco Nación. Ahora podría repetirse la jugada usando de escala el Banco Central.
Aun con acuerdo o anuencia de Alvarez y de Alfonsín, Cavallo en el gobierno implicaría una tensión fenomenal para la Alianza y un desafío igual para el poder del Presidente. La ambición de poder del Mediterráneo es infinita y está claro que es muy difícil fijarle límites.
Pero a la vez, es el hombre en el que “los mercados” y el establishment confían, es el que puede hacer jugadas económicas más audaces y –aunque no se diga– como padre de la convertibilidad es quien tiene más chances de decidir hacerla pasar a la historia o variar la paridad cambiaria.
Una nueva Alianza, un terremoto en el gobierno, bronca de Alfonsín, tal vez una renuncia de Storani. No son pocos riesgos. Los beneficios virtuales también suenan altos: revitalizar al Ministerio de Economía, restarle al peronismo (a Carlos Ruckauf especialmente) un aliado político de fuste.

 

EL QUE CRECIO DENTRO DEL GOBIERNO
Colombo, el pragmático

“Es el único economista que me resuelve problemas en vez de generármelos” decía De la Rúa refiriéndose a Chrystian Colombo cuando éste presidía el Banco Nación. Toda una definición respecto del pragmático y ejecutivo jefe de Gabinete que se ha convertido en el hombre orquesta del Gobierno.
Su eventual lanzamiento al Ministerio de Economía significaría la coronación de una trayectoria fulminante.
Cuando llegó a la Jefatura de Gabinete (el día anterior a la renuncia de Chacho Alvarez) Colombo era muy mal visto desde el Frepaso. Su amistad con Enrique Nosiglia y con Fernando de Santibañes, más algunas versiones acerca de su participación en reuniones conspirativas, estimulaban la inquina. Con el tiempo ese resquemor fue cediendo. Actualmente Alvarez dialoga con Colombo con cierta asiduidad y Graciela Fernández Meijide articula abundantes reuniones dialogando acerca de la Agencia Social.
Para el radicalismo es un hombre propio, aunque en rigor el neuquino militó de joven en el peronismo. Y en el Gobierno es respetado por su dinamismo. Desde el punto de vista político, al interior de la Alianza es de lejos el menos urticante.
Seguramente es el mejor prospecto para dejar abierta la puerta de un virtual aterrizaje de Cavallo en el Banco Central.
Es un liberal bastante convencido y fue defensor acendrado de las decisiones de José Luis Machinea. O sea, ideológicamente no desentona con los otros postulantes. Pero seguramente es menos dogmático que López Murphy y más hombre de equipo que Cavallo.
Hasta ahí el hombre parecería número puesto. Pero... siempre hay peros. El primero lo planteó él mismo ayer en Olivos: su vulnerabilidad a que las denuncias vinculadas al lavado de dinero lo salpiquen como consecuencia de su actuación como gerente de una financiera del grupo Macro.
La segunda era deslizada en voz baja por integrantes del equipo Machinea y alude a su falta de piné como economista. “Chrystian dice que estudió la carrera en la escuela nocturna –ironizaban– y aunque es una coquetería lo cierto es que no tiene el nivel de José Luis, de Mingo o del Gordo (López Murphy)”. Esas voces añaden que Colombo tampoco tiene a la mano equipos que lo puedan secundar en la gestión de Hacienda.
Y un detalle más que añaden quienes lo conocen de cerca: su creciente malestar con –a su ver– la inacción y la falta de compromiso de otros miembros del Gabinete hace imaginable que tal vez sea tenga algún reclamo de cambios y relevos bajo el poncho si se lo catapulta a Economía.

 

EL MÁS LIBERAL ES TAMBIÉN EL MÁS RADICAL
La ley de (López) Murphy

Ricardo López Murphy aconseja a Fernando de la Rúa en materia económica desde 1982. Por entonces los presentó un amigo común, Fernando de Santibañes. Merced a esos buenos oficios, el actual ministro de Defensa le dio letra para la interna que el actual Presidente disputó con Alfonsín en 1983 y que éste ganara por goleada y como ensayo general de su triunfo sobre el peronismo en ese mismo año. Desde entonces los une una enorme confianza, amén de una afinidad de pensamiento nada menor.
López Murphy es uno de los talibanes del neoliberalismo pero es asimismo un radical de pura cepa, hijo de radical como corresponde. Ese pedigree determina que su figura no genere entre los radicales los brotes de odio que origina Cavallo. Ni siquiera en Raúl Alfonsín que tiene sus discrepancias con él pero que no haría un “casus belli” de su presencia
Los frepasistas, en cambio, suelen verlo como un límite por “sus anteojeras ideológicas y su fundamentalismo”. Si recalara en de Economía es bien posible que las huestes de Chacho iniciaran un progresivo distanciamiento de un gobierno al que sentirían cada vez más lejano.
Pero, en cambio, su ortodoxia es vista por las huestes frepasistas como un buen prospecto para cubrir la vacante que –más temprano que tarde– dejará Pedro Pou en el Banco Central. Si eso sucediera, discurren no podría haber remezón de los mercados.
El problema es que López Murphy ha venido diciendo a los gritos que no irá a reemplazar a Pou porque no está dispuesto a avalar “tribunales populares”. Y ha comentado en voz baja que él carece de conocimientos específicos y de equipos para manejar el Central. Pero ya en los últimos días su resistencia parecía haber minado y en el gobierno están convencidos que –soldado al fin– si De la Rúa se lo pide irá a cualquier destino. “Al fin y al cabo –bromeaba ayer un integrante del gobierno– si fue a Defensa ¿cómo no va ir al Banco Central?”.
Lo que sí debería tomarse en cuenta es que López Murphy en Economía equivale a cerrar las puertas de un desembarco ulterior de Cavallo en el Banco Central. Dos figuras de perfil tan alto y –hoy por hoy– algo distantes en su receta económica serían incompatibles.
Para los radicales progresistas sería un mal trago pero les sería difícil tirar la primera piedra. Para el Frepaso un incordio pero difícilmente un factor de ruptura. Y los famosos mercados no tendrían sus proverbiales ataques de nervios. Tal vez por eso, anoche, después de que el Presidente lo llamara a Francia parecía en medio de un manto de neblina el más cercano a suceder a Machinea.

 

PRINCIPAL