No volvió una noche, como dice el tango. Volvió ayer, temprano a la mañana, y su reaparición fue mediática, como tantas otras veces. Después de más de quince días de silencio, el ex vicepresidente Carlos “Chacho” Alvarez hizo un raíd por las radios porteñas en el que criticó al ministro de Economía, José Luis Machinea –quien después de infinitas versiones por la tarde renunció a su cargo–; cuestionó el discurso que pronunció el presidente Fernando de la Rúa en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, reiteró su decisión “inamovible” de no ser candidato a senador en las elecciones legislativas de este año y aseguró que la decisión del Gobierno sobre el voto en la ONU sobre los derechos humanos en Cuba “ya está tomada” y que “va a contramano de lo que piensa el ochenta por ciento de la gente”.
En su reaparición mediática, Alvarez criticó a Machinea porque entendió que éste estaba desalentando las investigaciones sobre lavado de dinero en la Argentina. “Una de las cosas que pasan es que hay políticos que conspiran. Creo que en los últimos días las expectativas se deterioraron porque volvieron a entrar en escena los políticos”, había dicho el jueves el ministro de Economía, José Luis Machinea. Y Alvarez le respondió ayer a la mañana que “a veces parece que se producen ruidos o sube el riesgo país cuando se intenta esclarecer situaciones que hay que esclarecer en la Argentina. El trabajo que hicieron los diputados Elisa Carrió y Gustavo Gutiérrez es serio y responsable. Si se dice que eso es ruidoso, estamos diagnosticando mal”. Pero la historia no terminó ahí. A la tarde, antes de decidir su renuncia, Machinea difundió un comunicado para defenderse. “Las investigaciones actualmente en curso sobre posibles operaciones de lavado de dinero vinculadas a prácticas corruptas que habrían tenido lugar durante la década pasada cuentan con todo mi apoyo y con el del Ministerio de Economía en su conjunto”, escribió el ex ministro, aunque no aclaró desde qué lugar apoyaría las investigaciones.
Alvarez también comentó el discurso de casi dos horas que pronunció el Presidente en la apertura de la 119 Asamblea Legislativa. “La gente está tan demandante de reactivación, de crecimiento y de empleo que no tiene oído para escuchar un mensaje tan largo”, dijo. En ese sentido, agregó que “seguramente habrá muchos que cuando escucharon decían: bueno, muy bien, muy bien, muy bien, pero ¿qué pasa con la reactivación económica, con el crecimiento, qué pasa con el trabajo en la Argentina?”. En la misma línea de discurso, el ex vicepresidente sostuvo que “la gente está en otra sintonía, viviendo una realidad dura, durísima, y esperando que la cosa salga adelante, que el país vuelva a crecer, que se reactive el mercado interno, que mejoren las condiciones de vida de los sectores populares”. Subrayó, además, que la gente necesita que desde el Gobierno se le dé “una pista más fuerte, más importante, más contundente de cómo mejora la situación”.
Alvarez reiteró su decisión de no postularse como candidato a senador en las elecciones legislativas de este año. Dijo que su postura es “inamovible” y atribuyó su determinación a la necesidad de que su renuncia a la vicepresidencia no aparezca asociada con una “candidatura o la posibilidad de ser senador”. Además, resaltó la importancia de “demostrar que se puede pelear desde distintos lugares; que se puede pelear no teniendo cargos”.
El tema Cuba también mereció una reflexión del ex vicepresidente. Admitió que no se está reuniendo con el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini para tratar de convencerlo de que revea la decisión del Gobierno de votar en la ONU contra la isla porque, aseguró, “es una decisión que ya está tomada”. Aseguró que el Presidente y el canciller “saben que es un voto a contramano del 80 por ciento de la sociedad” y que va a generar polémica dentro de la Alianza, “porque está claro que va a haber bastantes voces en la Cámara de Diputados de parte de distintos bloques, y de la gente del interior del país”.

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