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LAS REUNIONES SECRETAS EN EL ELEVAGE
Tras las huellas

Por A. M.

Algunas de las reuniones secretas por la negociación de la Reforma Laboral se habrían realizado en el hotel Elevage. Ayer declaró en el caso del escándalo de los sobornos el representante legal de ese establecimiento cuya propiedad se le atribuye a Enrique “Coti” Nosiglia. El empleado aseguró que “vio varias veces” al operador radical y también a los senadores imputados, aunque no pudo precisar en qué fecha. Por otra parte, uno de los acusados en la causa, el senador justicialista Augusto Alasino, salió ayer a explicar que desde 1991 está divorciado de María Luisa Iribarren, a quien la Justicia le investiga un depósito realizado en una entidad bancaria. El ex secretario parlamentario del Senado, Mario Pontaquarto, también hizo aclaraciones.
En el marco de la investigación del patrimonio de los imputados que había ordenado el ex juez Carlos Liporaci, la división Delitos Complejos de la Policía Federal, a cargo del comisario Carlos Sablich, confeccionó una lista con los familiares más directos y pidió informes a los bancos. En las últimas semanas recibieron numerosos datos y los fueron acercando a la causa judicial. Página/12 informó que habían detectado un depósito en efectivo de 30 mil pesos realizado el 8 de mayo pasado en la cuenta que Pontaquarto tiene en el Banco Francés. El funcionario –que sigue trabajando en el Parlamento porque pertenece a la planta permanente– se comunicó con este diario para aclarar que el depósito en cuestión lo realizó él mismo el 10 de mayo y fueron 20 mil pesos que dice haber cobrado de la venta de una yegua pura sangre de carrera. “Tengo un recibo de pago, esto lo declaré cuando fui indagado, y, además, el 8 de mayo estaba en Jordania de viaje con otros senadores”, explicó el ladero de José Genoud, que sigue imputado en el caso aunque con falta de mérito.
A través de un comunicado, Alasino aclaró que “María Luisa Iribarren fue mi primera esposa y no sólo estamos divorciados legalmente desde el 14 de octubre de 1991, sino que, de hecho, nos separamos unos años antes”. El legislador agregó que “ya no mantengo vinculación alguna, ni comercial, ni económica, ni personal con la señora Iribarren”. En el escrito, el senador entrerriano explica que “para aclarar este lamentable episodio le presenté al juez (Gabriel) Cavallo una copia de la sentencia de divorcio”. Sin embargo, los investigadores no descartan investigar también a la ex consorte de Alasino. “Se está involucrando a personas absolutamente inocentes y ajenas con el tema”, se quejó Alasino.
Según los fiscales Eduardo Freiler y Federico Delgado, en el hotel Elevage se realizaron “reuniones secretas en las que se buscaba consenso” para aprobar la ley laboral, que el justicialismo y parte de la Alianza se negaban a votar. De los encuentros habrían participado el ex ministro de Trabajo Alberto Flamarique y el ex secretario de Inteligencia Fernando de Santibañes, sindicados por la fiscalía como “operadores del Poder Ejecutivo”, y los senadores Alasino y Genoud, ambos imputados en la causa. Los fiscales indicaron que “no está acreditada la eventual concurrencia de Nosiglia”. Ayer cuando Delgado le preguntó al respecto, el representante legal del hotel afirmó que “lo vio varias veces” y ratificó que en sus instalaciones es normal la realización de “reuniones de políticos o deportistas”. El testigo aseguró que también vio en el Elevage a los senadores imputados aunque no pudo precisar si esto ocurrió entre enero y abril del año pasado, período investigado en el caso. Sin embargo, se comprometió a aportar el listado de personal del hotel y el registro de las reuniones.

 


 

ALLANAMIENTOS POR MARIA JULIA
Otra vez al juzgado

El juez federal Jorge Urso resolvió llamar a indagatoria a María Julia Alsogaray en un expediente en el que se sospecha que pagó más de 100 millones de pesos de más a proveedores de la ex ENTel, durante su proceso de liquidación. El magistrado la cita por los posibles delitos de administración fraudulenta y malversación de fondos públicos, pero no por asociación ilícita –la única figura que podría llevarla a la cárcel– como había pedido el fiscal Carlos Cearras. Ayer, además, se hicieron allanamientos en una consultora y un estudio jurídico por orden del juez Claudio Bonadío, que la investiga por incumplimiento de sus deberes como funcionaria, negociaciones incompatibles y administración fraudulenta por hacer contrataciones supuestamente espurias.
La ex liquidadora de ENTel tendrá que declarar ante Urso la última semana de marzo. Aunque no está citada bajo el cargo de asociación ilícita, durante el interrogatorio el juez podría cambiar la calificación de la conducta y ordenar su arresto, algo que algunos de sus colegas de tribunales creen poco probable. Ayer mismo se habría realizado un allanamiento por orden de Urso en las oficinas del ex gerente de contabilidad de la vieja empresa de telecomunicaciones, Carlos Gómez, y de Julio Orué, otro ex funcionario de la firma.
Esta causa comenzó cuando se detectaron sobrepagos de ENTel a la empresa Pecom-Nec, que terminó cobrando 9 millones más de lo previsto, aunque después tuvo que devolverlos. Con el tiempo, se detectó el mismo tipo de operación en favor de las empresas Pirelli, Siemens y la constructora Sade. En base a una denuncia de la Oficina Anticorrupción (OA), el juez Claudio Bonadío tiene en la mira otra de las tantas contrataciones aparentemente irregulares de María Julia en su rol de liquidadora de ENTel. Por eso ayer allanó las oficinas de la consultora KPMG y el estudio jurídico de Jaime Fernández Madero. Ambas habían sido beneficiadas junto con la firma Copiga S.A. por una contratación directa. ENTel necesitaba un servicio de asistencia legal para conocer el estado de situación en que estaban sus contrataciones de obra pública y enfrentar las acciones jurídicas posibles. Sin embargo, en un principio las empresas que compitieron fueron tres estudios contables, no jurídicos. Más adelante se sumó el estudio de Jaime Fernández Madero que según la OA no tuvo adversarios. Fernández Madero tendría vinculación con Gustavo Daneri, que era el coordinador general de ENTel y el encargado de la selección de las firmas en cuestión. Se “dirigió” la contratación para que “un conocido abogado se quedara con la porción legal del proyecto”, había dicho la OA. Cuando termine de analizar la documentación secuestrada ayer Bonadío resolverá si llama a Alsogaray y a Daneri a indagatoria.

 

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