Por Cecilia Hopkins
En 1960, el estadounidense Roger
Corman filmó en poco más de 48 horas La tiendita del horror,
un film en blanco y negro que se convertiría en objeto de culto
para todo amante del cine bizarro. La insólita historia de amor
entre dos dependientes de una florería que sufren la amenaza de
una planta carnívora fue exhumada por Hollywood en 1985 en una
nueva película, esta vez en formato de comedia musical. Pero la
idea de versionar la historia sobre los códigos del music hall
se inspiró, en realidad, en el éxito inesperado del emprendimiento
artístico de dos desconocidos: tres años antes, el libretista
y el compositor Howard Ashman y Alan Menken .quienes serían los
autores de La Sirenita, Aladdin y La Bella y la Bestia- habían
estrenado en el circuito del off-off-Broadway una versión musical
que con el tiempo obtuvo gran difusión, llegando a presentarse
no sólo en las principales capitales europeas sino también
en Sydney y Tokio. Fallecido a causa del sida en 1991, Ashman solía
afirmar que este musical satiriza los códigos de la ciencia ficción,
el cine bizarro, la propia comedia musical, la tragedia griega y hasta
se refiere al mito de Fausto.
Estrenada en Mar del Plata en 1990, ésta es la primera vez que
La tiendita... llega a Buenos Aires, en una temporada teatral ampliamente
dominada por los musicales. El debut está previsto para el próximo
miércoles, en el Teatro Broadway, precisamente en la sala bautizada
con el nombre de Narciso Ibáñez Menta, un histórico
del género de terror. Dirigida por Robert Jess Roth, el responsable
de la puesta de La Bella y la Bestia, esta versión tendrá
como pareja protagónica a Diego Ramos y Sandra Ballesteros. Por
su parte, Omar Pini encarnará al codicioso dueño de la florería,
mientras que el inefable Humberto Tortonese se hará cargo de cuatro
personajes diferentes, entre ellos el sádico dentista que interpretó
Jack Nicholson en la primera versión cinematográfica.
La tiendita..., cuya banda sonora abreva en el rock and roll de los 50,
tiene las tres claves de todo buen musical, según enumera
el director en entrevista con Página/12: Personajes queribles,
una partitura fácil de recordar y corazón, mucha emotividad.
Roth se resiste a revelar los secretos técnicos que permiten el
progresivo crecimiento de la planta realizada en gomaespuma y látex
(que, según se sabe, alcanzará un tamaño de ocho
metros) y prefiere limitarse a señalar que en la puesta abundan
los efectos especiales. En cuanto a las interpretaciones que podría
alentar este vegetal que crece a expensas de los cadáveres que
ingiere, Roth subraya que su intención ha sido simplemente contar
una historia loca y divertida, para que sin distinción de edades
se diviertan sin ponerse metafísicos. No obstante, ni Ramos
ni Pini creen que el argumento de este musical sea tan ingenuo como parece:
El espectador puede quedarse con el cuentito y nada más acuerdan,
pero también se puede identificar a la planta carnívora
con la corrupción o el poder, o con el capitalismo salvaje.
Pini tampoco cree que esta versión se limite a reproducir a los
personajes como si hubiesen salido de un comic: Al ser latinos,
nosotros les damos otro sabor a los personajes, los humanizamos con una
carga emotiva que generalmente no tiene el musical estadounidense.
A Ramos, por su lado, le entusiasma la posibilidad de cantar en escena
y encarnar a un tipo torpe, un perdedor al que tratan pésimo,
saliendo así del galán impecable y monocorde que, con una
u otra variante, me ofrecen siempre en la televisión.
El regreso de Austin
El estrambótico agente secreto Austin Powers está
listo para volver a hacer de las suyas en una tercera entrega de
la saga, luego de que su mentor, el cómico estadounidense
Mike Myers, cerró trato por la nada despreciable suma de
25 millones de dólares, como adelanto del 21 por ciento de
las ganancias. La tercera parte de Austin Powers tendrá como
guionistas a la misma dupla de las dos primeras, el mismo Myers
y Michael McCullers, y también se encuentra negociando su
tercera participación en la saga el director Jay Roach. Myers
ya habría contactado a Sean Connery y Honor Blackman (ex
integrantes del elenco de James Bond) para interpretar los roles
de los padres de Powers. Por otra parte, Myers mantiene conversaciones
para protagonizar una remake de La pantera rosa, a las órdenes
de Ivan Reitman, y también se encuentra trabajando en un
guión original para la Universal Pictures.
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