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Cavallo, el
diablo para
los radicales
Mientras los dirigentes de la UCR intercambiaban argumentos para digerir, eventualmente, la llegada de Cavallo, el Frepaso enfrentaba su propia disyuntiva: cómo diferenciarse sin romper la Alianza.

Por Fernando Cibeira

En el radicalismo estaban tan sorprendidos por la voltereta que viene imaginando Fernando de la Rúa para su gestión que no se animaban a anticipar su reacción frente a los cambios que se anunciarán hoy. “Vamos a esperar conocer la decisión del Gobierno”, respondían con cautela cerca del jefe de la UCR, Raúl Alfonsín. Y para la llegada del tándem Ricardo López Murphy y Domingo Cavallo a Economía y el Banco Central, si es que el ex ministro de Carlos Menem acepta, tenían preparada una respuesta diplomática: “No es una cuestión de nombres, más importante es saber hacia adónde vamos”.
Hasta ayer, lo más importante para algunos radicales era impedir la llegada de Cavallo, para ellos algo así como el diablo en persona. “Que Cavallo sea ministro de Economía para nosotros sería el símbolo del fracaso de nuestro gobierno y de la claudicación de la política”, contaba un dirigente que le escuchó decir al jefe de la SIDE, Carlos Becerra. En cambio, López Murphy, pese a su mayor ortodoxia económica es un radical con pedigrí, por lo que sus papeles están en orden. Ahora hay que ver cómo reaccionan ante el arribo de ambos, en un dúo que promete no pasar inadvertido.
Un colaborador de Alfonsín remarcó algo que el ex presidente ya le había dicho a De la Rúa el viernes a la noche, cuando estuvieron juntos en la quinta de Olivos: que los nombramientos de funcionarios eran competencia exclusiva del Presidente y que él no se entrometería. Aún para el caso que el designado sea un enemigo histórico como es el caso de Cavallo.
Ahora, si se le preguntaba cómo haría ahora para hacer campaña para su candidatura a senador para las elecciones de octubre hablando del progresismo teniendo una conducción económica encabezada por López Murphy y Cavallo, cerca del ex presidente ya tenían algunas respuestas elaboradas. Una, que el Banco Central no es estrictamente una dependencia del Gobierno porque tiene autonomía, así que Cavallo tampoco sería estrictamente un funcionario del gobierno aliancista. Otra, que ellos no le pondrían a nadie “el sayo de reaccionario” de antemano, sino que esperarían a ver el rumbo de sus primeras medidas para hacer una evaluación.
No obstante, en el radicalismo reconocían que el escenario se había vuelto muy complejo, no sólo por los cambios en el área económica sino también por la renuncia generalizada que debieron presentar todos los ministros. Dado que anoche se barajaba como una posibilidad la salida del Ministerio del Interior de un radical pura cepa como Federico Storani, las luces rojas se habían encendido en las oficinas del Comité Nacional.

 


 

APOYAR CON CIERTA DISTANCIA
El dilema del Frepaso

Por F. C.

La conducción del Frente Grande que preside Carlos “Chacho” Alvarez se reunirá hoy para resolver qué hace frente a los cambios decididos por el presidente Fernando de la Rúa. En principio, la participación del Frepaso en el Ejecutivo sería modificaría: Graciela Fernández Meijide dejaría el Ministerio de Desarrollo Social y, como contrapartida, el jefe del bloque de diputados de la Alianza, Darío Alessandro, se convertirá en secretario general de la Presidencia, algo que anoche se daba como un hecho. El interrogante que inquietaba a los frepasistas que hoy tienen cargos de secretarios de Estado era la posición que tomarían ante el nuevo escenario, sobre todo con el arribo de Ricardo López Murphy a Economía.
Antes de la convocatoria a la mesa, Chacho Alvarez se encontrará con el jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, para consensuar una postura en común. Los dos principales dirigentes frepasistas –según lo que dejaron trascender a sus colaboradores– son de la idea de apoyar el relanzamiento que planea De la Rúa pero manteniendo la distancia. Hasta ayer, nadie en el Frepaso manejaba la posibilidad de una ruptura de la Alianza dada la “situación de emergencia económica”, según graficó un funcionario.
Dentro de esa estrategia, cerraría la llegada de Alessandro a la secretaría general, un cargo flexible que puede tener mucho o poco perfil según quien sea su ocupante y el juego que esté dispuesto a darle el Presidente. El jefe del bloque de diputados llegó por la noche a Olivos para recibir el ofrecimiento y, aparentemente, habría dicho que aceptaba. Igual, la confirmación correrá por cuenta de la conducción partidaria.
También Fernández Meijide fue anoche a Olivos aunque luego de conversar con De la Rúa, el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, lo único que le quedó en claro era que su futuro se definirá hoy. Tanto en Gobierno como en el Frepaso aceptaban la posibilidad de que Graciela no siguiera al frente del área social que, en algún tiempo más, pasará a estar manejada por una agencia.
Entre los secretarios con dudas que hoy participarán del encuentro con Alvarez se encuentran el vicejefe de Gabinete, Marcos Makón, la de Interior, Nilda Garré, y el secretario de Pymes, Enrique Martínez. Makón, al menos, ya sabía que Colombo seguiría siendo su jefe, los otros dos eran todo incertidumbre. Sobre todo Martínez, que no imaginaba la posibilidad de continuar en su puesto con un liberal ortodoxo como López Murphy a cargo de la conducción económica. Como alternativa, Martínez imaginaba la posibilidad de que la secretaría de Pymes, a las que De la Rúa asegura darle máxima importancia, pase a depender de Presidencia.

 

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