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Preocupado por las cajas, Menem querella a Carrió

El ex presidente anunció que mañana querellará a la diputada por haber dicho que Raúl Moneta es su �testaferro�. Mientras, sigue con atención el destino de las 25 cajas de documentación.

Carlos Menem inició un nuevo round contra las denuncias de Elisa Carrió y Gustavo Gutiérrez. A su pesar, con ello se puso en el centro del escándalo sobre lavado de dinero durante su gobierno.

El ex presidente Carlos Menem aseguró ayer que iniciará una querella contra la diputada Elisa Carrió (UCR) por haber llamado “testaferro” al banquero mendocino Raúl Moneta. “El lunes yo estoy iniciándole una querella a la señora Carrió porque, muy suelta de lengua, dijo que Moneta es mi testaferro”, amenazó ayer desde uno de sus clásicos reductos, la Hostería Los Amigos, de Anillaco. Luego, el titular del justicialismo defendió al cuestionado presidente del Banco Central, Pedro Pou, a quien consideró “la figura menos importante” del caso. Menem, además, destacó que el informe del Senado norteamericano “no dice” que haya funcionarios de su gestión implicados en las “dudosas transferencias” a bancos off shore de Bahamas. En sus declaraciones, el riojano mostró que sigue con atención (y preocupación) el destino de las 25 cajas de documentación que están en poder del equipo encabezado por la senadora republicana Susan Collins y que contienen los nombres de los depositantes del Federal Bank y el M.A.Bank.
Consciente de la importancia de esa documentación –que se ha convertido en el eje principal de disputa política–, Menem cargó contra los dos principales impulsores de la investigación en la Argentina, la radical Carrió y el demócrata mendocino Gustavo Gutiérrez. “No podemos confiar en dos legisladores con una parcialidad total en el manejo del tema”, dijo sobre ellos, en medio de un almuerzo organizado por legisladores peronistas de Córdoba. A continuación, emitió una señal directa a la Casa Rosada, al calificar como “excelente” la intención del Ejecutivo de reclamar esos papeles.
El viernes, en cambio, la señal había partido desde otro lugar. Mientras el Presidente confirmaba desde Colonia que el Gobierno pediría al Senado norteamericano las 25 cajas con documentos, el embajador en Washington, Guillermo González, iniciaba sus gestiones para hacer realidad ese objetivo. Enterados del asunto, Carrió y Gutiérrez acusaron veladamente al Ejecutivo de querer “obstaculizar las pruebas”. La chaqueña fue aún más lejos: amenazó con paralizar la comisión parlamentaria en el caso de que la documentación quede en manos de los hombres de la Rosada.
A pesar de su embestida contra el tándem Carrió-Gutiérrez, el titular del justicialismo evitó en todo momento cuestionar la legitimidad del informe firmado por la subcomisión del Senado norteamericano. Al contrario, destacó que fue elaborado por “gente responsable”. Al momento de referirse a uno de sus ex funcionarios, el actual presidente del BCRA, no dudó en defenderlo a diestra y siniestra. Así, a pesar de los cuestionamientos por la falta de control del lavado de dinero, aseguró que Pou es víctima de “ataques” que provienen de un sector que “quiere cambiar la política económica” y “devaluar”.
Pero Menem no se limitó a defender al por ahora titular del Central. Cuando le preguntaron si durante su gestión se había lavado dinero, respondió con un detallado análisis de las cifras multimillonarias que pasaron por las cuentas de corresponsalía del Citibank de Nueva York de propiedad del Federal Bank y M.A.Bank. Subrayó que las operaciones de lavado equivalen a “casi 8 millones de dólares” que “tiene comprobado la subcomisión del Senado”. Pero en relación a los “4500 millones” que según el informe de los investigadores norteamericanos no tienen aún un justificativo razonable, contestó que corresponden a “todo el mundo”. De esa forma, reconoció como dinero sucio el proveniente de un depósito hecho por el Cartel de Juárez (7,7 millones en M.A.Bank) y de un soborno del caso IBM-Banco Nación (1 millón) y sembró un interrogante sobre el resto. Mientras el Gobierno y la dupla Carrió-Gutiérrez se pelean por la documentación que contiene esa información, el próximo episodio de esa historia continuará mañana en la reunión de la comisión bicameral encargada de analizar la continuidad de Pou en el Central. Después de la renuncia de Machinea, el alejamiento del funcionario parece casi asegurado. El hasta ayer ministro de Justicia Jorge de la Rúa (no se sabe que pasará mañana) adelantó que “cualquier decisión que se adopte se harádentro del marco que dispone la normativa vigente”. Es que en el Gobierno la principal preocupación, en relación a este tema, es tranquilizar a “los mercados” y a los acreedores externos.

 

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