Por Enrique Escande
Nelson Acosta, hasta el viernes
técnico de la selección chilena, es el quinto seleccionador
de Sudamérica que perdió su puesto en los últimos
seis meses, durante la disputa de las eliminatorias regionales del Mundial
2002. Tras disputarse diez jornadas y a falta de ocho para la culminación
del torneo regional clasificatorio del Mundial 2002, siguen en sus puestos
Marcelo Bielsa (Argentina), Carlos Aragonés (Bolivia), Luis Augusto
García (Colombia), Hernán Darío Gómez (Ecuador)
y Segio Markarián (Paraguay). El máximo candidato para reemplazar
a Acosta es Ramón Angel Díaz.
La caída de la mitad de los seleccionadores nacionales de los diez
países del sur del continente comenzó el pasado 5 de setiembre,
cuando el colombiano Francisco Pacho Maturana dejó
de dirigir a la de Perú tras sumar sólo ocho puntos en igual
cantidad de partidos del torneo clasificatorio para el próximo
Mundial. Julio César Uribe sustituyó a Maturana y en dos
partidos perdió 1-0 ante Bolivia y 5-1 frente a Paraguay, ambos
fuera de casa.
Lo que no estaba en los cálculos al comenzar la competición
era la caída del seleccionador de Brasil, Wanderley Luxemburgo,
destituido el 30 de setiembre, tras la eliminación de Brasil en
los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Sydney y tiempo
después de haber perdido en las eliminatorias ante Paraguay (2-1)
y Chile (3-0).
El ex portero Emerson Leao se hizo cargo de la selección que, jugados
diez encuentros de la competición, ocupa el segundo puesto junto
con Paraguay, a cinco puntos del líder, Argentina.
El tercero en caer en desgracia fue el argentino José Omar Pastoriza,
técnico de Venezuela hasta el 23 de noviembre pasado, después
de haber cumplido dos años y 18 días de trabajo sin lograr
que el equipo nacional de ese país dejara de ser el colista en
la clasificación. Richard Páez reemplaza a Pastoriza y en
su primer partido el equipo deberá enfrentarse al de Argentina
en Buenos Aires el próximo día 28.
El que estuvo a punto de dejar su puesto a principios de este año
fue el uruguayo Sergio Markarián, quien dimitió como seleccionador
de Paraguay en los primeros días de febrero después de que
el vicepresidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF),
Antonio Colman Rodríguez, le llamara charlatán,
pero recompuso una semana después sus relaciones con los dirigentes
y sigue en el cargo.
Inesperadamente, y por un hecho que provocó dudas sobre sus deseos
de seguir en sus funciones, el mes pasado renunció como seleccionador
de Uruguay el argentino Daniel Passarella, disgustado con el club Nacional
por la tardía cesión de un futbolista que había sido
convocado también tardíamente.
Passarella estuvo a punto de dimitir el año pasado y su decisión
de dejar el equipo a mitad de camino en las eliminatorias, en el quinto
puesto de la clasificación, provocó disgustos en el ambiente
futbolístico uruguayo. El cargo lo ocupa desde hace pocos días
Víctor Púa.
Nelson Acosta, un uruguayo nacionalizado chileno con muchos años
de actuación profesional en ese país, dejó el cargo
después de haber clasificado a la selección al Mundial de
Francia 98, de lograr una medalla en los Juegos Olímpicos
de Sydney y de haberse convertido en el técnico con mayor cantidad
de tiempo al frente de la formación nacional.
Acosta fue destituido al no aceptar las presiones del presidente de la
Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Mario
Mosquera, quien condicionó su continuidad en el cargo a la obtención
de una victoria ante Perú el próximo día 27 de este
mes en Lima.
La estamos analizando
Es verdad, nos llamaron y ha habido contactos para que Ramón
tome la selección chilena. En estos momentos, está
analizando la propuesta de la Federación, manifestó
el representante de Ramón Díaz, Antonio Caliendo,
confirmando la existencia de negociaciones.
Entre un grupo de alternativas de entrenadores argentinos, la Federación
tiene a Díaz en el primer lugar de las preferencias, por
sobre Miguel Russo, Miguel Brindisi, Oscar Ruggeri y Oscar Malbernat,
y la posibilidad fue recibida con entusiasmo por el riojano.
Incluso, Díaz tuvo una reunión el domingo pasado en
un restaurante de Roma con su ex dirigido chileno José Marcelo
Salas como para indagarlo acerca de cuáles serían
los pro y los contras con que se encontraría de aceptar el
puesto.
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