Huracán
le ganaba 2-1 a Los Andes hasta que el árbitro Fabián Madorrán
suspendió el encuentro, a los 76 minutos, a causa de que la parcialidad
de la entidad de Lomas de Zamora rompió el alambrado perimetral
y comenzó a arrojar diversos objetos contundentes, molesta por
la expulsión que sufrieron cuatro de sus jugadores. En menos de
diez minutos, Madorrán le había sacado sucesivamente la
tarjeta roja a Moya, Romero, Víctor López y Fabio Pieters.
Madorrán, que venía de cumplir una fecha de suspensión,
decretó el falta de garantías.
El Globo se había puesto rápido en ventaja, a través
de un cabezazo de Moner, luego de un tiro de esquina ejecutado por Berti.
Pieters logró el empate con un remate, cuando Los Andes arrinconaba
al local. Pero en la segunda parte, Madorrán echó a Moya
(por doble amonestación), a Romero (por juego brusco) y al uruguayo
López (por protestar fallos), y con tres hombres de más,
Huracán logró la ventaja con una media vuelta de Gabrich.
Un minuto después, Madorrán le mostró la roja a Pieters
y se desató el drama. Algunos jugadores míos se sumaron
al descontrol como producto de la impotencia de sentirse perjudicados,
pero el descontrol principal fue por parte de Madorrán opinó
Miguel Russo.

|