Por
Diego Schurman
Asocian
a Ricardo López Murphy con ajuste. Para los gobernadores justicialistas,
el liberalismo ortodoxo del designado ministro de Economía pondrá
en jaque a sus provincias, obligándolos a una nueva etapa de reestructuraciones
y reducciones de gastos. Es por eso que mañana mismo los mandatarios
del PJ se reunirán para fijar una dura posición sobre el
rumbo económico. Serán diplomáticos aún
esperan ser convocados a una reunión con el flamante funcionario,
pero no por ello evitarán las críticas y el llamado a transitar
una nueva etapa social, con una fuerte reducción de impuestos y
de la tasa de interés como plataforma para iniciar la reactivación.
La cumbre se realizará en La Plata. En la coordinación tuvo
un papel activo el bonaerense Carlos Ruckauf. Aunque para no mostrar prevalencia
de un distrito sobre otro se la presentó como una autoconvocatoria
de todos los gobernadores del PJ.
En una conversación telefónica, Ruckauf y su par cordobés
José Manuel de la Sota dejaron en claro el fin de semana el trazo
grueso de la postura del partido, que seguramente quedará rubricada
en un documento conjunto:
u Sospechan que López Murphy anunciará un paquete de medidas
donde no faltarán pautas de ajuste y que éstas
indefectiblemente afectarán a las provincias.
u Consideran que no es conveniente un enfrentamiento directo con el ministro
a menos de un día de su asunción. Pero, en un año
de sesgo electoral, creen necesario marcar claras diferencias con las
políticas económicas y sociales de la Alianza.
u Por ello, dirán que sus estados ya implementaron ajustes y se
comprometieron a congelar gastos hasta el 2005 en la firma del último
pacto fiscal.
u Que, en todo caso, el ajuste lo debe realizar la Nación. Y que
el propio ajuste interno le permitirá la optimización
de los fondos destinados a la ayuda social y otras políticas activas.
u En este punto hay una referencia elíptica a la ministra de Desarrollo
Social Graciela Fernández Meijide. Los mandatarios no la quieren
más de interlocutora y comparten la demanda de unificar los planes
fuera de su órbita, la que, en consecuencia, se volvería
innecesaria.
u Se mostrarán dispuestos a colaborar, pero resaltarán que
no se trata de cambiar de nombres sino de políticas. Por eso insistirán
con una receta que consideran básica para comenzar a transitar
la reactivación económica: bajar los impuestos y la tasa
de interés, reforzar el control aduanero, y profundizar la lucha
contra la evasión.
u Aún no saben si introducirán en sus críticas la
lentitud en la toma de decisiones de Fernando de la Rúa.
De hecho, Ruckauf marcó ayer con especial desdén la demora
del Presidente en realizar todas las reestructuraciones de su gabinete.
El gobernador justicialista está convencido que el ministro del
Interior, Federico Storani, es uno de los deberá dejar su despacho
para competir electoralmente en el distrito bonaerense.
De las conversaciones entre Ruckauf y De la Sota fueron puestos al tanto
el santafesino Carlos Reutemann, según confiaron a Página/12
fuentes del justicialismo. Este trío de gobernadores los
que tienen más fuertes chances de competir por la presidencia en
el 2003 tenía pensado realizar su propia cumbre en La Plata,
en una sucesión de las ya celebradas en Córdoba y Santa
Fe. Pero las circunstancias obligaron a posponerla hasta nuevo aviso.
El adelanto de la postura que adoptarán los gobernadores también
llegó al oído de los jefes de bloque de diputados y senadores
del PJ, quienes tendrán reservada una silla en la reunión
que se celebrará en la gobernación bonaerense. El que no
fue invitado, a pesar que de allí trascenderá la postura
de todo el partido, fue el presidente del Consejo Nacional Justicialista,
Carlos Menem.
Las
voces en el PJ
Las
siguientes son las principales reacciones que produjo entre la dirigencia
justicialista la designación de Ricardo López Murphy
al frente del Ministerio de Economía
Carlos Menem, ex presidente:
López Murphy es un economista serio, responsable que
está con la dolarización.
Felipe Solá: vicegobernador
de la provincia de Buenos Aires: Con Carlos Ruckauf vamos a
apoyar a quien sea designado. No vamos a poner prejuicios de tipo
ideológico.
Jorge Remes Lenicov, diputado
y ex ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires:
El alejamiento de Machinea se generó a instancias de
que el riesgo país en los últimos quince días
se tornaba insostenible.
Humberto Roggero, jefe
del bloque en Diputados: Para este modelo y esta línea,
López Murphy aparece como el más apto.
Eduardo Menem, senador:
Con la renuncia de Machinea hizo eclosión la crisis que
viene soportando la Alianza de hace muchos tiempo. El
Presidente se tiene que sacar de arriba a Alvarez, que es un verdadero
collar de melones.
Martín Redrado,
economista, ex funcionario menemista: Creo que el crédito
que tiene López Murphy se puede consumir rápidamente
si no tiene una estrategia para sacar todos los problemas juntos y
no con cuentagotas. |
OPINION
Por Enrique M. Martínez
¿Qué
es una política activa?
En
el imperio de los lugares comunes argentinos, se dice que para
salir del modelo del piloto automático hay que aumentar
la aplicación de políticas activas. Hoy, que se
inicia una nueva etapa en la economía argentina, conviene
recordar qué es una política activa.
Todo el espectro progre o seudoprogre, cuando tiene que dar un
ejemplo práctico, recurre a la reducción de la tasa
del IVA. Los más arriesgados sugieren ir del dólar
a una canasta de monedas o generalizar un subsidio a los desempleados.
Pero éstas no son políticas activas. En el mejor
de los casos son iniciativas que corrigen el piloto automático
y luego lo vuelven a dejar frío.
No se trata de una cuestión académica. Efectivamente,
el país necesita una política económica que
de manera muy activa ayude a corregir nuestras ineficiencias e
injusticias. Pero eso se hace cambiando conductas y aptitudes
de funcionarios, empresarios, sindicalistas. Para aumentar la
productividad y la equidad simultáneamente hay que actuar
sobre los valores comunitarios y sobre la organización
productiva. No se trata de tocar una u otra variable macro, por
importante que sea. El debate político pasa tan lejos de
este concepto, que me siento obligado a mostrar ejemplos de política
activa necesaria, extraídos de nuestra experiencia en la
Sepyme de apenas los últimos días.
Volkswagen Argentina produce 35.000 vehículos anuales y
tiene 100 proveedores autopartistas. Es una de las 56 filiales
mundiales de una corporación que produce 5 millones de
vehículos y que se abastece de autopartes por cotización
de todas las filiales a su casa central. Esto permitiría
trabajar a fondo con 20 o 30 proveedores para operar a escala
global. No sucederá automáticamente. Todas las partes
debemos hacer una tarea profunda para llegar allí. Esto
es política activa.
El gobierno de San Juan piensa en un intercambio compensado con
otras provincias, donde productos locales abundantes se cambien
entre fabricantes, abaratando la oferta. Resolver esto es política
activa.
Las cámaras productoras de herrajes, bulones y tornillos,
muebles, indumentaria, calzado o marroquinería proponen
una modalidad distinta de control de las importaciones, con su
participación, que reduciría los ilícitos
por subfacturación. Hacer esto es política activa.
Miles de pequeños empresarios no son sujeto de crédito
porque tienen historias complicadas, aunque sus proyectos actuales
son aceptables. Simultáneamente, hay más de 400
millones de dólares de crédito disponible sin usar,
por falta de interés bancario. La Sepyme tiene un camino
para juntar oferta y demanda. Concretarlo es política activa.
Hay mil ejemplos más de la gestión cotidiana. Me
da miedo percibir que quienes cuestionan el piloto automático
se embarcan con pasión en discutir temas laterales o marginales,
con la fantasía de la variable única de efecto instantáneo.
Mientras tanto, el verdadero cambio sigue esperando.En el imperio
de los lugares comunes argentinos, se dice que para salir del
modelo del piloto automático hay que aumentar la aplicación
de políticas activas. Hoy, que se inicia una nueva etapa
en la economía argentina, conviene recordar qué
es una política activa.
Todo el espectro progre o seudoprogre, cuando tiene que dar un
ejemplo práctico, recurre a la reducción de la tasa
del IVA. Los más arriesgados sugieren ir del dólar
a una canasta de monedas o generalizar un subsidio a los desempleados.
Pero éstas no son políticas activas. En el mejor
de los casos son iniciativas que corrigen el piloto automático
y luego lo vuelven a dejar frío.
No se trata de una cuestión académica. Efectivamente,
el país necesita una política económica que
de manera muy activa ayude a corregir nuestras ineficiencias e
injusticias. Pero eso se hace cambiando conductas y aptitudes
de funcionarios, empresarios, sindicalistas. Para aumentar la
productividad y la equidad simultáneamente hay que actuar
sobre los valores comunitarios y sobre la organización
productiva. No se trata de tocar una u otra variable macro, por
importante que sea. El debate político pasa tan lejos de
este concepto, que me siento obligado a mostrar ejemplos de política
activa necesaria, extraídos de nuestra experiencia en la
Sepyme de apenas los últimos días.
Volkswagen Argentina produce 35.000 vehículos anuales y
tiene 100 proveedores autopartistas. Es una de las 56 filiales
mundiales de una corporación que produce 5 millones de
vehículos y que se abastece de autopartes por cotización
de todas las filiales a su casa central. Esto permitiría
trabajar a fondo con 20 o 30 proveedores para operar a escala
global. No sucederá automáticamente. Todas las partes
debemos hacer una tarea profunda para llegar allí. Esto
es política activa.
El gobierno de San Juan piensa en un intercambio compensado con
otras provincias, donde productos locales abundantes se cambien
entre fabricantes, abaratando la oferta. Resolver esto es política
activa.
Las cámaras productoras de herrajes, bulones y tornillos,
muebles, indumentaria, calzado o marroquinería proponen
una modalidad distinta de control de las importaciones, con su
participación, que reduciría los ilícitos
por subfacturación. Hacer esto es política activa.
Miles de pequeños empresarios no son sujeto de crédito
porque tienen historias complicadas, aunque sus proyectos actuales
son aceptables. Simultáneamente, hay más de 400
millones de dólares de crédito disponible sin usar,
por falta de interés bancario. La Sepyme tiene un camino
para juntar oferta y demanda. Concretarlo es política activa.
Hay mil ejemplos más de la gestión cotidiana. Me
da miedo percibir que quienes cuestionan el piloto automático
se embarcan con pasión en discutir temas laterales o marginales,
con la fantasía de la variable única de efecto instantáneo.
Mientras tanto, el verdadero cambio sigue esperando.
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