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EL FREPASO IMPULSA LA INVESTIGACION SOBRE LAVADO
“El Gobierno debe estar al frente”

El Frepaso no quiere que la investigación sobre el lavado de dinero durante el menemismo quede oscurecida tras los ruidos económicos. Están convencidos de su importancia institucional.

Por Susana Viau

“Esta es una cuestión de primer orden para nosotros y creemos que el Gobierno no sólo debe acompañar sino que debe ponerse al frente”, dijo ayer el ex vicepresidente Carlos “Chacho” Alvarez al referirse a la investigación sobre lavado de dinero. Antes de iniciar el cónclave que el Frepaso mantendría minutos más tarde en su sede de la avenida Callao, Alvarez y el diputado Juan Pablo Cafiero informaron a Página/12 que esa voluntad sería recogida en uno de los puntos de la declaración que se emitiría al fin de la reunión partidaria.
Tanto Alvarez como Cafiero y Darío Alessandro, presidente del bloque de la Alianza, vienen siguiendo con atención el desarrollo de las denuncias formuladas por el demócrata mendocino Gustavo Gutiérrez y la radical Elisa Carrió y se han comprometido a dar respaldo incondicional a la comisión investigadora de diputados. El interés del Frepaso por las operaciones de los bancos de Raúl Moneta con entidades off shore se remonta a mucho antes de que esas maniobras culminaran en las oficinas del senador demócrata Carl Levin. Fueron precisamente Cafiero y Alessandro quienes en 1998 presentaron un pedido de informes para que el titular del Banco Central, Pedro Pou, respondiera si era cierto que inspectores de la entidad habían detectado maniobras sospechosas realizadas en forma reiterada entre el Banco República, el Federal Bank, el Citibank y sociedades de accionistas no identificados que tenían radicación en Uruguay.
En aquella oportunidad, Pou respondió por medio del entonces jefe de Gabinete Jorge Rodríguez que desconocía la existencia de operación alguna calificada como “sospechosa”. Cafiero y Alessandro habían preguntado también por UFCO, una sociedad creada en las Islas Vírgenes, propietaria del Edificio República (actual sede de Telefónica de Argentina) y accionista del CEI. La desmentida que los hechos y la documentación incautada por la Justicia dan ahora a la contestación de Pou permitió que los diputados socialistas Alfredo Bravo y Jorge Ribas solicitaran la reapertura de una causa que la Justicia había archivado.
A los tres hombres clave del Frepaso no se les escapan ni las posibles derivaciones del tema ni la gravedad institucional que éste puede adquirir a medida que se conozcan con nombres y apellidos quiénes fueron los beneficiarios de las operaciones que respondían siempre a un mismo esquema y se prolongaron en el tiempo. Fue, según el reporte, durante ocho años que se escurrieron por esa oscura maraña de empresas y bancos de paraísos fiscales más de 4500 millones de dólares. No obedece a un corte arbitrario: es el que medió entre el esplendor y el ocaso del Banco República, del ex banquero Raúl Moneta y del gobierno menemista que tuvo en Alvarez y Cafiero sus más acérrimos adversarios.


BERNARD MONNOT, EXPERTO EN LAVADO, SOBRE EL CASO ARGENTINO
“El inicio de una gran limpieza”

Por Eduardo Febbro
Desde París

IBM, Citibank, Bahamas... esos nombres que sacuden la crónica financiera argentina figuran desde hace mucho en los informes elaborados por organismos occidentales que investigan la circulación y el blanqueo del dinero sucio. Todo tiene la apariencia más estricta de la legalidad porque, como lo señala una investigación francesa sobre los paraísos fiscales, “la regla para que una operación de blanqueo de dinero tenga éxito es hacer que ésta se parezca lo más posible a una operación legal”.
La misma investigación señala que “el denominador común de esas operaciones y de otros delitos financieros es el aparato montado en los paraísos financieros y los centros off-shore”. Bahamas, Isla de Man, Liechtenstein, Luxemburgo y Suiza, a su manera, más otros tantos paraísos de la corrupción que funcionan en los cuatro puntos cardinales del planeta representan el eje oculto, pero central del aspecto menos elogiable de las finanzas internacionales. Coimas, triangulaciones, blanqueo de capitales de origen criminal, financiamiento oculto de partidos políticos, vaciamiento de empresas, la lista de “operaciones” es infinita. Por curioso que parezca, muchos especialistas advierten que esos paraísos sirven casi de manera exclusiva a los países ricos. En esta entrevista con Página/12, Bernard Monnot, ex banquero y autor de un libro-informe sobre los paraísos fiscales, describe en detalle el funcionamiento de ese Edén de las finanzas internacional al tiempo que interpreta el escándalo argentino con el consiguiente informe del Senado norteamericano como “el comienzo de la gran limpieza” derivada de los peligros que los paraísos fiscales hacen correr a las estructuras de mando tradicionales.
–¿A cuánto ascienden los capitales que circulan en los paraísos fiscales?
–Se trata de una suma considerable. Para definir las cifras lo mejor es remitirse al cálculo casi oficial de las agencias de las Naciones Unidas y del GAFI, el organismo ligado a la OCDE. Ambos estiman que el dinero criminal que circula se eleva entre el 2 y el 5 por ciento de la totalidad de los capitales mundiales. Lo curioso de todo esto es que ningún organismo pudo realizar un estudio profundo, por lo tanto, las cifras proporcionadas son meras estimaciones. Pero las cifras ascienden a miles, de miles, de millones de dólares. Además, esa estimación atañe el dinero criminal, pero no comprende el fraude fiscal.
–¿Cuál es la función de los paraísos fiscales?
–El papel esencial de los paraísos fiscales consiste en reciclar el dinero de los países industrializados para que esos capitales regresen limpios a esos mismos países industrializados. Los paraísos fiscales venden su soberanía y se vuelven así paraísos judiciales y jurídicos que acogen empresas pantallas. Por consiguiente, esos paraísos están bajo el control directo de los países ricos. Lo que ocurre ahora es que las naciones industrializadas empiezan a darse cuenta del peligro que ello representa y por eso están tomando algunas medidas. Los Estados Unidos también son conscientes ahora del peligro que representa esa división del poder entre las autoridades, los dirigentes de empresas honestas y la gran criminalidad. Existen varias listas de paraísos fiscales, sea la del GAFI, sea la de la ONU o de otras instancias. Pero cada uno tiene su propia lista. Por ejemplo, algunas listas elaboradas denuncian a los países enemigos, pero olvidan señalar los paraísos que están bajo la protección directa de quienes elaboraron la lista. El ejemplo más rotundo es el de Gran Bretaña. La isla de Man depende de los ingleses y de la City, perolos ingleses no quieren ni oír hablar de cerrar ese paraíso porque les sirve para sus propios chanchullos.
–En el caso concreto de la Argentina es un grupo bancario norteamericano, el Citibank, quien figura en la cadena del blanqueo. Precisamente, es un informe del Senado norteamericano el que detalló la operación. Eso quiere decir acaso que Washington empieza a hacer limpieza desde adentro.
–Claro, la historia argentina demuestra que los norteamericanos quieren poner término al fenómeno. En mi opinión, lo que pasó con el escándalo argentino es el comienzo de la gran limpieza. Sin embargo, primero hay que saber que Bahamas sirvió como paraíso judicial, jurídico y fiscal para las multinacionales como Microsoft, Boeing o Hewlett Packard. En segundo lugar, también hay que saber que todos los estados del mundo hacen lo mismo: descubren el blanqueo de dinero cuando se ven obligados a ello porque el caso está en la plaza pública o porque llegó a los tribunales. El escándalo del Bank of New York con los fondos que nunca llegaron a Rusia salió a la luz porque el FMI fue descubierto con las manos en la masa. Es así de simple.
–Esto quiere decir también que esos capitales de las sombras se vuelven demasiado potentes amenazando así el orden de la decencia aparente.
–Efectivamente es así. Los servicios internacionales de policía, los jueces, que buscan un incremento de la cooperación internacional, en fin, son muchos los interlocutores que conocen la dimensión del problema. Sin embargo, mientras no haya una cooperación internacional definida entre los jueces no se podrá avanzar. En la actualidad, un juez necesita entre dos o tres años para descubrir una transferencia que duró un segundo a través de un giro informático. El problema depende mucho de la cooperación internacional.
–¿Cuáles son las operaciones más corrientes que se realizan con los paraísos fiscales?
–Hay de todo. Está el preblanqueo que consiste en depositar valijas en los paraísos judiciales para que no haya control alguno. Luego existen otras operaciones en las que intervienen otros paraísos, sea fiscales para no pagar impuestos o jurídicos para recurrir a las empresas pantalla. El blanqueo es una operación que se lleva a cabo en varias etapas hasta que el dinero sucio se mezcla con la plata limpia. Ese es el drama porque una vez que el dinero sucio entra en el circuito ya no se puede distinguir más entre el dinero criminal y el honesto. Los paraísos fiscales permiten que el dinero de la droga, la prostitución, de la trata de niños, el dinero del tráfico de órganos, de las guerras privadas y de la corrupción, en suma, que todos esos capitales negros entren en el círculo global. Nunca hay que olvidar que los paraísos fiscales sirven para blanquear dinero manchado, dinero criminal, casi exclusivamente de los países ricos. Los países del tercer mundo apenas sirven como buzón. Por eso la comunidad internacional ha dejado que esos paraísos trabajen en toda impunidad. Los paraísos fiscales situados por ejemplo en América Central, en Bahamas o en Extremo Oriente son utilizados exclusivamente por los países ricos. En lo que atañe al escándalo que sacude a la Argentina y que implica a IBM, ése es un caso característico de corrupción. Es el típico ejemplo del dinero proveniente de la corrupción a través de una estructura triangular. No obstante, no olvidemos que a veces la triangulación es una mera apariencia porque suele ocurrir que los protagonistas son muchos más: un paraíso fiscal, más un paraíso jurídico, más un paraíso judicial... más... más... más... Hacen falta varios paraísos y varios países. Hay incluso ejemplos donde intervienen hasta seis países en la operación: un país que sirve para el preblanqueo, otro que sirve para blanquear, otro país que sirve para que no se paguen impuestos, más el país que sirve únicamente como sede de una empresa pantalla. La ingeniosidad de los criminales no tienelímites, tanto más cuanto que la criminalidad financiera cuenta con la ayuda de consejeros especializados, abogados, contadores, etc. Incluso esos consejeros pueden consultarse mediante Internet. Es posible crear una empresa en Internet y consultar a un abogado que le entregará, también en Internet, una empresa pantalla perfectamente legal. Todo eso sin que haya necesidad de mostrar la cara o un documento.

 

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