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El chico que mató con una sonrisa

Un estudiante secundario de California abrió fuego en su escuela: mató a dos compañeros e hirió a otros trece.

Por Duncan Campbell *
Desde Los Angeles

Ayer por la mañana, un sonriente estudiante secundario abrió fuego sobre sus compañeros en un colegio en los suburbios de San Diego, California: mató a dos e hirió a por lo menos otros 13. Según sus amigos, el chico había hecho alarde durante el fin de semana de sus planes de producir “otro Columbine” y preguntó si se le querían unir. Ellos pensaron que estaba bromeando y no informaron de sus planes. La matanza recordó la tragedia del colegio secundario Columbine ocurrida en Colorado en 1999, cuando dos estudiantes abrieron fuego contra compañeros de estudios y maestros.
El presidente Bush ofreció sus condolencias a los estudiantes y familias: “Nuestros corazones y nuestras oraciones están con los padres, los maestros y los niños cuyas vidas se han visto completamente alteradas”. Describió a los disparos como “un vergonzoso acto de cobardía” y les pidió a los adultos que enseñen a sus hijos que “la vida es preciosa”.
La matanza tuvo lugar en la escuela secundaria Santana en Santee, un suburbio de San Diego, a poco de comenzar las clases del día. Aparentemente empezaron en un baño de varones en el colegio cuando un estudiante de noveno grado, de 15 años, descripto por sus compañeros como “un conocido provocador”, sacó un arma y abrió fuego.
Durante el fin de semana, el estudiante se había quejado de que lo estaban patoteando y dijo que iba a “comenzar en el baño y seguir hasta la salida”. Sus amigos no pensaron que hablaba en serio y dijeron que, aunque en otras ocasiones se había quejado de que lo molestaban, era alguien con muchos amigos. Un compañero del acusado dijo: “Estuvo hablando de ello durante el fin de semana... Su padre tiene un montón de armas”. Dijo que él y otros compañeros no lo habían tomado en serio y no habían informado de la conversación porque “no querían meterlo en problemas”. Un estudiante hasta lo palpó antes del colegio en un intento medio en broma de saber si llevaría a cabo su amenaza. Pero el arma estaba oculta en su mochila.
Los compañeros dijeron que el joven estaba sonriendo cuando abrió fuego con un arma de caño largo en el baño, y alcanzó a 15 personas, incluyendo a un guardia de seguridad que trabajaba en la escuela y un supervisor. El estudiante John Schardt, de 17 años, señaló: “Lo miré al chico. Estaba sonriendo y disparaba su arma”.
Los disparos mataron a dos estudiantes. Uno de ellos tenía 15 años y murió en el acto; el otro falleció al llegar al hospital. Uno de los heridos estaba ayer en estado crítico.
El pánico cundió mientras los estudiantes huían del área. El chico armado volvió a entrar al baño para recargar el arma, salió y abrió fuego nuevamente. Los equipos de la policía SWAT estuvieron en la escena dos minutos después de recibir una llamada de emergencia y detuvieron al muchacho, que todavía estaba en el baño. Un vocero del departamento del alcalde dijo que “se creía que un único chico armado era responsable, aunque ya se estaba llevando a cabo una investigación para saber si algunos amigos habían aceptado unírsele en la matanza”.
Entre los 2000 estudiantes del campus primaba el asombro. Una estudiante dijo: “No sé por qué lo hizo. Todos tenemos amigos aquí. No nos burlamos de nadie y no dejamos afuera a nadie”.

* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

 

 

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