Por Claudio Scaletta
Ricardo Hipólito López
Murphy pasó raudo por la reunión que mantuvo el presidente
Fernando de la Rúa con un grupo de los principales empresarios
del país. Presentó un cuadro de situación, las bases
de sus futuras decisiones y tranquilizó a la mayor parte de los
presentes: no hay necesidad de abandonar el régimen de convertibilidad,
afirmó. Apenas 10 minutos bastaron para que se lleve un recuerdo
de rostros sonrientes. Le quedó claro que el apoyo recibido del
establishment era sin fisuras. Aunque el encuentro estaba previsto antes
de la asunción del nuevo ministro, el Presidente pudo reafirmar
su convencimiento de haber elegido al hombre correcto, al menos para estos
ámbitos. Después vino el tiempo de los reclamos empresarios,
especialmente contra la creatividad de algunos municipios
para agregar nuevos impuestos.
Al vicepresidente de Socma, Jorge Aguado, le gusta el diálogo franco.
Por eso desde principios del 2001 promovió que los principales
representantes del poder económico mantengan con el Gobierno una
comunicación sin intermediarios. Se trataba de sentar en la misma
mesa al poder político con los presidentes de laboratorios, privatizadas,
automotrices, agroalimentarias y bancos. El objetivo explícito,
según comentó a Página/12 el propio organizador,
es que los empresarios le transmitan de manera leal al Presidente
sus necesidades e inquietudes. Claro que, de paso, los encuentros
sirven para el subibaja de pulgares. Para el nuevo ministro de Economía
ayer todos fueron halagos.
De la Rúa, por su parte, pudo detectar un sensible cambio respecto
de la última reunión de hace poco más de una semana.
El 27 de febrero la preocupación de los empresarios, en línea
con la city, se centraba en el ruido político generado
por los cuestionamientos a Pedro Pou. Ayer, en cambio, los representantes
del poder económico pudieron dedicarse a cuestiones más
específicas de sus firmas. Esto, a pesar de que algunos voceros
prefirieron difundir la visión light de los temas tratados según
la cual los reclamos nunca fueron acerca de problemas particulares. Entre
la veintena de participantes, no fueron pocos los que se quejaron por
los impuestos que distintos municipios aplican a sus actividades. Sin
embargo, también hubo tiempo para las cuestiones macro, como la
promoción de inversiones para combatir la desocupación,
según la síntesis de uno de los participantes del encuentro,
o los problemas que en algunos sectores genera el contrabando.
Sobre el final de la reunión de dos horas llegó el canciller
Adalberto Rodríguez Giavarini. Sobre su presencia, las versiones
de los asistentes menos renuentes a hablar con la prensa fueron encontradas.
Algunos dijeron que permaneció todo el tiempo en silencio. No obstante,
el vicepresidente de Socma dijo a este diario que durante el encuentro
se habló de la necesidad de reafirmar el Mercosur. Entre los empresarios
cuyas firmas tienen una fuerte integración con Brasil, destino
de casi el 30 por ciento de las exportaciones argentinas, causaron alarma
las declaraciones que contra la unión aduanera se escucharon este
fin de semana de economistas que integrarán el Gobierno.
Hubo sin embargo un tema que no se trató y que muestra el pragmatismo
de los empresarios. Durante el encuentro nadie hizo la menor referencia
al ministro saliente. Sin embargo, luego de la reunión, Jorge Aguado
tuvo unas palabras de agradecimiento a los servicios prestados por José
Luis Machinea. Hizo un esfuerzo muy grande y consiguió algunos
logros importantes como el blindaje, concluyó.
DEBUT
COMO MINISTRO DE ECONOMIA EN EL GABINETE
Las cuentas no están en orden
Por F. C.
Por si le quedaban dudas, los
ministros supieron ayer de boca del flamante jefe de Hacienda que los
números de la economía son preocupantes. En su primera reunión
de gabinete como ministro de Economía, Ricardo López Murphy
hizo un informe preliminar sobre cómo encontró su ministerio,
en base a los datos que le pasó José Luis Machinea. En síntesis,
anunció una situación fiscal delicada, de acuerdo
con lo comentado por uno de los presentes, y recomendó achicar
gastos.
Su intervención fue necesariamente breve por una cuestión
de horarios: a las 9.30 comenzó la reunión de gabinete en
el edificio de la Jefatura de Gabinete y a las 10 debió irse junto
a Chrystian Colombo para participar del encuentro del presidente Fernando
de la Rúa con empresarios que, en este momento, resultaba más
trascendente.
Por eso, lo del nuevo ministro no escapó mucho de las generalidades
y el repaso de cuestiones ya conocidas. Pero sí dio algunas pautas
sobre lo complicado de la encrucijada económica apenas transcurridos
tres meses del blindaje y de la euforia que trajo aparejado. López
Murphy les confirmó a sus compañeros de gabinete la imposibilidad
de cumplir con las metas fiscales pautadas con el FMI para el primer trimestre
que tratarán de ser compensadas con una reducción de gastos
para los próximos tres meses, cuestión de dejar nivelado
el semestre.
Por lo tanto, aunque sin entrar en especificaciones, López Murphy
les advirtió a los otros ministros que será necesario gastar
menos. Se sabe que el nuevo jefe de Hacienda buscará un nuevo ajuste
en todas las áreas, sobre todo en lo que se denomina gastos políticos.
En el rubro ingresa lo que desde la Nación se envía a las
provincias, por ejemplo, en concepto de Adelantos del Tesoro Nacional
(ATN).
De ahí que se rumoree la posibilidad de que López Murphy
ponga un hombre de su equipo en la Secretaría de Relación
con las Provincias, que depende del Ministerio del Interior, actualmente
en manos de Walter Ceballos. Según lo anticipado por el Presidente,
los funcionarios que planeen ser candidatos en octubre serán reemplazados.
Ceballos podría ser candidato a senador en San Luis; el problema
es que para las elecciones faltan más de seis meses y nadie quiere
dejar un cargo en el Ejecutivo con tanta anticipación. Además,
en Interior aseguran que, luego de las sucesivas podas, los ATN quedaron
en algo así como 100 millones de pesos. Bastante poco para las
urgencias que suelen aparecer en las provincias e insuficiente si con
eso se pretende ayudar a una fluida relación con los caciques justicialistas
del interior.
La reunión de gabinete la presidió Colombo mientras estuvo
y, cuando se fue con López Murphy, quedó a cargo del ministro
del Interior, Federico Storani, quien informó sobre la agenda de
viajes por las provincias que le preparó al Presidente para los
próximos meses. Aunque no está establecido así, los
viajes que le arma Interior son un anticipo de la campaña electoral,
en la que el Presidente tiene previsto recorrer varias veces el país.
Storani también anticipó que De la Rúa formará
parte de un encuentro con legisladores latinoamericanos que viene organizando.
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