Por Eduardo Tagliaferro
Su nombre no fue bochado,
dijo a Página/12 el titular del bloque aliancista de diputados,
Darío Alessandro, y una alta fuente del Ministerio del Interior
también consultada por este diario coincidió
con la apreciación del frepasista. Pero desde la Jefatura de Gabinete
dijeron lo contrario: Ricardo Mitre, ex secretario administrativo del
Senado y hombre de extrema confianza de Carlos Chacho Alvarez,
no fue aceptado por Fernando de la Rúa para ocupar la Secretaría
General de la Presidencia. Esta versión se apoyaba en que el cargo
había sido ofrecido a Alessandro y no a otro. Las declaraciones
contradictorias reconocen su génesis en la puja interna que existe
en el gabinete por los espacios que rodean al Presidente y, además,
con la intención de, al menos, un sector del Gobierno de obtener
un compromiso más global del Frepaso con lo que será
la futura gestión de novel ministro de Economía, Ricardo
López Murphy.
Mientras se espera la decisión presidencial sobre el asunto, el
tema fue analizado ayer en una gran cantidad de reuniones. Una de ellas
fue de la que participaron los ministros del Interior, Federico Storani
y de Trabajo, Patricia Bullrich, junto a los frepasistas, Alessandro y
Rubén Giustiniani. Para los hombres del Gobierno las discusiones
forman parte de una propuesta integral, interpretada por los
funcionarios como un compromiso explícito del Frepaso
con la gestión oficial. Entre otros puntos, los ministros pusieron
sobre la mesa un rosario de leyes a las que consideran muy importantes,
entre ellas la de reforma previsional. Lejos de adscribir a la estrategia
oficial, que supedita el acuerdo general a las designaciones en el gabinete,
para los frepasistas se trata de dos temas que van por carriles separados.
Aunque en esas reuniones no fue definida la futura incorporación
de Mitre al gobierno, una consigna quedó en claro: Su nombre
no fue bochado. Así lo expresó Alessandro con todas
las letras y también lo reconocían en privado algunos destacados
funcionarios. A la misma hora desde la Jefatura de Gabinete se afirmaba
que su nombre había sido vetado por el Presidente.
En diálogo con este diario, algunos funcionarios del Gobierno objetaban
que Mitre no contaba con el peso político que De la Rúa
pretendía para el cargo. En tren de especulaciones, sugerían
que la propuesta de los frepasistas contenía cierto desdén
hacia el gesto presidencial. Con cierto tono quejoso, los funcionarios
insistían con que Alessandro era el candidato indicado. El
Presidente le tiene una gran confianza, decían.
Con cierto enojo los frentistas afirmaban que quienes dicen que
Mitre fue vetado están impulsando un operativo de prensa.
A la hora de las precisiones, afirmaban que los impulsores del operativo
eran los mismos que durante el fin de semana, en pleno recambio del ministro
Economía, habían sugerido que Graciela Fernández
Meijide y Storani se encontraban fuera del gobierno. Las miradas apuntaban
a Chrystian Colombo y a Enrique Coti Nosiglia.
Uno de los temas que surgió en las reuniones fue el futuro de los
planes sociales. La propuesta chachista de crear una agencia que unifique
todos los planes sociales aparece hoy como una idea que el Gobierno hizo
suya. Sí, su nombre está siendo considerado,
dijo a este diario uno de los participantes de las reuniones de ayer para
referirse a la posible designación del actual vicejefe de Gabinete,
Marcos Makón, como responsable de la futura agencia social.
Al analizar el escenario que se le presentará a la Alianza en el
Congreso se sumaron a los encuentros el titular de la Cámara de
Diputados, Rafael Pascual y el titular del bloque radical, Horacio Pernasetti.
En este punto, la principal preocupación del Gobierno es el tratamiento
que tendrá en el Parlamento el decreto de reforma previsional.
QUIENES
ENCARNAN LA PELEA DENTRO DEL GABINETE
Zancadillas alrededor del Presidente
Por F.C.
El recambio de gabinete no sólo
dejó como saldo los nuevos nombres que forman parte del elenco
ministerial. También abrió una interna que, cada vez con
menos sordina, vienen librando desde los ministerios de Federico Storani
y Graciela Fernández Meijide con el jefe de Gabinete, Chrystian
Colombo, a quien acusan sin nombrarlo de querer echarlos del
Gobierno. Una operación que, dicen, detuvo el propio Fernando de
la Rúa.
Valga como ejemplo lo que sucedió ayer. En Jefatura de Gabinete
sostenían que De la Rúa se había negado a que el
Frepaso pusiera a Ricardo Mitre en la Secretaría General de la
Presidencia a cambio de Darío Alessandro. En cambio, en Interior
no daban el tema por cerrado. Es que hay sectores que no quieren
que siga la Alianza, sostenían en el Ministerio del Interior.
En las cercanías de Fernández Meijide, aseguraban que el
domingo a la noche la ministra le dijo a De la Rúa que había
gente dentro del Gobierno que alentaba las versiones de cambios. El Presidente
le respondió confirmándola en el cargo. Hay un fogoneo
de un sector de la corte, respondía un funcionario
de Desarrollo Social. Y agregaba que había quienes intentaron aprovechar
las versiones de cambios para eliminar a los ministros que no le resultaban
de su agrado, en este caso, Fernández Meijide y Storani. Como posible
reemplazante, en ambos casos, se mencionó a la actual ministra
de Trabajo, Patricia Bullrich. Nos pegan siempre y llega un momento
en que se produce un desgaste, evaluaba el hombre cercano a Graciela.
Lo que el funcionario irónicamente denominaba la corte
engloba al mismo sector al que, meses atrás, Carlos Chacho
Alvarez responsabilizó por su renuncia y también de conspirar
contra la Alianza. En ese sector -según la visión de los
sectores denominados políticos de la Alianza,
la cabeza visible ahora sería Colombo, pero detrás funcionarían
su amigo, el ex ministro Enrique Coti Nosiglia, el ex jefe
de la SIDE, Fernando de Santibañes, y el hijo del Presidente, Antonio
de la Rúa. Este grupo quiere un gabinete con un perfil más
técnico y laborioso.
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