Por Andrés Osojnik
Un alto funcionario que se mantiene
en su cargo, sobreviviente de la gestión de Carlos Menem, será
denunciado en la Justicia federal por su presunta vinculación con
las maniobras de lavado y evasión que destapó el caso Perel.
Según pudo saber Página/12, la denuncia que se prepara en
la Procuración General de la Nación involucrará además
a varios ex funcionarios del gobierno anterior, entre los que figuran,
como ya fue publicado aquí, el ex titular de la SIDE, Hugo Anzorreguy.
Pero también es posible que lleguen de nuevo a la Justicia los
dueños del Banco Mercurio: es la entidad para la que trabajó
Perel y que ya fue investigada por contrabando. La presentación
será efectuada la semana próxima.
El cóctel de delitos que salieron a luz con la investigación
de la muerte del financista Mariano Perel y su esposa en Cariló
está integrado -por ahora por las figuras de cohecho (coimas),
malversación de caudales públicos, evasión tributaria
agravada, falsificación de instrumento público y falsedad
económica. Por alguna (o algunas) de esas figuras deberán
responder los distintos funcionarios que sean mencionados en la denuncia
que llegará a la Justicia federal.
La investigación en torno de las muertes de Cariló quedó
definitivamente dividida en dos. Por un lado, se trata de dilucidar cómo
y por qué murieron Perel y su mujer. Esa pesquisa se centra en
Dolores, en la sede de la Fiscalía a cargo de Claudia Castro. En
la Capital Federal, en tanto, ya se analizan con lupa todos los documentos
encontrados en torno a Perel, que desnudan las operaciones de lavado de
dinero, evasión tributaria y otros delitos económicos, en
muchos de los cuales estaba involucrado el propio financista. Esa otra
pesquisa está en manos de la Procuración General de la Nación
que comanda Nicolás Becerra, a través de la
Unidad Fiscal de Investigaciones de Delitos Tributarios y Contrabando
(Ufitco).
La unidad se encuentra desmenuzando la ya famosa carta de Perel a su familia,
escrita en 1996: se trata de un instructivo por si le pasaba algo, en
el que incluyó una serie de datos extremadamente precisos sobre
todo tipo de irregularidades en los que estaba involucrado o sobre los
que tenía conocimiento. Basada en esa y otra documentación
aparecida en torno al caso Perel, la Ufitco planea llevar a tribunales
una denuncia que tendrá varias aristas.
Una es la del sobreviviente
funcionario menemista. De la documentación reunida surge que podría
haber cometido, cuanto menos, evasión tributaria. Al parecer, habría
hecho inversiones a través de bancos off shore del Uruguay.
El Banco Mercurio. En esa entidad,
propiedad de los hermanos Benadón, Perel trabajó hasta 1996,
año en el que fue investigada la entidad y él mismo por
contrabando. La causa fue llevada adelante por el juez en lo penal económico
Julio Cruciani, que finalmente la cerró con el sobreseimiento de
Perel. Esa investigación estuvo mal hecha, interpretan
ahora en la Procuración General de la Nación, con la mirada
puesta en los detalles que dejó por escrito el financista muerto
en Cariló. Como ese caso está cerrado y nadie puede ser
juzgado dos veces por el mismo delito, la idea en la Ufitco es encontrar
algún aspecto que no haya sido investigado en torno de esas supuestas
maniobras sucias. Y así llevar de nuevo a la Justicia a los responsables
del Mercurio.
Otra pata es Hugo Anzorreguy.
Perel, en su carta-testamento, detalló una operación clandestina
contra Luis Moreno Ocampo encargada en 1996 por la SIDE a su entonces
socio Carlos Doglioli, que lo hizo partícipe del negocio. La idea
era montar una maniobra para desprestigiar a quien se consideraba, en
la SIDE y según Perel, un adalid anticorrupción. La operación
contó con suculentos montos para financiarla, e incluyó
el contrabando de los equipos de espionaje, con conocimiento de funcionarios
de la SIDE. Para la Ufitco, Anzorreguy como titular de entonces
de laSIDE podría ser acusado de malversación de caudales
públicos por espiar a un particular sin autorización judicial.
La DGI. Perel escribió
que en esa misma época coimeó a un funcionario de la Dirección
General Impositiva para que frenara un expediente por el que se investigaban
supuestas operaciones en negro del Banco Mercurio (en realidad, de Cambio
Mercurio, del cual el banco era continuidad). Perel era entonces directivo
de la entidad y siempre según su texto coimeó
a un supervisor de inspección para que se dejara de investigar
la presunta evasión millonaria. Además de unos 200.000 dólares,
Perel cuenta que le emitió una tarjeta VISA Gold especial, que
circulaba por fuera del circuito del control legal, y le regaló
unos electrodomésticos. En poder de la Ufitco está la factura
de esta compra, cuya fecha coincide con la resolución interna en
la DGI por la que se archivó el caso. Ahora pueden terminar en
la Justicia los dos funcionarios de la DGI involucrados: el supervisor
y su jefe.
Dos amigos en la Fiscalía
Dos de los más íntimos amigos de Mariano Perel consideraron
que el ejecutivo no planeaba morir y dijeron que había
hecho planes para la semana posterior a su muerte, con lo que interpretaron
que no serían posibles las hipótesis del suicidio
o del doble homicidio por autoencargo.
El contador Daniel Johzpa y el médico Mario Sujoy declararon
ayer como testigos ante la fiscal de Dolores María Claudia
Castro, y ambos coincidieron en que la noticia de la muerte los
tomó por sorpresa. Sujoy detalló que el sábado
3 de febrero habló por teléfono con Perel, cuando
éste se encontraba en Cariló junto a su mujer.
El médico se comunicó desde su celular al del ejecutivo
y mantuvo con él un día antes de su muerte
una conversación durante la cual lo notó de
buen ánimo y distendido. Los amigos habían pactado
tomar un café el lunes siguiente, ya que el martes Sujoy
salía de vacaciones rumbo a Sudáfrica, viaje que en
un principio había planeado hacer con los Perel, quienes
debieron postergarlo por cuestiones laborales de la esposa del ejecutivo.
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LO
QUE DESTAPO LA INVESTIGACION DEL CASO PEREL
Un sistema financiero paralelo
Por A. O.
Lo que sacó a luz
el caso Perel es que en la Argentina funciona un sistema financiero paralelo
al legal, un circuito económico totalmente desconocido para los
argentinos. Se trata de un flujo económico tan tremendo que relativiza
las cifras económicas que se manejan habitualmente. El diagnóstico
pertenece a Maximiliano Rusconi, titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones
de Delitos Tributarios y Contrabando (Ufitco), que depende de la Procuración
General de la Nación. Esa unidad lleva adelante el costado financiero
de la pesquisa en torno de la muerte de Perel. El instructivo de
Perel es un manual sobre cómo funciona el lavado en la Argentina
y eso nos sirve de entrenamiento para investigar nuevos casos, asegura.
¿Cuál es la documentación que están
analizando exactamente?
Nosotros empezamos por el instructivo que escribió Perel
a su familia. Solamente allí hay ya una descripción precisa
de personas, roles y el sistema de lavado con bancos off shore. Esa información
ya está siendo analizada para ver qué delitos surgen de
allí. Por otra parte, el lunes trajimos de la Fiscalía de
Dolores una copia del disco rígido de una de las computadoras del
Perel, y recibiremos lo mismo de las otras dos. Se trata de un cúmulo
importante de información: en el disco que tenemos hay 600 carpetas
con infinidad de archivos. Vamos a ir analizando todo, pero no queremos
llenarnos de papeles y que eso entorpezca la investigación. Vamos
a ser selectivos con la información y a medida que tengamos precisiones
y fundamentos, haremos las denuncias que correspondan.
¿Qué es concretamente lo que van a denunciar?
El gran tema que aparece vinculado a Perel es el lavado. El era
un especialista en esto. Por un lado, era un extorsionador. Un especialista
en conseguir información, y utilizarla luego para la venta o la
extorsión. Pero también era un especialista en la legitimación
de activos. Un intermediario con el sistema off shore.
¿Tienen nombres concretos que incorporarán a la denuncia?
Sí.
¿De quiénes se trata?
No lo podemos decir todavía, hasta tanto no tengamos toda
la información sistematizada.
¿Hay funcionarios del gobierno de Menem?
Sí.
¿Y del actual?
Hasta ahora no. Pero repito, la información que nos falta
analizar es mucha. Cuando empezamos a estudiar el instructivo de Perel
pensamos que ese documento era buena parte de la información disponible.
Ese solo documento ya revela la magnitud de la cuestión. Concretamente
surge información sobre varios casos de evasión tributaria,
dos de cohecho y uno de malversación de caudales públicos.
Pero todo eso en realidad es sólo una ínfima parte de toda
la documentación que se va encontrando.
Usted mencionó que esto revela la existencia de un circuito
financiero ilegal, paralelo al oficial. ¿Cuál es su magnitud?
Son cifras espeluznantes. No se puede conocer su verdadera magnitud.
El instructivo sobre el que estamos trabajando lo hizo Perel para darle
información a su familia sobre cómo defenderse económicamente.
Hay un listado asombroso de mecanismos, operaciones y grupos económicos
funcionando en paralelo. Son millones de dólares funcionando en
paralelo al sistema oficial.
¿Cuántos otros Perel existen en el país?
Pueden ser muchos. Algunos podremos denunciar a partir de esta investigación.
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