Nuevamente, las individualidades se encargaron de contrapesar las dificultades
colectivas de River. Cardetti y Saviola, uno en cada tiempo, le dieron
tranquilidad a un equipo que consolidó ayer su chapa de candidato
a llevarse el primer puesto en el Grupo 5 de la Copa Libertadores.
Las previsiones, que hablaban de un River demoledor que saldría
a llevarse por delante a Guaraní, parecieron verificarse en la
realidad cuando, a los 3 minutos, Cardetti hizo honor a su racha goleadora
y abrió el marcador. El modo en que se produjo esta conquista,
además, era para derrumbar a cualquier equipo: tras una falla en
un rechazo le quedó justa al Chapulín para la volea y el
remate de éste, si bien violento, rozó en dos defensores
de Guaraní, descolocando completamente a Ferro.
Este comienzo le quitó presión a River, que había
consumado su objetivo antes de tiempo. Pero no generó ningún
cambio en su oponente, que parecía conformarse con el 0-1, en función,
quizás, de expectativas previas aún más funestas.
El equipo paraguayo, que presentó una línea de cuatro y
tres volantes de marca, siguió tratando en vano de
agruparse en su campo y salir de contraataque. La suficiencia con que
encaró River el partido después de la apertura del marcador
impidió que más goles llegaran con rapidez. Lento en el
medio, con juego fluido, no obstante, gracias al buen manejo de Coudet,
Ortega (lesionado, fue reemplazado en el primer tiempo por Zapata) y a
la velocidad de Cuevas, tenía asegurado el control del terreno
y de la pelota, pero su dominio no era absoluto. Tuvo las mejores situaciones
de gol. En esa primera etapa se lo perdió Coudet a los 7 minutos,
a los 35 Cuevas conectó un cabezazo que se fue muy cerca del palo
derecho de Ferro y a los 42 fue Cardetti quien, olvidando su olfato últimamente
infalible, desvió su remate cuando estaba solo frente al arquero
rival.
Lo de Guaraní fue, durante todo el partido, un resignado rol de
partenaire, aun cuando, ante la pasividad manifiesta de River en varios
pasajes del partido, simuló asumir un protagonismo que le quedaba
grande en términos futbolísticos. Si hubiese tenido a Julio
González, un delantero valioso que no jugó por estar suspendido,
seguramente habría tenido mayor contundencia ofensiva. Para colmo
Parra, el jugador más creativo que tiene este equipo, lució
aislado durante gran parte del encuentro. Cuando el público de
River comenzó a impacientarse, Saviola, que ingresó a los
14 minutos del segundo tiempo en lugar de Cardetti, tardó 10 segundos
en poner su sello para definir el partido. Luego el mismo Saviola y el
también juvenil Cavenaghi le dieron contundencia a una noche que
no hará historia.
ARGENTINA
VENCIO 2-1 A URUGUAY, POR EL SUB 17
El clasiquito quedó adentro
El seleccionado argentino Sub-17
dio ayer un paso muy importante para acceder a la fase final del Torneo
Sudamericano de la categoría, al vencer a su par de Uruguay por
21 en un partido correspondiente a la tercera jornada del grupo
A, que se jugó en el estadio de la Universidad Nacional de San
Agustín, de Arequipa. Los goles argentinos fueron convertidos por
Maximiliano López, a los 45 minutos del primer tiempo, y Carlos
Tévez, a los 31 minutos de la segunda etapa, mientras que Pablo
Mentaste había puesto en ventaja a Uruguay, a los 42 minutos del
período inicial. Con este resultado, Argentina se consolidó
en la punta del grupo con siete unidades, producto de dos victorias y
un empate, mientras que Uruguay se quedó con tres puntos y muy
pocas chances de acceder a la rueda final. El equipo argentino quedará
libre en el próxima jornada, en tanto el sábado venidero
cerrará su participación en la fase clasificatoria, enfrentando
desde las 19 a Venezuela.
El partido decepcionó a los dos mil espectadores que acudieron
hasta el estadio de la Universidad Nacional San Agustín (UNSA)
con la esperanza de ver un clásico rioplatense intenso,
al punto que silbaron a ambos seleccionados en muchos pasajes del encuentro.
Argentina encaró el encuentro con una postura cautelosa, le cedió
el campo y la pelota a su rival y trató de sorprenderlo de contraataque.
Al final, esa táctica le terminó dandole resultado, ya que
prácticamente aseguró su clasificación para el cuadrangular
final, que definirá a los tres equipos sudamericanos que representarán
al continente en el Mundial de Trinidad y Tobago, que se llevará
a cabo entre el 14 y el 30 de setiembre próximos.
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