La industria musical le ganó ayer una nueva batalla a Napster,
líder del intercambio gratuito de música a través
de Internet, cuando la Justicia estadounidense le dio a la empresa 72
horas de tiempo para que bloquee el acceso gratuito del público
a miles de canciones que están protegidas legalmente. Según
la decisión adoptada por una jueza de San Francisco, Marilyn Patel,
las compañías discográficas deben notificar a Napster
el título de la canción, el nombre del artista y el nombre
del archivo que debe ser bloqueado, de tal manera que las máquinas
de los usuarios no puedan acceder a ellas. La lista, que contiene los
nombres de 6000 artistas ya había sido conformada por las discográficas,
por lo que el viernes ya no deberían poder ser copiadas. El sueño
de un mercado anárquico y gratuito de música, eludiendo
cualquier tipo de restricción y/o comercio, está concluyendo.
La orden judicial previene a Napster de participar o facilitar a
otros la copia, el acceso, la transmisión o la distribución
de grabaciones protegidas legalmente. Las compañías
discográficas que llevaron a juicio a Napster el año pasado
por violaciones a los derechos de compositores e intérpretes musicales
han perdido centenares de millones de dólares desde que se difundió
este programa, que permite a usuarios de todo el planeta acceder sin pagar
a las novedades, rarezas y arhivos de la industria, con la posibilidad
de copiar las canciones y guardarlas en formatos poco menos que eternos.
El asunto Napster ha generado, por otra parte, un enorme debate en el
campo de los músicos, muchos de los cuales no están en contra
de que haya gente que pueda acceder a sus obras gratuitamente. Para otros,
en cambio, el método constituye un verdadero atentado a los derechos
de los artistas.En esta polémica, central en el Primer Mundo (no
así en Argentina), participaron grandes bandas de heavy metal como
Limp Bizkit --a favor-- y Metallica --en contra--, entre otros artistas
importantes.
La presidenta de la Asociación de la Industria Discográfica
de Estados Unidos, Hilary Rosen, aseguró ayer luego del fallo:
Estamos contentos por la rapidez con la que la Corte se pronunció
para que Napster eliminara de su sistema las obras que están en
infracción. Pero agregó que lo que la industria pretende
a largo plazo es terminar lo antes posible con la actividad completa Napster,
que ofrece a unos 60 millones de usuarios registrados la posibilidad de
que intercambien dos millones y medio de canciones a la vez. No hubo una
reacción inmediata por parte de los dueños de Napster. En
febrero, Hank Barry, principal figura pública de la puntocom, había
ofrecido a las compañías pagar una cifra sideral durante
los próximos cinco años para detener el proceso judicial.
La intención de llegar a un acuerdo por más de mil millones
de dólares fue rechazada el mes pasado por la mayor parte de las
compañías discográficas que saben que, a la larga,
terminarán perdiendo mucho más.
Sin embargo, días atrás, la empresa de Internet asesorada
por su abogado David Boies en un último esfuerzo por cambiar
la decisión de la jueza Patel, había bloqueado mediante
un sistema de filtros el uso de un millón de archivos que contaban
con Copyright. Patel ya había hecho cerrar Napster en julio pasado
y todo indicaba que, esta vez, volvería a fallar en su contra.
Napster aseguró que ha desarrollado un blindaje para cumplir con
esos requerimientos, pero en el mundo internético todos saben que
cuando las canciones más populares ya no estén disponibles
habrá pocas razones para que sus miembros utilicen el servicio.
El sistema de bloqueo desarrollado por Napster fue desplegado por primera
vez durante el fin de semana pasado, con un limitado efecto. Los usuarios
del sitio comenzaron a revisar la forma de burlar el blindaje y ya desarrollaron
nuevos sistemas para modificar los nombres de los archivos bloqueados
venciendo las trabas. Sin embargo, el sueño de las empresas de
terminar con el intercambio gratuito de archivos dista de estar finalizando.
Los expertos en Internet aseguran que si el impedimento de acceder a las
canciones se hace efectivo, la mayor parte de los usuarios de Napster
se pasarán a los sitios rivales, a los cuales una medida como la
adoptada no puede alcanzarlos debido a que no tienen servidores centrales
ni estructura corporativa a la que acusar. Por otra parte, hay numerosos
programas desarrollados o en desarollo que permiten, o permitirán,
usos similares a los de esta empresa.
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