Por Claudio Scaletta
La primera reunión del
año del Grupo Productivo terminó con pocas definiciones.
La única certeza es que la Unión Industrial Argentina, la
Cámara Argentina de la Construcción y Confederaciones Rurales
Argentinas están preocupadas por el rumbo que puede tomar la nueva
conducción económica. Pero por ahora no saldrán a
enfrentar a Ricardo López Murphy. Antes de guiarse por los antecedentes
de los hombres en danza para ocupar puestos en Economía y
también por el currículum ultraortodoxo del nuevo ministro
esperan tener un panorama de primera mano de los pasos que se darán
en el Palacio de Hacienda.
En su primera reunión del 2001 los integrantes del Grupo Productivo
se encontraron con un dato nuevo. Aunque la salida era previsible ya no
estará en el Ministerio de Economía un hombre que habían
creído de su propio núcleo. Para colmo de males, su reemplazante
parece aun menos afecto a emprender la más leve política
activa. Algunas declaraciones de su entorno llevaron a dudar incluso de
la continuidad del Plan de Infraestructura. Dato poco halagüeño
para las firmas vinculadas a un mercado interno que no muestra señales
de recuperación. Si al interior del poder económico hay
ganadores y perdedores, los productivos no se encuentran entre
los primeros.
A pesar de la preocupación deslizada por los asistentes a la reunión,
Página/12 pudo saber que se decidió no aparecer como enfrentados
a la nueva conducción de Economía. La versión oficial
fue dada a este diario por el futuro presidente de la Unión Industrial,
José Ignacio de Mendiguren, quien dijo que la primera reunión
del año se abrió con expectativas por la designación
de López Murphy. No obstante, el dirigente industrial prefirió
no calificar tales expectativas y dejar una línea de puntos suspensivos.
Lo que pidió cada agrupación es un plazo de 10 días
para reunirse por separado con el nuevo ministro y recién después
analizar en conjunto los resultados, consideró. Acerca de
los temas puntuales tratados en el encuentro, el dirigente industrial
dijo que se repasaron los temas de cada sector y encontramos que
las propuestas del año pasado reunidas en el documento de Tigre
tienen hoy mucha actualidad.
De Mendiguren se refería a las demandas por la factura de crédito,
el tercer vencimiento para el pago de servicios públicos y un mayor
control del contrabando y de las importaciones a precios de dumping.
A pesar de las posiciones de muchos de sus integrantes el Grupo Productivo
adquirió cierta práctica en no mostrarse enfrentado a las
sucesivas recetas de ajuste. Lo que aparece como descontento hacia su
interior, se traduce públicamente en vagas invocaciones a la equidad
y a un proyecto estratégico nacional. En el fondo, la tranquilidad
de los productivos donde el grupo Techint participa tanto por el
lado de la UIA, en la reunión de ayer se vio a Sergio Einaudi,
como por la CAC, que comanda el vicepresidente ejecutivo del grupo, Eduardo
Baglieto descansaba en la promesa presidencial de un amplio plan
de infraestructura. Hoy, cuando en Economía vuelven a afilarse
las tijeras, esta esperanza no está asegurada.
En otro orden, a pesar de que José Luis Machinea haya estado lejos
de representar una política industrialista, la llegada
de López Murphy al Ministerio de Economía representa el
acceso directo al gobierno de la facción del poder económico
con intereses en principio contrapuestos a los del GP; el de las privatizadas
y los bancos. Es decir, aquellos preocupados primero por el mantenimiento
del tipo de cambio antes que por la estructura de costos de las firmas
y el crecimiento del mercado interno.
Lo cierto es que mientras se sigue optando por un perfil conciliador,
la UIA observa mes a mes cómo los índices de producción
industrial se mantienen planchados el de enero mostró incluso
una considerable caída interanual, la CAC cómo se
achica el mercado interno mientras laslicitaciones del Plan de Infraestructura
no aparecen y el campo cómo su rentabilidad se reduce.
LA
CGT REBELDE PREPARA UN PARO
Se viene el estallido
La CGT rebelde convocará
a una nueva medida de fuerza en respuesta al nombramiento de Ricardo López
Murphy al frente del Ministerio de Economía. Así lo anticiparon
ayer a Página/12 voceros de Hugo Moyano, quien presidirá
hoy el Comité Central Confederal del sector. Ojo con el ajuste
que se viene el estallido, advirtió el dirigente combativo.
Los sindicalistas anoche aún no tenían resuelto si aguardar
el anuncio del nuevo paquete económico antes de ponerle fecha a
la protesta, que de todos modos deberá ser ratificada por un plenario
de delegaciones regionales. Pero donde no hubo cabildeos fue en la decisión
de impulsar hoy mismo el llamado a dos movilizaciones. Una para el 24
de marzo, en repudio el golpe, y la otra para el 5 de abril, en rechazo
al ALCA.
Por su parte, la CGT oficial de Rodolfo Daer también desarrollará
su propio Comité Central Confederal, aunque fuentes de ese sector
anticiparon que la dureza predominará únicamente en el discurso.
Que no insista con este modelo, que si no se viene la fea,
advirtió el jefe sindical en un anticipo de lo que será
el tono de las deliberaciones de hoy.
Daer buscó el martes a Chrystian Colombo para que le anticipe las
nuevas medidas. Pero se fue de la Jefatura de Gabinete con las manos vacías.
Ni siquiera logró obtener la fecha de pago de la deuda de 37 millones
de pesos que el Estado mantiene con las obras sociales sindicales.
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