Por Romina Calderaro
Hace un tiempo se reunió
en Davos un grupo de gente que comparte una visión empresarial
optimista del fenómeno de la globalización. Al mismo tiempo,
en Porto Alegre, se juntó otro grupo que la resiste, ejemplificó
el licenciado Carlos Alberto Alvarez, flamante titular de la Cátedra
del Pensamiento Político de la Universidad Nacional de Quilmes.
Enseguida escuchó una pregunta. Y usted, ¿en cuál
de las dos cumbres hubiera estado?, se animó un chico. Carcajadas
mediante, el ex vicepresidente contestó que él estuvo en
su casa, pero que probablemente hubiese estado en ambos sitios. En su
regreso a la docencia, Chacho prometió además aprobar a
todos los hinchas de Racing, pasó lista con los lentes puestos
y se lució en su rol de profesor célebre. No se salvó
de tener que prometer, ante una duda, que él dará dos horas
de clase por semana.
La cita fue ayer, a las siete y media de la tarde. El aula 213 de la Universidad
Nacional de Quilmes reventaba. Unas cien personas esperaban la llegada
de Alvarez, que apareció apenas diez minutos tarde. Prolijo en
un traje azul que combinó con camisa rosa y corbata bordó,
empezó explicando la primera unidad del programa, Gobierno
y Globalización. Comentó que antes de la caída
de la Unión Soviética se distinguía entre países
dominantes y dominados y afirmó que ahora se habla de países
desarrollados versus emergentes. Profesor, ¿cómo se
ubica la Argentina en ese esquema?, preguntó un chico. Es
un país de mediano desarrollo, con una economía emergente
que nunca llegó a ser país desarrollado, fue la respuesta.
Después de unos minutos en los que demostró que si hay algo
que maneja es el arte de la oratoria, Alvarez habilitó a sus alumnos
a que preguntaran. Ahí fue cuando un chico le preguntó dónde
hubiera estado él, si en el Foro Económico Mundial o en
el que lo combatió. Alvarez, político al fin, respondió
que en los dos. A esa altura, el líder del Frepaso ya había
pedido agua.
En el transcurso de la clase, Alvarez no tuvo problema en bajar de nivel.
¿Oyeron hablar del tercer mundo? ¿Saben lo que es
el efecto turco, ¿les interesa este tema?, fueron
algunas de las preguntas que hizo antes de abordar más en profundidad
esos temas.
Después se puso lentes, tomó lista, y se preocupó
por saber qué carreras estaban siguiendo sus alumnos ya que Pensamiento
Político es una materia común a varias orientaciones. Chacho
se encontró con muchos estudiantes de periodismo, pero también
con muchos cursando carreras como educación, comercio y hasta turismo.
Uno de sus ayudantes se ocupó de explicar el sistema de evaluación,
y ahí fue cuando Chacho hizo una pregunta clara: ¿Cuántos
son hinchas de Racing?. Hay que decirlo: no fueron muchos los que
levantaron la mano. Una lástima, porque el ex vicepresidente, pícaro,
les prometió la promoción directa de la materia. También
arrancó carcajadas cuando dijo saber que en este aula hay
periodistas disfrazados de alumnos, amén de que, aunque la
puerta estaba cerrada, los flashes de los fotógrafos que desde
afuera intentaban inmortalizar el primer día de clases de Chacho.
Alvarez también contó lo que esperaba poder enseñar,
y para eso brindó su definición sobre la cultura. Cultura
no es la cantidad de libros leídos, sino tratar de entender una
época.
Chacho dijo a Página/12 que va a cobrar aproximadamente mil quinientos
pesos en el nuevo cargo. Al parecer, sus alumnos no quieren perdérselo
como docente. Hoy nos enteramos de que en esta materia van a dictar
clase también los ayudantes. Y nosotros creemos que no es lo mismo,
que usted tiene un plus, dijo uno. Consciente de la necesidad de
desterrar cierta fama de amante de los portazos, de tipo que se va más
de lo que llega, Alvarez se comprometió a dictar personalmente
dos de las cuatro horas semanales de cursada que tiene su materia. Y cuando
dieron las ocho y media se fue.
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