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Los estudiantes universitarios
rendirán un examen de calidad

El ministro Hugo Juri anunció en el congreso de Franja Morada que antes de recibirse los alumnos tendrán que dar una prueba no vinculante para el título pero relevante para mostrar la calidad.

El ministro de Educación, Hugo Juri, dijo que el examen se tomará también en universidades privadas.

Todos los alumnos de universidades públicas y privadas deberán rendir un examen antes de recibir su título, según anunció ayer el ministro de Educación, Hugo Juri. Las pruebas serán anónimas, no implicarán traba alguna en la obtención del diploma y abarcarían no sólo los contenidos de la carrera cursada sino otros puntos, como satisfacción con el nivel docente, infraestructura universitaria y tipo de material educativo utilizado. Por otra parte, Juri reveló que se creará una Superintendencia de Universidades, que “se encargará del control administrativo y académico” de las casas de estudios. De esta forma, la cartera educativa sale a mostrar que tiene la mira sobre la universidad. Eso sí, con una mirada distinta con la que la escruta el nuevo equipo económico.
“Nadie con pensamiento progresista puede oponerse a estas medidas”, señaló Juri a Página/12, para agregar que lo que se busca es “lograr la calidad educativa, que es lo que nos pidió el presidente De la Rúa”. El ministro afirmó que “lo peor para el progresismo es dejarse llevar por el facilismo. Hay que favorecer la equidad y mantener la gratuidad, pero también tenemos que apuntar a la calidad educativa”.
Juri remarcó que los exámenes serán anónimos, y que un equipo multidisciplinario de técnicos tendrá la tarea de recopilar y analizar los resultados. “La idea es que empecemos con esto a fin de año. Además queremos que todos los alumnos argentinos de la misma carrera rindan el mismo día y a la misma hora, para evitar suspicacias”, señaló el ministro.
“Nada le pasará al alumno. No es para castigarlo a él, es para ver el funcionamiento de la universidad”, añadió.
“Buscamos mejorar la calidad educativa. Aparte, el estudiante que elige una universidad podrá decir: ‘Yo me voy a ésta, porque tiene promedios tres veces mejores a tal otra’”, explicó Juri. “También podremos saber las fallas referidas a lo que el alumno aprendió en la facultad, cosa que hasta ahora no se evaluaba. Y nos permitirá saber el peso que tienen el uso de Internet, de computadoras, de bibliotecas, y la asistencia y el nivel docente, entre otras cosas, porque en el examen no sólo se preguntará por los contenidos de la materia.”
El doble anuncio de Juri se produce en un contexto especial, dada la asunción de Ricardo López Murphy en el Ministerio de Economía. Con estas medidas, la cartera de Educación se muestra activa en momentos en que se multiplican rumores sobre otro ajuste en el gasto público. Sin embargo, en el Palacio Sarmiento calculan que su área no sería la más afectada por una nueva poda.
Un pesado fantasma que sobrevuela a la comunidad educativa es la posibilidad de un arancelamiento universitario. “No es un tema que se plantee en este momento”, remarcó Juri, y aclaró que “nadie está cavando trincheras” ante la llegada de López Murphy a Economía. “Respaldamos en todo al presidente De la Rúa”, redondeó Juri.
Otro anuncio que traerá polvareda es la creación de la Superintendencia de Universidades. El futuro organismo se dedicará a controlar los aspectos administrativos y académicos de cada universidad. “Quiero aclarar que no será un organismo ejecutivo, y que no violará la autonomía universitaria. No podrá tomar ninguna decisión sobre la universidad, pero sí dará información al Ministerio y a la Coneau (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria).”
“Verá el funcionamiento, cuánto se gasta en administración, cuánto en gasto académico, si los estudiantes tardan 15 años en cursar, y esas cosas”, consideró Juri. “Todas las universidades tienen obligaciones, y la Superintendencia se encargará de controlar la gestión. Si encuentra algún problema, nosotros lo vamos a informar, y trataremos de ayudar a la entidad. Y la Coneau tendrá esa información para ver si reacredita o no a esa universidad”, explicó.
En Educación saben de las repercusiones que tendrán las nuevas medidas. “Esto va a generar mucha polémica. Es algo fuerte”, reconoció Juri. El ministro eligió un lugar especial para anunciar oficialmente los nuevosexámenes: el congreso nacional de Franja Morada en San Luis, que se realizó anoche. El radicalismo universitario no se opuso a la medida, pero sabe que le puede traer más de un dolor de cabeza en las elecciones.
Por su parte, los rectores nacionales apoyaron en distinto grado las iniciativas de Juri. “Soy proclive a todo lo que signifique evaluar. Acá lo hacemos permanentemente”, dijo Julio Villar, rector de la Universidad Nacional de Quilmes. En tanto, el rector de la Universidad Nacional del Litoral, Mario Barletta, se mostró de acuerdo con las evaluaciones “siempre que no sea por el hecho de evaluar porque sí, o para establecer rankings, que realmente no sirven”.

Informe: Alejandro Cánepa.

 

Autoridades externas

La pedagoga Marcela Mollis, especializada en educación superior, realizó ante este diario la siguiente evaluación sobre la propuesta oficial:
“Los exámenes y la Superintendencia son una tendencia reciente. Son una novedad, ya que impera un Estado evaluador, y ésta es una estrategia de las políticas neoliberales de los últimos años, que ponen al Estado en un papel de evaluación. Y este rasgo se vincula con la crisis de desconfianza de las instituciones, porque antes era cada institución la que se autoevaluaba. Esa crisis refuerza mecanismos externos de corrección. Es una novedad de los últimos años esta especie de supraautoridad sobre la autoridad académica”.
“Por otra parte, me gustaría que también rindan cuentas los responsables de las políticas educativas, para que sean coherentes con esa lógica de control. Antes de decir si es bueno o no este nuevo ente, quiero decir que no sé si es necesario. Además tiene que tener legitimidad dentro de las universidades. En realidad, creo que lo que se debería hacer es fortalecer mecanismos para la construcción de inteligencia institucional; esto es, que las entidades respondan a criterios de calidad decididos por sus propios actores, y que se fomente la competencia académica.”

 

LA LEGISLATURA PORTEÑA, POR LA PRODUCCION ARGENTINA
Un compre nacional porteño

Por R. K.

Legisladores porteños de prácticamente todos los bloques de la Ciudad lanzaron ayer el proyecto de ley de Defensa de la Producción y el Trabajo Argentino que significa que a ofertas iguales, el gobierno porteño comprará a las empresas consideradas argentinas, es decir que estén radicadas en el territorio nacional y en las que el 70 por ciento del capital societario sea propiedad de ciudadanos domiciliados en la Argentina. Además, se le da prioridad a las pequeñas y medianas empresas.
El proyecto lleva la firma de Ariel Schiffrin y Marcelo Vensentini, de la Alianza, Eduardo Valdez, de País, y Julio Vitobello y Alberto Fernández, que son peronistas que ingresaron a la Legislatura por el bloque Cavallo-Beliz. En el lanzamiento estuvo el legislador del PJ, Pacho O’Donnell, Cristian Caram de la UCR, Vilma Ibarra, del Frepaso, y representantes de las tres CGT, el Sindicato Unico de Publicidad, Osvaldo Rial y José Ignacio de Mendiguren por la UIA, los presidentes de la Cámara Argentina de Empresas de Publicidad en Vía Pública, Guillermo De Llela, de la Cámara Argentina de la Construcción, de los comerciantes agrupados en CAME y de la Confederación General Económica (CGE).
En el proyecto de Ley, que seguramente será aprobado por abrumadora mayoría en la Legislatura, hay tres artículos claves:
En todos los procedimientos de contratación del Gobierno de la Ciudad regirá el principio de contratación a favor de empresas argentinas, siempre que se trate de productos en los que el precio no supere en más de un siete por ciento las ofertas realizadas por las empresas extranjeras.
Serán considerados productos argentinos los elaborados en el territorio nacional y en que los insumos importados no superen el 40 por ciento.
El 20 por ciento de las contrataciones deberá recaer en micro, pequeñas o medianas empresas.
Indudablemente la ley traerá fuertes polémicas –sobre todo por parte de las empresas extranjeras–, aunque se espera una rápida aprobación por el respaldo de casi todas las bancadas.

 

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