Por Claudio Scaletta
Es una pésima señal
para la producción, fue la unánime respuesta en la
que coincidieron el campo y la industria al ser consultados sobre la virtual
dilución de las ex secretarías que se ocupaban de sus sectores
en la nueva cartera de Producción. Lo que nadie lamentó
fueron los alejamientos de los secretarios. Javier Tizado logró
en su corta gestión enemistarse con la mayoría de las cámaras
sectoriales y, para los dirigentes agrarios, Antonio Berhongaray careció
de un proyecto definido y reveló una marcada falta de poder político
dentro de Economía. Sin embargo el nuevo secretario de la Producción,
Víctor Savanti, no es considerado un interlocutor válido
por los hombres de campo. La Federación Agraria, por ejemplo, confirmó
a Página/12 el inicio de movilizaciones.
El disgusto entre industriales y productores agropecuarios era ayer notable.
Tras los malos augurios, sin embargo, no eran pocas las coincidencias.
Aunque consideraron una pésima señal la nueva recategorización
de sus áreas dentro del gabinete económico, nadie mostró
sorpresa. Si algo no se le puede negar a López Murphy es
coherencia. Nadie se puede sentir traicionado. Lo que va a hacer es lo
que viene diciendo desde hace años. Siempre fue contrario a la
producción, señaló a Página/12 una fuente
de la Unión Industrial Argentina (UIA).
La UIA se contó alguna vez entre los socios aportantes de FIEL,
el think tank del nuevo ministro y su equipo. Pero en 1991
decidió su desafiliación. El detonante fue un artículo
publicado por Daniel Artana en un diario de negocios en el que descalificaba
los mecanismos de administración de comercio, todos ellos avalados
por la Organización Mundial de Comercio, como el dumping o las
salvaguardas. Para el actual secretario de Hacienda estos instrumentos
no eran más que una falacia de los empresarios locales para demandar
protecciones especiales. No eran estas las ideas que los industriales
estaban dispuestos a financiar.
El ingreso de Tizado a la Secretaría de Industria, operado por
Sergio Einaudi de Techint para darle un aire de apoyo empresario a la
gestión en baja de José Luis Machinea, pareció en
principio la llegada a Economía de una línea más
industrialista. Sin embargo, el propio Tizado se encargó rápidamente,
en sus reuniones con las distintas cámaras sectoriales, de eliminar
esta esperanza. Su frase predilecta fue ésta: Yo no hago
políticas sectoriales. Extraña afirmación para
el titular de una cartera cuya principal función era, de facto
y frente a la ausencia de otras políticas, la administración
de comercio, una tarea sectorial por definición.
Entre los actitudes del hombre de Techint muchos recuerdan cuando, en
una reunión con la cámara del calzado, sugirió a
los industriales que, dados los costos de la competencia brasileña,
debían abandonar la producción para transformarse en importadores.
En la UIA, salvo Techint, nadie lamentó la salida de Tizado. Sí
es clara, en cambio, la preocupación por el nuevo gabinete. De
acuerdo a otra fuente industrial, la eliminación de la secretaría
es el preanuncio de que la nueva política será antiproductiva.
En las organizaciones agrarias las reacciones fueron similares. Han
dado una imagen completamente negativa para los sectores productivos,
fue la definición dada por el titular de Confederaciones Rurales
Argentinas (CRA), Manuel Cabanellas, a Página/12. Precisamente
cuando estábamos hablando de elevar la secretaría a ministerio,
hacen esto, se quejó. Pero todavía están
a tiempo de transformar el error en virtud creando un Ministerio de la
Producción, quiso enmendar. Sobre la salida de Antonio Berhongaray,
Cabanellas sostuvo que el efecto fue neutro. Las cosas empezaron
mal desde el principio con los aumentos de impuestos. Berhongaray no tenía
poder político, consideró.
Edgardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA),
dijo a Página/12 que la conformación de un gabinete
ultraliberal es una clara señal de que la producción deberá
esperar. La eliminación de la Secretaría de Agricultura
profundiza el desguace del Estado y desprecia las necesidades
del interior y de las economías regionales, que necesitan ser apoyadas,
agregó. Para el dirigente hace falta asistencia y reconversión
y esto supone políticas activas que deben ser impulsadas por un
área que tenga poder. Hoy en cambio tenemos una secretaría
dependiente de una persona que, como Savanti, es ajena al sector.
¿Ese será nuestro interlocutor?, se preguntó.
Lo que nos están diciendo es: Señores arréglense
como puedan, argumentó.
Sobre la salida de Berhongaray, Buzzi consideró que era previsible
y cantada después de una deslucida gestión.
Un cavallista que
fuma LM
Estamos en el medio de una campaña en contra del
ministro López Murphy y su equipo que pretende acotar el
contenido del programa económico que se anunciará.
Las declaraciones pertenecen al diputado nacional cavallista Jorge
Baldrich, quien cree haber descubierto una supuesta campaña
se basaría en los siguientes ítems:
La descalificación
personal del equipo económico con el agravante de que el
programa no ha sido anunciado aun.
La elección del
Decreto 1360 referente al Sistema Previsional como primer demostración
de fuerza contra el denominado modelo neoliberal cuando,
en realidad, la reforma propuesta posee una clara opción
distribucionista mediante la incorporación de la prestación
suplementaria y la proporcional.
Los renovados rumores
acerca de la designación de Domingo Cavallo como titular
del Banco Central, cuando el nombramiento del ministro López
Murphy es una señal más que contundente en relación
con el rumbo económico del gobierno.
Quizá no esté de más recordar que hasta ahora
las únicas presiones contundentes llegaron desde los tableros
de las cotizaciones.
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EL
FMI LO DEJARA PASAR SI DESPUeS SE ARREGLA
El Tesoro, de un rojo intenso
El resultado financiero del
Tesoro nacional registró en febrero un rojo de 574,7 millones de
pesos, que sumado al desequilibrio de 985,3 millones de pesos del pasado
enero eleva el rojo anual acumulado a 1.560 millones. Esto significa haber
consumido el 74 por ciento de la pauta trimestral de déficit fiscal
de 2.100 millones de dólares acordados con el Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, aunque no se consiga cumplir la pauta trimestral, el FMI
anunció que dejará pasar el desvío siempre que se
compense con la pauta para el primer semestre. Con estos datos en su haber,
el ministro de Economía, Ricardo López Murphy, apuró
los lineamientos centrales del paquete de medidas que anunciará
la próxima semana. Su objetivo básico será lograr
un ahorro de 1.500 millones de dólares.
El programa consensuado con el FMI permite a la Argentina un desequilibrio
para todo el 2001 de 6.500 millones de pesos, una meta que el nuevo ministro
se propone cumplir. Para ello en Economía se evalúa una
reducción del gasto público mediante la generalización
del impuesto a las ganancias e IVA y una reforma integral del Estado.
Si se compara el déficit con igual período del 2000 muestra
una mejora de 316,8 millones, variación que se explica por un incremento
de 364,9 millones en los ingresos totales (1.654,9 millones de pesos),
y una disminución de los gastos primarios (2.148,9 millones) de
59,2 millones.
En tanto, hubo una erogación mayor en 112 millones de pesos que
se destinaron al pago de los intereses de la deuda pública, los
que alcanzaron 903,3 millones de pesos.
Respecto a los recursos, se observaron aumentos de 240,2 millones en ingresos
no tributarios (182, millones por la ampliación de los plazos de
concesión de Loma de la Lata y 60 millones por contribución
del Banco Nación) y de 198,3 millones en rentas de la propiedad.
En relación a los ingresos tributarios se verificó una caída
de 60 millones respecto a los 1.212,9 millones recaudados en febrero de
2000.
Dentro de los gastos, las remuneraciones consumieron 358,6 millones, 8,4
millones menos que un año atrás. En bienes y servicios se
gastaron 67,6 millones, lo que implica una baja de 10,5 millones.
Respecto a las Rentas de la Propiedad, se produjo un ingreso de 200 millones
de pesos en concepto del primer giro del ejercicio referido a utilidades
del Banco Central de la República Argentina (BCRA), operaciones
previstas en el Programa Financiero del 2001.
OPINION
*Por Héctor Valle, Osvaldo Trocca y Benito De Miguel*
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La prepotencia del
mercado
El Gobierno se ha mostrado atento a los mercados financieros, ¿quién
se ocupa del mercado interno de producción y consumo? Los
mercados financieros han recibido con euforia la designación
del nuevo ministro de Economía. Sin embargo, tanto para los
excluidos del modelo, como para los trabajadores y las empresas
nacionales vinculadas con el mercado interno, el recambio en la
conducción económica implica, más y peor de
lo mismo. El Gobierno debiera entender que estos sectores no toleran
más ajustes y que, al reafirmar enfáticamente su rumbo
económico social, está engendrando las condiciones
para tensiones sociales de intensidad inédita.
El reemplazo de José Luis Machinea ratifica la enorme capacidad
operativa que dispone y despliega el complejo neoliberal en la Argentina,
cuando decide cambiar fusibles e imponer sus intereses. Asimismo,
queda ratificado el fuerte compromiso que tiene el Gobierno en
las ideas y en los hechos con ese complejo. Este último
se manifiesta en todos los terrenos de la gestión oficial
y no sólo en el ámbito económico. A propósito,
vale como ejemplo la gratuita y endeble posición argentina
frente al tema de los derechos humanos en Cuba. Consecuentemente,
advertimos seriamente acerca de la posibilidad de que el gobierno
nacional resuelva la cuestión del ALCA con sus implicancias
directas sobre el Mercosur de acuerdo con la rutina del alineamiento
incondicional con los deseos e intereses de Estados Unidos (la posición
personal explicitada al respecto por el nuevo ministro de Economía
refuerza estas prevenciones).
Así como la hegemonía otorgada a los dioses
del mercado es un dato central en el actual contexto histórico
de la Argentina, no es menos importante subrayar que la Alianza
termina de sincerar su adscripción al pensamiento de la
derecha radical, en materia tales como las relaciones exteriores,
la cuestión social y las políticas económicas.
En consecuencia, hemos desembocado en un escenario donde la configuración
de fuerzas dominantes ha ganado en nitidez. Entonces, los riesgos
para los sectores del trabajo y la producción nacional totalmente
ausentes de consideración tanto en los discursos oficiales
como en las tibias manifestaciones de la oposición
se acrecientan todavía más: es previsible un nuevo
ajuste fiscal con inevitables derivaciones recesivas (aún
más), y son de temer, las características que puede
tener una eventual salida del tipo de cambio fijo, si la misma ignora
la necesidad de instrumentar una salida ordenada de todo el régimen
de política económica establecido en torno de la Convertibilidad.
Queremos señalar nuestra honda preocupación ante la
ausencia manifiesta de inquietudes, ya sea en el Gobierno o en la
oposición, por la reiteración de la prepotencia con
que los mercados imponen sus opiniones y determinan acciones concretas
de gobierno, pese a que se trata de una pésima práctica,
incompatible con el funcionamiento democrático. Ello nos
obliga también a redoblar nuestros esfuerzos y a acortar
los tiempos tras la construcción de otra configuración
de fuerzas, comprometidas con el trabajo y el esfuerzo productivo
de los argentinos, que sirva de base para un proyecto alternativo
de realización nacional, al cual se subordinen los intereses
y el funcionamiento de todos los mercados.
* UNITE (Unión para la Integración, el Trabajo
y la Esperanza).
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