Por José Natanson
El lunes, Marcos Makón
jurará como ministro de Desarrollo Social, Ricardo Mitre como secretario
general de la Presidencia y Graciela Fernández Meijide como vicejefa
de Gabinete. Un gesto claro de Carlos Chacho Alvarez, que
aceptó ubicar a hombres de su máxima confianza en lugares
claves del Ejecutivo y emitió una nueva señal de compromiso
del Frepaso con el Gobierno. Todo muy lindo, salvo por un detalle: los
nuevos funcionarios frepasistas se pasaron la tarde de ayer protestando,
en vano, porque debían jurar junto a los integrantes del staff
de Ricardo López Murphy.
Las idas y vueltas comenzaron bien temprano, cuando Ricardo Ostuni dijo
que aún no estaba definido si Mitre iría a la secretaría
general. El Presidente lo está analizando, sostuvo
el vocero presidencial a pesar de que para ese entonces todo el mundo
sabía que la designación estaba firme. Es más: poco
después Mitre se reunía con De la Rúa en la Rosada
y a la salida confirmaba su nombramiento.
La explicación de la sorprendente media desmentida de Ostuni es
sencilla: siempre pendiente por no transmitir una imagen de debilidad,
De la Rúa no quería que el nuevo movimiento en el gabinete
apareciera como una imposición del Frepaso. Es el entorno
que le recomienda estas maniobras, se quejaba ayer un importante
diputado frepasista, desconcertado por tantas marchas y contramarchas.
La anécdota no es casual y revela un dato básico para entender
la situación: a pesar de que el ingreso de Mitre y el enroque de
Makón por Fernández Meijide implican un gesto de acercamiento
entre el Frepaso y el Gobierno, la desconfianza predomina entre los socios
de la Alianza.
El día de ayer cargado de versiones, desmentidas y rumores
dejó en limpio otro dato para ilustrar la asintonía: los
funcionarios frepasistas protestaron (e incluso amagaron con una gestión
ante De la Rúa) cuando se enteraron de que jurarían el mismo
día que los hombres que acompañarán a López
Murphy. No me entusiasma la idea de compartir cartel con un hombre
que fue funcionario de la dictadura, era la queja que se repetía
en la Casa del Frente, en referencia a los antecedentes de Manuel Solanet.
De todos modos, la cosa no pasó a mayores y prevaleció la
idea de De la Rúa de que el próximo lunes se haga la jura
completa, cuestión de proyectar la imagen de una Alianza unida
detrás del nuevo equipo económico. Uno de los impulsores
de esta idea era Crhystian Colombo. Aunque aceptó a desgano, luego
de un llamado de De la Rúa, a Fernández Meijide como su
nueva número dos, el jefe de Gabinete tragó saliva y mantuvo
ayer mismo una cortés reunión con la funcionaria.
Solucionado el tema Graciela, el nuevo panorama económico era la
mayor preocupación del Frepaso. Por ejemplo, ayer circuló
entre algunos legisladores la versión de que el plan de López
Murphy incluiría el despido de 80 mil empleados públicos.
Eso no lo vamos a tolerar, se atajaban. Justamente, la incertidumbre
sobre el paquete de medidas que se viene fue uno de los motivos por los
que Darío Alessandro se reuniera el jueves pasado con el nuevo
jefe de Hacienda. El diputado salió tranquilo de aquel encuentro
y ayer se reunió con Alvarez en la Casa del Frente. Más
tarde se sumaron Mitre, Makón, el diputado José Vitar y
un puñado de técnicos, que comenzaron a avanzar en el armado
de la Agencia Social.
Mientras, en la Casa Rosada se multiplicaban los rumores. Otra vez circuló
la versión de que López Murphy había pegado un portazo,
e incluso se dijo que el Gobierno declararía feriado bancario para
el lunes y martes, lo que rápidamente fue desmentido por Ostuni
(ver página 3).
Pero no fueron los únicos rumores. Desde que De la Rúa comentó
que se irían aquellos funcionarios que se presentarán en
las próximas elecciones se desató una sorda batalla por
los cargos. De todos, el que despierta más ambiciones es el de
Walter Ceballos, que desde la Secretaría de Provincias maneja los
130 millones de pesos de los ATN. En el Ministerio del Interiorprimero
pensaron que era López Murphy quien quería designar a algún
hombre de confianza en el cargo, después trasladaron sus sospecha
a Colombo y finalmente las depositaron en Lautaro García Batallán,
uno de los jóvenes funcionarios amigos de Antonio de la Rúa.
Hasta ahora no hay ninguna novedad y lo más probable según
se comentaba ayer en el Gobierno es que las cosas queden como están.
Pero es curioso: De la Rúa rompió su costumbre y en menos
de una semana designó un nuevo ministro de Economía, definió
el staff que lo acompañará y rediseñó el lugar
del Frepaso en el Gabinete. A pesar de tanto esfuerzo, el Presidente no
logró frenar la ola de incertidumbre que sigue arrastrando su Gobierno.
MOVILIZACION
CONTRA EL AJUSTE
La CTA va al paro
El Comité Central Confederal
de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), que conduce el estatal
Víctor De Gennaro, anunció ayer la profundización
del plan de lucha en contra de un eventual nuevo ajuste que podría
anunciar el flamante ministro de Economía, Ricardo López
Murphy, y confirmó que se sumará al paro general que anunció
el jueves la CGT disidente de Hugo Moyano, con la cual coordinaremos
la fecha en la que se concretará la medida de fuerza.
En el mismo sentido, pese a que aún se desconoce el plan del nuevo
jefe de Hacienda, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE)
resolvió convocar a un paro nacional el 28 de este mes para
repudiar los ajustes asesinos que afectan al personal del gremio.
Al término de la reunión confederal que convocó a
más de 400 delegados de la CTA de todo el país, De Gennaro
dejó en claro que su central recibió al nuevo ministro de
Economía con la guardia en alto. Después de anticipar que
iniciarán acciones de protesta conjuntas con la CGT disidente,
con la que venimos coordinando acciones desde el año 94,
el líder sindical anunció la agenda prevista para los próximos
días: el 20 de marzo, adhesión a la marcha hacia Plaza de
Mayo convocada por los movimientos de desocupados; el 24 se sumará
al acto central de organizaciones de derechos humanos al cumplirse 25
años del golpe militar; el 6 de abril participará de la
movilización en rechazo de la incorporación de la Argentina
al ALCA.
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