El gobierno británico decidió que el destacamento militar de las islas Georgias del Sur se retire a fin de mes debido a las “buenas relaciones” que mantienen actualmente la Argentina y Gran Bretaña. Aunque también subrayó que esa decisión no afectará “el compromiso de mantener la soberanía británica, que permanece firme como siempre”. El contingente -compuesto por veinte soldados– se trasladará a las Malvinas, en donde se unirá a la fuerza militar de 2000 personas instalada desde el fin de la guerra de 1982. En las Georgias, en tanto, se instalará un equipo de científicos del Instituto Antártico Británico. Enterada de la novedad, la Cancillería se refirió al tema a través de un comunicado en el que “evaluó positivamente” la decisión “en la medida que signifique una reducción de la presencia militar británica en el Atlántico Sur”. Pero además volvió a reclamar por los “imprescriptibles derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur”.
A pesar del retiro de tropas, las islas Georgias seguirán bajo vigilancia militar británica. Ayer, voceros de la embajada del Reino Unido en Buenos Aires informaron que fuerzas asentadas en Malvinas patrullarán el archipiélago regularmente, por aire y por mar. Es más, esas mismas fuentes remarcaron que, mientras la Argentina reclame la soberanía de las Malvinas, Gran Bretaña mantendrá sus bases militares en el Atlántico Sur.
Entre los círculos diplomáticos, la medida fue analizada como una señal de las buenas relaciones que, por estos días, viven los dos países que estuvieron en guerra hace 19 años. En el Ministerio de Relaciones Exteriores analizaron la medida con cautela. A pesar de que expresaron satisfacción, también leyeron con detenimiento una frase del comunicado inglés, que decía “el comandante de las Fuerzas Armadas británicas en las Malvinas continuará siendo responsable de la seguridad de las Georgias del Sur”. Seguramente por eso, la Cancillería volvió a poner sobre la mesa la cuestión de la soberanía.
A partir de la disposición del gobierno inglés, las Georgias volverán a tener el status científico que tenían antes de 1982. En menos de un mes, la isla que fue base aérea durante la guerra recibirá a una expedición científica de la Organización Inspección Antártica Británica, un grupo científico que se encargará –según los propios británicos– “de investigar la sustentabilidad de las pesquerías”.
En 1982, las Georgias fueron escenario de varios episodios de importancia. El 19 de marzo de 1982, un grupo de argentinos desembarcó en las islas para desmantelar una fábrica instalada allí. En respuesta, el gobierno británico envió al patrullero “Endurance” con el objetivo de “expulsar a los intrusos”. Tiempo después, en ese archipiélago, ubicado al sudoeste de Malvinas, se produjo la inmediata rendición de un comando de la Armada, capitaneado por el represor Alfredo Astiz.

SE REUNE EL CONGRESO DEL PJ BONAERENSE
Para pulsear con Ruckauf

Por F.A.

Los congresales del justicialismo bonaerense llegarán hoy por la mañana hasta el teatro Coliseo de Lomas de Zamora sin saber a ciencia cierta el motivo de la convocatoria que reunirá a los cuadros más activos del peronismo provincial. El presidente del congreso partidario, Osvaldo Mércuri, anticipó que la sesión fue habilitada para resolver cuestiones que hacen a la reforma de la Carta Orgánica y el Tribunal de Disciplina, y que cerrará con un discurso Eduardo Duhalde. En realidad, la reunión es considerada por numerosos dirigentes como una nueva jugada del duhaldismo para medir fuerzas con Carlos Ruckauf y sus aliados, el vicegobernador Felipe Solá entre ellos, quien ya se anotó entre sus adversarios.
El duhaldismo, en la antesala del Congreso que se llevará a cabo hoy, amenazó ayer con impulsar a Hilda “Chiche” Duhalde como posible postulante a diputada nacional en una clara movida que busca confrontar a sus candidatos con los elegidos por el actual mandatario bonaerense. Entre ellos el ex juez Adolfo Bagnasco. El anuncio corrió por cuenta de la propia Chiche, quien ayer no descartó –”si esto ayuda al justicialismo”, dijo– agregar su nombre al bolillero en el que rebotan los numerosos candidatos a encabezar la lista a diputados nacionales por el PJ provincial.
Según un importante dirigente del peronismo provincial consultado por Página/12, “la convocatoria tiene el inconfundible aroma que caracteriza las movidas de Duhalde cada vez que se pone a contar los porotos”. Otras fuentes consultadas coincidieron en que la reunión se enmarca en una serie de encuentros previos que Duhalde viene encabezando desde comienzos de año en las principales secciones electorales con el objeto de obtener el respaldo de los principales referentes del PJ provincial a su campaña a senador y lograr el debido sustento político que le permita colocar a sus elegidos en los primeros lugares en la lista a diputados nacionales.
Además de Duhalde y Mércuri, serán parte del encuentro Alberto Balestrini, Saúl Ubaldini, Julio Alak, Raúl Othacehé, Manuel Quindimil y Eduardo Camaño.

ACTO RADICAL CON STORANI, CASELLA Y MOREAU
Para disuadir a Ricardo Alfonsín

La Alianza Radical, coalición de la UCR bonaerense que integran las corrientes de Federico Storani, Leopoldo Moreau y Juan Manuel Casella, realizó ayer un encuentro en el que se juntaron casi mil dirigentes con el único objetivo de enviarle un mensaje a Ricardo Alfonsín, Melchor Posse y Enrique “El Japonés” García, enemigos históricos políticos del triunvirato: que por favor se abstengan de impulsar una interna para renovar la conducción provincial de la UCR, actualmente en manos de Moreau. “La Argentina está atravesando una de las transiciones más difíciles hacia el despegue de la economía y el partido no puede abocarse a conflictos internos originados en estrategias de acumulación de poder personal”, fundamentaron en un documento.
En el encuentro radical estuvieron presentes, además de dirigentes y legisladores provinciales de ese partido, más de cincuenta intendentes radicales que escucharon y aplaudieron ante cada referencia de los oradores a la necesidad de que el grupo que integran Posse, Alfonsín hijo y el Japonés García, enfrentado históricamente dentro del partido al de Storani, Casella y Moreau, tengan la “sensatez” de suspender esa interna hasta que cambie la coyuntura política de la Argentina porque, como explicó Moreau en un largo y enfático discurso, “con qué cara les vamos a tocar el timbre a los candidatos para pedirles un voto sabiendo que muchas de esas personas pueden estar desocupadas”. Moreau también aprovechó la ocasión para burlarse del hijo del ex presidente Raúl Alfonsín, Ricardo, quien está cerca del medio siglo, pero empezó hace poco en política. “Por suerte, nosotros no tenemos urgencias porque el bichito de la política no nos picó de grandes”, disparó.
A su turno, Storani habló de la necesidad de apoyar al gobierno de Fernando de la Rúa y dijo que, si bien el radicalismo se caracteriza por recurrir a las internas para pelear cargos, en este caso, a su entender no hace falta. Recordó otros tiempos, en los que el Pacto de Olivos dividió las aguas del partido y aseguró que por entonces había motivos políticos e ideológicos para votar dentro del partido.

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