Graciela Fernández Meijide atribuyó ayer a difusas operaciones
políticas, montadas desde indeterminados sectores de
la Alianza, su desplazamiento del Ministerio de Desarrollo Social
y su pase a la vicejefatura de Gabinete. La réplica no tardó
en llegar. Pero lo curioso es que no fueron los dirigentes del PJ ni sus
supuestos enemigos de la Alianza quienes salieron a responderle, sino
sus propios compañeros del Frepaso. Entre ellos Aníbal Ibarra.
En un gabinete los cambios los decide el Presidente y, frente a
ellos, siempre puede haber cruces políticos y eso es lógico,
relativizó el jefe de Gobierno porteño.
Aunque se veía venir desde hace tiempo, la salida de Fernández
Meijide terminó de concretarse el jueves por la noche, cuando Carlos
Chacho Alvarez la convenció de que su situación
en la cartera se había tornado insostenible. También se
decidió que el Frepaso reforzaría su presencia en el gabinete:
Marcos Makón asumirá como reemplazante de Graciela y Ricardo
Mitre, un hombre de la máxima confianza de Chacho, ocupará
la Secretaría General de la Presidencia.
Graciela pasará a ocupar la vicejefatura de Gabinete. Pero, a pesar
de los esfuerzos por construirle una salida más o menos elegante,
la Alianza no logró ocultar los tropiezos de la gestión
de Fernández Meijide, algo que la funcionaria no está dispuesta
a reconocer. Ayer, en declaraciones radiales, Fernández Meijide
dijo que el cambio fue una operación política que
empezó acompañando la renuncia de (José Luis) Machinea.
Hubo durante el fin de semana mucha operación periodística
intentando empujar el cambio. Tengo identificado desde dónde, pero
no tengo por qué decirlo públicamente, señaló
Graciela. Y apuntó a sectores de la Alianza como los responsables
de la maniobra. Sé que hubo parte de la gente que hoy ni
siquiera es funcionaria, que debería estar trabajando para mantener
la Alianza unida, pero tiene visiones diferentes y quieren romperla.
Poco después, Federico Storani, uno de los aliados histórico
del Frepaso en el gabinete, descartaba la visión conspirativa de
Graciela y aseguraba que los cambios de gabinete deben interpretarse como
un relanzamiento completo, político, social y económico
del Gobierno.
Pero los más directos fueron los mismos frepasistas. Consultado
por las declaraciones de Graciela, Aníbal Ibarra sostuvo que en
un gabinete los cambios los decide el Presidente y, frente a ellos, siempre
puede haber cruces políticos y eso es lógico. Siempre hubo
más aliancistas y otros que fueron menos aliancistas. Afortunadamente
siempre prevalecieron quienes comprometieron su esfuerzo en preservar
la Alianza. De todas formas, el jefe de Gobierno porteño
reconoció que a la Alianza le falta consolidarse como fuerza
política porque es muy joven. Pero yo soy optimista y creo que
este año electoral y este año de gobierno será el
de la consolidación de la Alianza. Es cierto que hay sectores menos
propicios a la Alianza y otros muy comprometidos, pero esas diferencias
no me preocupan si hay una gran y absoluta mayoría de los que queremos
sostenerla y profundizarla.
El otro frepasista que salió a responderle fue Ricardo Mitre. No
creo que nadie apueste a que la Alianza vaya mal. El fracaso de este gobierno
o el fracaso de la Alianza va a impactar fuertemente sobre los dos partidos,
concluyó el nuevo secretario general de la Presidencia.
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