No será como el juerguista Joseph Estrada, ex presidente de Filipinas
destituido el mes pasado por escándalos de corrupción, pero
su perfil no es demasiado distinto. Precisamente por ese perfil, sus partidarios
y opositores se unían para pedirle la dimisión. Y finalmente
llegó. El premier japonés Yoshiro Mori anunció ayer
a miembros de su partido, el Liberal Demócrata (PLD, conservador),
que renunciará a su cargo el mes próximo. Se adelantarán
los comicios internos en el PLD para elegir al candidato con vistas a
las elecciones de julio.
Mori reemplazó hace once meses al premier Keizo Obuchi. Desde el
principio, su gestión fue acusada de falta de visión y de
no desarrollar ninguna política concreta para frenar la desaceleración
económica que vive el país. Pero ese es tan sólo
uno de sus flancos débiles. Los otros son su historia, sus declaraciones
y sus colaboradores. En su historia, tiene en su haber un escándalo
en 1988 que involucró a la compañía Recruit Co. Mori
fue uno de los políticos acusados de recibir comisiones de la compañía,
por lo que debió renunciar a su posición en el PLD y guardarse
en cuarteles de invierno durante cuatro años.
En lo relacionado con sus declaraciones, a poco tiempo de asumir declaró
ante abogados del grupo Shintoismo que Japón es un país
divino, con el emperador en el centro, como si estuviera en la Segunda
Guerra Mundial, que no despierta precisamente buenos recuerdos entre los
japoneses. Al mes siguiente, cuatro días antes de las elecciones
generales de junio, Mori aconsejó a los electores que se quedaran
en la cama el día de los comicios. En el plano internacional, su
falta de tacto diplomático lo llevó a divulgar detalles
sobre las negociaciones secretas con Corea del Norte.
En cuanto a sus colaboradores, su mano derecha, Hidenao Nakagawa, debió
renunciar como jefe del gabinete en octubre, tras un escándalo
que involucraba a prostitutas y vínculos con la extrema derecha.
Hace dos meses, el ministro de Estado Fukushiro Nukaga renunció
acusado de haber recibido dinero en el marco de un escándalo que
implicaba a una fundación de ayuda mutual. Al mes siguiente, Masakuni
Murakami, uno de los cinco dinosaurios del PLD, fue detenido
acusado de recibir sobornos de la misma fundación.
El último hit de Mori fue hace un mes, cuando se granjeó
unas cuantas críticas por haber continuado un partido de golf luego
de enterarse de que un submarino estadounidense había hundido al
buque escuela japonés Ehine Maru cerca de las costas
de Hawai, que dejó nueve desaparecidos entre la tripulación
japonesa.
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