Con
oportunismo y garra, Estudiantes ganó la 129ª edición
del clásico de La Plata al derrotar como local a Gimnasia en un
partido en el que el fútbol apareció de a ratos sólo
en el segundo tiempo.
En la primera parte, Estudiantes fue un poco más certero en sus
llegadas y se encontró en ventaja con una vieja receta: Pompei
ejecutó un tiro de esquina desde el sector izquierdo, Azconzábal
la peinó en el segundo palo para que Galletti, de volea y de zurda,
fusilara a Hernando con un remate alto y cruzado.
El segundo tiempo fue más vibrante porque Gimnasia salió
a la búsqueda desesperada del empate con Messera más adelantado.
Pero en el mejor momento de los jugadores de Griguol, Galletti se escapó
por el costado derecho y al enfrentar a Hernando, cedió para Farías,
que sin marcas aumentó el marcador.
Dos minutos después llegó el descuento de la visita, después
de que Angel Sánchez sancionara penal por un empujón de
Azconzábal sobre Enría. Pereyra anotó con un disparo
bajo a la izquierda de Tauber, quien no alcanzó a manotear la pelota.
El final se hizo de ida y vuelta pero el resultado no varió.
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