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Cada día que pasa, Miguel

Unas 2000 personas participaron de �La Carrera de Miguel�, la prueba homenaje al atleta desaparecido durante la última dictadura. Líbero estuvo entre ellos, y lo cuenta así:

Por M. P.

El estado físico hacía la diferencia. Los que corrían para homenajear a Miguel Sánchez, se notaba, sentían más el compromiso con la idea que con el cuerpo; los que querían correr se notaban musculosos y comprometidos con su físico. No se habló de Miguel Sánchez ni hubo discursos. Pero cuando se lanzó la cuenta regresiva, Elvira Sánchez, la hermana del atleta desaparecido, recibió simbólicamente el número 1 de la competencia, como si Miguel fuera a correr, una vez más, y sonaron dos largos aplausos, prolongados, conmovidos. No sucedió exactamente lo mismo cuando Marcelo Garraffo, secretario de Deporte de la Nación, recibió el número 2...
Unas 2000 personas participaron este domingo de la “Carrera de Miguel” en la capital argentina, en homenaje y memoria del corredor Miguel Sánchez, el único atleta desaparecido en la última dictadura (1976/83). La presencia superó las expectativas de los organizadores, confesaron, y de Elvira Sánchez, la hermana de Miguel, quien manifestó su emoción por la respuesta a la convocatoria. “No esperaba tanta gente. De todos lo homenajes en los que participé, hoy cuando llegué aquí, por primera vez lloré, es como si estuviera Miguel.” Un participante mayor lucía una vincha con la leyenda “No olvidar”. Otro, de barba y mediana edad, vestía una remera con la leyenda “Astiz asesino”.
Miguel Sánchez, joven atleta y poeta, que militaba en la Juventud Peronista de su barrio, fue secuestrado a los 25 años, el 8 de enero de 1978 —el mismo año en que Argentina organizó y ganó el Mundial de Fútbol– por un grupo comando militar que lo trasladó al campo de concentración “El Vesubio” en el conurbano noroeste.
Miguel, décimo hijo de una familia humilde, había nacido el 6 de noviembre de 1952 en la provincia de Tucumán e inició su carrera deportiva en el fútbol pero debió abandonar por trabajo y luego se entrenó en atletismo. La carrera, organizada por la Secretaría de Deportes y declarada de interés por la Subsecretaría de Derechos Humanos, partió del Cenard y torció hacia la derecha por avenida Del Libertador. Así, los 2000 participantes pasaron delante del frente de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde funcionó uno de los mayores centros clandestinos de detención de la dictadura. El de la remera de Astiz empezó a gritar, detrás mío: “¡Asesinos, hijos de puta!”. Después subimos a la General Paz, bajamos en Lugones, doblamos en Pampa y regresamos por Figueroa Alcorta.
Algunos famosos se sumaron en una versión reducida de 1,5 kilómetros, como el alcalde capitalino, Aníbal Ibarra, el secretario de Deportes, Marcelo Garrafo, los ex futbolistas Claudio Morresi, Jorge Rinaldi, Sergio Marchi, Jorge Domínguez y Carlos Barisio; Carlos Espíndola, medalla de plata en los dos últimos Juegos Olímpicos, algunas de las jugadoras de hockey, subcampeonas en Sydney 2000, y la atleta Solange Witteveen, entre muchos otros.
Guillermo Vilas ganó la categoría VIP; el mejor tenista argentino de la historia reconoció la importancia del evento, y la particularidad de que los deportistas recuerden a “Miguel en su propio medio”. Además, adhirieron el futbolista del seleccionado argentino Juan Pablo Sorín (Cruzeiro, Brasil), el basquetbolista Juan “Pepe” Sánchez (Atlanta Hawks, NBA), el delantero Facundo Sava (Gimnasia y Esgrima La Plata), la atleta Alejandra García y Walter Balunek (remo).
El ganador en la carrera de 9 kilómetros fue Osvaldo Cortínez, con 27 minutos 2 segundos, la primera mujer fue Mónica Servera, y Cristian Reboa el más rápido entre los atletas discapacitados, mientras que César Rose, del cuerpo técnico del seleccionado femenino de básquet, ganó la prueba de 5 kilómetros. “Lo tomé como un entrenamiento, porque aquí no importaba tanto ganar como estar presente y participar”, dijo Cortínez.
En la llegada, algunos veteranos hablaban del peronismo de los 70, y de cómo lo habían conocido a Miguel. Los VIP ya estaban en la tribuna.
Esta competencia se corrió por primera vez en Argentina, aunque la prueba ya tuvo dos ediciones en Italia, por iniciativa del periodista Valerio Piccione, redactor del diario deportivo La Gazzetta Dello Sport. La primera edición de “La Corsa di Miguel”, tuvo lugar el 9 de enero de 2000 por las calles de Roma, y la segunda competencia fue un año más tarde.
“Al ver tanta gente que vino a recordar a Miguel en su propio país me sentí quebrada por la emoción”, comentó Elvira Sánchez, hermana del atleta desaparecido. Quebrada por la emoción, la mujer dijo que “hace más de veinte años que lo busco por todos lados y lo lloro cada día que pasa”.
Cada día que pasa, Miguel

 

 

 

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