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LA TASA LLEGO AL 10,2 POR CIENTO
La indigencia alcanzó un nuevo record

Un estudio privado, en base a datos oficiales, reveló que el ingreso promedio de más de 3,7 millones de argentinos no supera los 53 pesos, por lo que necesitan ayuda para sobrevivir. En el Gobierno mostraron preocupación por el tema y estudian nuevos planes de asistencia social.

Por Diego Schurman

Un record en la última década: más de 3,7 millones de argentinos viven en estado de indigencia. O en otras palabras, el 10,2 por ciento de la población necesita de ayuda externa para sobrevivir porque sus ingresos promedio no superan los 53 pesos mensuales. La crisis es tan profunda que en provincias como Formosa, Chacho y Corrientes los más pobres entre los pobres superan el 20 por ciento del total de los habitantes. Los números generaron preocupación en el Gobierno, que estudia un reordenamiento de las partidas presupuestarias para erradicar el flagelo.
Los datos surgen de un trabajo de la consultora Equis (Equipos de Investigación Social) en base a la última Encuesta Permanente de Hogares del Indec, aunque expandida a la población total. El relevamiento confirma un crecimiento sostenido de la indigencia a lo largo de la última década.
La tendencia se fue corroborando con los informes de organismos nacionales e internacionales: la medición del Banco Mundial conocida en 1997 registró el 8,3 por ciento de indigentes. Esa cifra trepó al 9,9 por ciento, de acuerdo con el informe del Indec de mayo de 2000. Y la escalada continuó hasta llegar al 10,2 por ciento en el último relevamiento de ese organismo, en octubre del año pasado.
El crecimiento de la indigencia es básicamente el resultado del empobrecimiento de los denominados “pobres estructurales”. Se trata de hogares impactados por la pobreza que ahora han declinado de ella hacia la indigencia ya que sus miembros no logran superar un ingreso promedio de 53,48 pesos mensuales.
Para Artemio López, responsable de la consultora Equis, el fenómeno tiene un punto de partida: la injusta distribución de la riqueza. “A partir de ahí la discusión es seria, si partimos de otro lugar se vuelve abstracta y metafísica”, señaló.
Los números son elocuentes. En 1991 el rico percibía 15 veces el ingreso del más pobre. De acuerdo con los últimos datos del Indec, esa brecha aumentó y la diferencia es en la actualidad de 26,1 veces. Sólo en el último año creció 2 puntos.
“Hace diez años la Argentina era una sociedad más homogénea y mejor integrada, pero hoy sufre una gran dispersión del ingreso y de la distribución social”, reflexionó López. En ese proceso no fueron ajenos los denominados puestos de trabajo precarios que se generaron para amenguar la creciente desocupación y que forzaron así una baja de salarios nominales para salir de los ciclos recesivos.
El perfil de los indigentes es un claro reflejo de estos cambios:
u Un 40,2 por ciento de la población económicamente activa de los indigentes es desocupado, otro de los problemas irresueltos de la última década.
u Todos los jefes de familia ocupados indigentes integran la franja del 15 por ciento de la población económicamente activa del país que gana hasta 200 pesos mensuales.
u En el universo indigente el nivel del trabajo informal –también conocido como trabajo en negro– está cercano al 80 por ciento. En el caso de las jefas de familias indigentes dedicadas al servicio doméstico ese nivel alcanza al 95 por ciento.
u Son, al fin, integrantes de los 3,2 millones de trabajadores en negro del país, un sector que representa todo un record: el 37,4 por ciento del total de la población económicamente activa.
u Trabajar informalmente significa, entre otras cosas, carecer de cobertura médica, jubilación, créditos y comprobantes para poder alquilar una vivienda. Además, significa ganar aproximadamente un 40 por ciento menos que aquellas personas que realizan las mismas tareas, pero en blanco o formalmente.
u Respecto de la composición etárea, de los 3.777.244 indigentes –ésa es la cifra exacta– 1.775.000 son menores de 18 años, muchos de los cuales están excluidos del sistema educativo, lo que ayuda a reproducir la concepción de familia pobre.
u La provincia record en indigencia es Formosa: alcanza al 27 por ciento de la población. Le siguen Chaco y Corrientes, con 23,6 y 20,8 respectivamente.
u Por densidad poblacional, el distrito que ostenta mayor número de indigentes –y no porcentaje– es la provincia de Buenos Aires, que alberga a 1.265.108 personas en esas condiciones.

 

 

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