Por
Raúl Kollmann
El
padre Luis Farinello cosecha hoy entre el 12 y el 14 por ciento de los
votos en la provincia de Buenos Aires, según distintas encuestas
que se terminaron durante el fin de semana. Es un volumen importante de
votos, pero los interrogantes que quedan son dos: si Farinello podrá
mantener ese caudal hasta octubre, y si le quita a votos a la Alianza
o al PJ. Tres de los más conocidos encuestadores dieron sus respuestas
y hacen un diagnóstico sobre las posibilidades del sacerdote.
El pronóstico es que el padre estará por debajo del
10 por ciento de los votos, aunque siempre puede haber una sorpresa -.señaló
Manuel Mora y Araujo. La lógica es que le saque más
votos a la Alianza que al Justicialismo porque tiene un discurso populista,
más socialdemócrata, que sintoniza bien con votantes de
la franja izquierda de la Alianza. Al peronismo lo veo menos vulnerable:
me parece que Eduardo Duhalde colma más las aspiraciones de la
base justicialista, aunque es posible que una fracción se vaya
a Farinello. En general, las candidaturas como la del sacerdote tienden
a pincharse un poco hacia el final: son muchos meses de campaña,
se necesitan recursos y en las últimas semanas los grandes partidos
terminan sacando unos puntos más de los previstos y las fuerzas
como la de Farinello son las que pierden esos puntos. Para el PJ veo más
peligroso a Luis Patti. El discurso del orden puede pegar en una franja
justicialista, porque aunque Ruckauf tiene ese discurso en las palabras,
no se refleja tanto en los hechos, ya que sigue la inseguridad. Con Patti
pasa lo mismo que con Farinello: de entrada parece que va a sacar muchos
votos, pero no creo que llegue al techo del 10 por ciento.
Para el consultor Hugo Haime, el padre Farinello le quita votos a ambas
fuerzas mayoritarias, pero tal vez algo más a la Alianza que al
PJ. En principio hay que decir que Farinello tiene votos en el primer
cordón del Gran Buenos Aires y aunque es en esa zona donde la Alianza
tiene más respaldos, también el sacerdote le quita una franja
al PJ. En ese primer cordón el voto es más aliancista, es
un voto parecido al de la CapitalFederal con primacía de los sectores
de clase media baja. Ahora bien, si Farinello no fuera candidato, los
más probable es que esos votos se los lleve Duhalde, porque se
trata de gente que está enojada con los políticos y en especial
con el Gobierno. Se trata de ciudadanos que seguro no votan a la Alianza,
por lo tanto la existencia de Farinello impide en realidad que vayan a
Duhalde. Haime insiste en que hay que ver qué sucede
cuando termine la campaña. Uno tiene que tener fiscales, una estructura
que permita defender los votos en un terreno no sólo mediático.
Además, Duhalde tiene a favor que es candidato del justicialismo
y lo respalda Carlos Ruckauf, que tiene muy buena imagen en la población.
Hoy por hoy nosotros tenemos a Farinello en un 13 por ciento
dice Analía Del Franco, de Analogías. Es una franja
que sintoniza con el discurso antipolítico. Atención, que
un 60 por ciento de los encuestados tiene buena opinión de Farinello,
quien además también registra buena imagen no sólo
en la provincia de Buenos Aires sino en todo el país. Hay que imaginarse
que Elisa Carrió tiene 60 por ciento de conocimiento a nivel nacional
y Farinello 55. Es muy conocido.
Yo diría que sus votantes no son muy sólidos, sino
que pueden cambiar fácilmente de opinión y voto. Es gente
de clase media, del primer cordón del Gran Buenos Aires y con muy
poca presencia en el segundo cordón. Mi impresión es que
le saca a la Alianza con un discurso muy típico que le gusta a
los aliancistas: ayudar a los pobres, que se va a ocupar de los más
desprotegidos. En los últimos meses perdió algo de imagen:
hay un 70 por ciento de los encuestados que no está de acuerdo
con la idea de que sacerdotes entren a la actividad política. Debo
decir también que Raúl Alfonsín es un candidato que
puede articular un discurso para evitar esa fuga de votos hacia la izquierda.
Tal vez es el mejor candidato para eso.
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