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�Cuidado, soy de culto aquí, pero en España soy el establishment�

 

El cineasta Alex de la Iglesia llegó a Mar del Plata para presentar su último film, �La Comunidad�, que se verá pasado mañana.

 

Por Martín Pérez
Desde Mar del Plata

A pesar de que su cine de ciencia ficción, demonios y referencias cinéfilas de todo tipo parece hecho para el culto antes que para el éxito masivo, Alex de la Iglesia advierte: “Cuidado, que soy de culto aquí, pero en España soy el establishment”. Y él sabe por qué lo dice. Luego de haber sido descubierto por Almodóvar para el gran público, ya que él le produjo su ópera prima Acción Mutante, cada film de De la Iglesia ha sido éxito de taquilla en España. Y lo mismo sucedió con su quinto film, protagonizado por Carmen Maura y bautizado La Comunidad, que el año pasado fue el más visto en país y que se podrá apreciar pasado mañana y el viernes próximos aquí, en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. “Y por suerte hemos ganado sólo tres Goyas en la última entrega”, bromea De la Iglesia. “Porque si hubiésemos sacado los trece a los que habíamos sido nominados, yo hoy sería algo así como el anticristo del cine español. Exito en taquilla y entre la crítica. Es decir: tendría la culpa de todo”, concluye el cineasta, en la entrevista con Página/12.
Luego del éxito de El Día de la Bestia, los problemas de Perdita Durango y la maestría demostrada con Muertos de Risa, todo parece señalar a La Comunidad como el film con el que Alex de la Iglesia mejor podrá instalar su nombre fronteras afuera de España. “No sé qué es lo que tiene este film”, asegura su director. “Pero el asunto es que con él hemos tenido las mejores críticas, un éxito arrasador de taquilla y lo hemos vendido a casi todo el mundo. Y sin embargo a mí me parece que Muertos de Risa es mucho mejor. Porque considero, es cierto, que es un film mucho más difícil”.
Presentado como un film de terror vecinal que combina el suspenso clautrofóbico con la acción doméstica, y que tiene altas dosis de tragedia humana y humor retorcido, la unanimidad de La Comunidad guarda relación con su protagonista: la tan almodovariana Carmen Maura. “Ella es fundamental porque el suyo es un personaje tipo Bette Davis: una mujer loca atrapada en un ambiente clautrofóbico”, cuenta Alex, cuyo anterior film llegó a las pantallas locales con dos años de atraso. Pero todo parece señalar que con La comunidad no sucederá lo mismo.
“Una de las razones por las que celebro haber aceptado venir a Mar del Plata es porque hemos ayudado mucho a nuestro distribuidor local”, cuenta De la Iglesia, que el viernes pasado acompañó satisfecho la exhibición al aire libre de su exitoso último opus. “Sin embargo, cada vez que los focos de algún auto iluminaban la pantalla me daba ganas de encerrarme a oscuras en la sala de un cine”, cuenta, y recomienda ver el film en las exhibiciones planeadas para este miércoles (19 hs.) y el viernes (trasnoche, a la 1 del sábado) en el Cinema 1. La exhibición gratuita y al aire libre se repite este viernes.
Dentro del entorno de De la Iglesia, sin embargo, la gran noticia es que Antonio Banderas ha decidido trabajar en su próximo proyecto. Y por eso es que el director español podrá finalmente rodar en octubre un film que persigue desde hace años: Fu Man Chu. “Aún no sé si lo haremos, en realidad”, advierte. “Pero si no sale, me dedicaré a un proyecto pequeño que produciré yo, Powerhouse. En él se cuenta la noche de un oficinista perdido en una ciudad, corriendo detrás de la leyenda del local perfecto”. Fu Man Chu, en cambio, es un proyecto de 20 millones de dólares, diez veces más de lo que costó La Comunidad. Se trata de un guión que De la Iglesia comenzó a escribir cuatro años atrás, cuando estaba rodando Perdita Durango.
“Es una película de aventuras para adultos, en la que no hay niño simpático y el malo es malo de verdad”, adelanta De la Iglesia, que confiesa soñar con Alan Rickman para hacer de Fu Man Chu. Pero eso si le dejan hacer el film que desea. Porque, según cuenta, es muy difícil venderle un film adulto al mercado hollywoodense. “Es algo absolutamentemeridiano: ellos quieren films para niños. Recuerdo cuando, hace unos años, me contactaron para hacer el film del videojuego Doom. Yo creía que iba a poder hacer una película de terror impresionante, estilo Alien, con un presupuesto de apenas 15 millones de dólares. Me respondieron que para ellos era un mejor negocio que costase tres veces más y que estuviese orientada hacia los adolescentes. Sin violencia. Imagínate: Doom sin violencia. ¡Ridículo! Así que me levanté y me fui. Pero aún no tuve una conversación así sobre este proyecto. Espero no tenerla nunca”.

 

 

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