Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


CRONICA DEL JURAMENTO DE LOS HOMBRES DE LOPEZ MURPHY Y DE LOS DE ALVAREZ
De la Rúa juntó a Montescos y Capuletos

Marcos Makón y Ricardo Mitre se sumaron al gabinete ampliando la presencia del Frepaso. Daniel Artana y Manuel Solanet serán las primeras espadas del equipo económico. Todos prestaron juramento en un acto, sin discursos. Se saludaron y aplaudieron. Pero amor no hay.

Por Fernando Cibeira

Era sabido que sería una jura de contrastes. Por un lado, estaban los frepasistas, que venían desde el peronismo o de la militancia de los organismos de derechos humanos. Por el otro, los del equipo económico, que venían de ser funcionarios de la dictadura o gerentes de importantes empresas o exegetas de las bondades de la ortodoxia económica. Todos juntos, en el mismo salón, pero separados por la desconfianza. Los aplausos para unos vinieron de un sector, los del otro desde el lado opuesto. Un frágil equilibrio cuyo futuro dependerá mucho del paquete que anuncie el ministro del Economía, Ricardo López Murphy, quien tendrá que mostrar dotes de malabarista para conformar a todos.
¿Habrá sido éste el mentado relanzamiento del Gobierno? De esa forma, al menos, habían promocionado en un principio el recambio ministerial que continuaría como onda expansiva a la renuncia de José Luis Machinea. Para eso se suponía que el presidente Fernando de la Rúa había pedido a todos sus funcionarios que pusieran sus renuncias a disposición. Un eufemismo -en realidad, las renuncias están siempre a disposición del Presidente– que funcionaba como anticipo de que habría nuevas modificaciones y que las haría él. Luego, sólo se dieron los cambios necesarios para tapar huecos más los que decidió el jefe del Frepaso, Carlos “Chacho” Alvarez.
Ahora nadie habla de nuevos nombres aunque sí de proyectos de fusión de ministerios que desembocarían en otras designaciones. Así que queda la duda si lo del relanzamiento habrá sido ayer, si será más adelante o si no será. De la Rúa no dio pistas porque en la jura de ayer directamente no habló. Ni siquiera el consabido agradecimiento a los funcionarios que dejaron o cambiaron su cargo. En cuanto a presencias, se repitió lo de la jura de López Murphy. No estuvieron ni Raúl Alfonsín ni Chacho Alvarez -quien, según sus colaboradores, mantendrá esa costumbre de ahora en más– y sí el presidente del Banco Central, Pedro Pou. Para qué irá, no se sabe. Porque se ubica solo, no habla con nadie y luego se marcha sigilosamente.
Primero fue el turno de los frepasistas. Comenzó el ex vicejefe de Gabinete y ministro de Desarrollo Social, Marcos Makón, un ex funcionario cavallista que desde la campaña electoral viene trabajando junto a Chacho. Según el enroque imaginado por Alvarez, el perfil de Makón irá mejor que el de Graciela Fernández Meijide para la conformación de la futura Agencia Social que se encargará de centralizar toda la asistencia que distribuya el Gobierno. Después de Makón, le llegó el turno a Ricardo Mitre, un abogado que conoce a Alvarez desde la militancia juvenil.
Los nuevos cargos de Makón y Mitre deben interpretarse como un renovado compromiso del Frepaso con el gobierno delarruista, pese al ascenso de López Murphy y compañía. De la Rúa aceptó los nombres designados por su aliado, aun a riesgo de no conocerlos demasiado. Incluso, Mitre –que asumió un cargo de estrecha relación con el Presidente– no había visto a su nuevo jefe más que un par de veces y se las recordó cuando lo aceptó en su puesto. “La primera fue cuando me tomaste examen de Derecho Procesal y la segunda cuando te traje la renuncia de Chacho Alvarez”, le dijo Mitre.
Lo de Fernández Meijide, en cambio, es más complicado. Irá a un cargo sin funciones específicas, debajo del jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, con quien no tiene buena sintonía, cuestión que ninguno de los dos se preocupó en disimular. Graciela también quedó disgustada con buena parte del Frepaso porque piensa que no la defendieron de la “operación política” que –entiende– la terminó desalojando del ministerio. Según contó un asombrado testigo de la escena, Graciela se cruzó antes de la jura con una funcionaria de su partido a quien irónicamente le dijo “gracias por salir a defenderme”. Durante la jura, Fernández Meijide se mantuvo muy seria.
Tanto el juramento de Graciela como el del equipo económico podrían haber sido celebrados en sus respectivos ministerios dado los cargos en cuestión. Pero fue transparente la determinación de De la Rúa de hacer del acto de ayer un gesto de unidad en la diversidad del oficialismo. Si habíaexpectativa ante la reacción que podían generar en el acto algunos de los nombramientos de López Murphy, quedó sepultada. Sólo hubo algún murmullo cuando fue nombrado el secretario de Producción, Víctor Savanti, quien -según reveló Página/12– quedó al frente del área donde se investigará su accionar como vicepresidente de Loma Negra.
Pero los aplausos fueron parejos para todos. Tanto para frepasistas como para economistas. Pasaron el secretario de Hacienda, Daniel Artana, de Energía y Minería, Emilio Apub, de Política Económica, Federico Sturzenegger, de Coordinación, Jorge Sereno, y hasta el de Modernización del Estado, Manuel Solanet, quien fuera funcionario del ministerio en la dictadura militar. Solanet mostró una familia numerosa pero, más allá de eso, debe reconocerse que fue muy aplaudido. Algunos, incluso, de tanto fervor parecían haber ido al acto exclusivamente para eso. Como Montescos y Capuletos, los frepasistas –había legisladores y funcionarios del gobierno porteño– los miraban de reojo y con los brazos cruzados. “Un acto juntos no hay problema, ahora, la privatización del Banco Nación es otra cosa bien distinta”, sintetizaba el sentimiento del grupo un legislador cercano a Alvarez. Así que la paz depende de López Murphy.


PROPUESTAS QUE PREPARARON LOS ECONOMISTAS DE FIEL
Subir la edad de jubilación

Por Cledis Candelaresi

Si los condicionamientos políticos que tanto inquietan a Ricardo López Murphy no existieran, es posible que su receta para emprolijar las cuentas públicas sería aún más drástica de la que está elaborando junto a su flamante equipo. Según una propuesta para estimular el crecimiento económico que elaboró la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas, el Estado debería encarar una nueva etapa de reformas estructurales, que hasta podría incluir un aumento general en la edad jubilatoria.
Según el equipo de FIEL –integrado, entre otros, por el actual secretario de Hacienda, Daniel Artana– sin torcer el rumbo impuesto a la economía por José Luis Machinea, Argentina podría crecer este año más del 3 por ciento anual. Pero ese pronóstico, bastante optimista, podría duplicarse en los próximos años, si se aplicara una serie de “medidas”, que los técnicos de la Fundación sugirieron a fin del 2000, justo cuando el ministro saliente estaba gestionando el blindaje.
“Mantener la estabilidad macroeconómica, profundizar la apertura y asegurar la orientación promercado de la economía”, fue la primera consigna planteada por el trabajo académico, titulado “Una Argentina posible: ¿cómo impulsar el crecimiento económico en la próxima década?”. Pero este postulado fue seguido por otras sugerencias más puntuales y quizás menos obvias:
“Profunda racionalización de personal” en todos los niveles de gobierno, que incluya una modificación de los estatutos de los empleados públicos, para extender sus actuales jornadas de 30 a 40 horas semanales. Las licencias deben ser “menos generosas”, y se debe introducir un sistema de incentivos, que serviría para diferenciar a los ineficientes. Se trata de uno de los caminos para reducir el consumo público, que en diez años debería retroceder de 37.000 a 31.800 millones.
Modificación en el sistema jubilatorio de reparto, con aumento en las edades de retiro y corrección de “algunas deficiencias en el cómputo de las jubilaciones”, lo que en el contexto de un plan de ajuste equivale a un eventual recorte de haberes. López Murphy ya avaló públicamente la propuesta de régimen previsional impulsada por su antecesor y plasmada en un decreto de necesidad y urgencia, que incluye una reducción de la PBU y el aumento de la edad jubilatoria femenina. Esta iniciativa va en similar sentido a lo que recomendaba FIEL, aunque es menos drástica aún de lo que prevé el actual titular de Economía.
Modificar el sistema de acceso a los cargos del Poder Ejecutivo y de la Justicia para “mejorar la representación y la decisión judicial”. Los cambios institucionales también suponen disminuir la “inestabilidad normativa” en todos los niveles de gobierno.
Después de un drástico ajuste, podrían reducirse impuestos. La tasa del IVA podría bajar al 20 por ciento en el 2005 y al 15 por ciento en el 2010. La combinación del recorte en el gasto público y un mayor crecimiento de la economía, también debería permitir la creación de un “fondo anticíclico”.
Pero a fines del año pasado, cuando López Murphy aún estaba firme en Defensa, los hombres de FIEL ya vislumbraban algunos escollos para aplicar la fórmula esbozada, en particular, los institucionales: muchos de los cambios anhelados deben ser aprobados por leyes de la Nación o provinciales.

 

 

PRINCIPAL