El
ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, encabezó ayer la ceremonia
de inauguración del año militar y no pudo evitar referirse
a la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
No existe malestar, tuvo que responder al término del
acto, cuando le preguntaron sobre la posición de los militares
frente al fallo del juez Gabriel Cavallo, y destacó que las
Fuerzas Armadas están subordinadas al poder político y a
la marcha de las instituciones. Sin embargo, las derivaciones de
esa decisión judicial inquieta a los altos mandos del Ejército,
la Armada y la Fuerza Aérea, ante los cuales Jaunarena habló
y no dijo ni una sola palabra del tema.
La presentación de Jaunarena frente a la plana mayor de las Fuerzas
Armadas generó expectativa por tratarse de su primer contacto con
generales, almirantes y brigadieres desde que juró como ministro
de Defensa, pero sobre todo porque hace apenas una semana la Justicia
anuló las leyes de impunidad y abrió la puerta a la posible
revisión de los crímenes de la dictadura. Lo que haría
falta en la Argentina es que definitivamente quede resuelta toda la gama
de responsabilidades, opinó Jaunarena después del
acto que se desarrolló en el Edificio Libertador.
Durante el discurso Jaunarena no hizo referencia al asunto, pero sí
al golpe militar del 24 de marzo de 1976 y aseguró que dio como
resultado el fracaso, desprestigio y desunión. Los
golpes de Estado fueron, en la inmensa mayoría de los casos, golpes
cívico-militares y se produjeron porque hubo sectores de la sociedad
que los alentaron, conducciones militares que los perpetraron, violando
su deber de defender la Constitución, reseñó.
También sostuvo que todos aprendimos. Hoy no existe un solo
sector de la sociedad que piense en violentar las instituciones, un solo
hombre de estas Fuerzas Armadas que no esté dispuesto a defenderlas,
ni una sociedad a la que resulte indiferente la suerte de sus libertades.
Tampoco la comunidad internacional es indiferente a los atentados contra
la democracia.
A Jaunarena lo acompañaron los secretarios de Asuntos Militares,
Angel Tello, y de Planeamiento, José María Lladós.
Entre los militares se destacaron el jefe del Estado Mayor Conjunto, general
Juan Carlos Mugnolo, y los titulares del Ejército, general Ricardo
Brinzoni; de la Armada, almirante Joaquín Stella; y de la Fuerza
Aérea, brigadier Walter Barbero.
La anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final inquieta
a los militares, quienes de todos modos no esperaban que Jaunarena dijera
otra cosa que lo que dijo. Se trata de un acto protocolar en el
que el ministro de Defensa adelanta a los altos mandos sus planes para
el año en curso, explicó a Página/12 un hombre
del Ejército.
En la fuerza a cargo de Brinzoni tampoco cayó bien que el Centro
de Estudios Legales y Sociales (CELS) aceptara brindarle información
acerca de las denuncias contra oficiales por delitos cometidos durante
la dictadura a cambio de que los hombres del Ejército informaran
sus destinos, grados y funciones que ocuparon entre el 74 y 83.
Esto es contrario a la ley de hábeas data. Lo que nosotros
pedimos no es ni más ni menos que la lista que el CELS tiene y
que todos los años difunde cuando se tratan los ascensos en el
Senado, queremos saber si tienen errores porque siempre hay demoras y
en la mayoría de los casos es a partir de equivocaciones en los
nombres. Nuestros abogados están estudiando el tema, precisó
la misma fuente, que desconfió además de las dificultades
que argumenta el CELS para reunir la información: La verdad
es que la tienen bastante bien sistematizado, porque las listas aparecen
siempre a los cinco minutos de que los pliegos llegan al Senado.
Pese a la situación adversa, las Fuerzas Armadas han iniciado
el camino de la transformación con decisión y fortaleza,
señaló también Jaunarena en su discurso y aseguró
que los militares tienen el reconocimiento del gobierno nacional
y gozan de un merecido prestigio en la sociedad. Además,
reconoció los serios inconvenientes que viven los hogares
militares por las postergaciones económicas de tantos años
y se comprometió a esforzarse para mitigarlos.
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