Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


INFORME COMPLETO DEL PLAN PARA
LA ANSES, EL CORAZON DEL PROXIMO AJUSTE ECONOMICO
El recorte de la Anses será de 900 millones

Página/12 accedió al plan completo de reducción de gastos de la Anses, que se constituirá en el principal aportante al ajuste que presentará Ricardo López Murphy. En ese programa se prevé un ahorro de 900 millones de pesos.

Ricardo López Murphy, ministro de Economía, en la reunión de gabinete. Atrás, Chrystian Colombo.

Por Roberto Navarro

La tijera de López Murphy apunta derecho hacia una de las pocas dependencias del Estado en la que aún queda tela para cortar: el flamante ministro de Economía espera ahorrar 900 millones de pesos anuales reduciendo los egresos de la Anses, el organismo que maneja más del 40 por ciento del Presupuesto nacional. Página/12 tuvo acceso a la propuesta de recorte de gastos presentada por el titular de la entidad, Rodolfo Campero, que ya fue aceptada por el jefe de la cartera económica y que será el rubro más importante por el que pasará el primer ajuste que instrumentará el equipo de FIEL en el Gobierno. Del total del recorte, 300 millones saldrán del diferimiento en el pago de los aportes jubilatorios que el Estado debe entregar a las AFJP en el momento del retiro del trabajador. En vez de abonarlo en un solo pago, la Anses irá realizando las erogaciones mensualmente con cada pago de haberes a los nuevos beneficiarios.
De los otros 600 millones, que sí significan un ahorro real para el fisco, los principales puntos son la reducción de las jubilaciones mayores a 3100 pesos, la resolución de los casos de fraude en las asignaciones familiares, que Campero denunció en diciembre pasado, y la depuración de los haberes irregulares.
En medio de los rumores que hablaban del reemplazo del actual interventor de la Anses por un técnico de FIEL, Campero logró el apoyo de la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, quien avaló su plan de reducción de gastos ante el nuevo equipo económico e incluso participó en su redacción final.
La mayor novedad es el diferimiento en la cancelación a las AFJP de los aportes que realizaron los trabajadores antes de 1994, cuando se inició el sistema de capitalización (ver aparte). Medida que se espera encuentre una fuerte resistencia de parte de las entidades financieras. Otra decisión que afectará a los bancos es la concentración en el Banco Nación de la gestión del cobro de los aportes jubilatorios, servicio por el que la Anses paga 70 millones de pesos mensuales.
Varios de los rubros en los que se espera reducir gastos ya formaban parte del informe que la actual intervención le había presentado al ex ministro José Luis Machinea en diciembre último. Según fuentes de la Anses, aunque el plan había sido aceptado, varios puntos encontraban resistencias políticas dentro de la Alianza. Entre ellas, la reducción del cuerpo de 85 gerentes que cobran más de cinco mil pesos por mes. En su mayoría cargos sin funciones esenciales, ocupados por funcionarios apadrinados por políticos de los principales partidos.
El nuevo secretario de Hacienda, Daniel Artana, quien aprobó el proyecto de la intervención, afirmó que el nuevo equipo económico apoyará el recorte propuesto por Campero en su totalidad. Los principales rubros que componen el recorte de 900 millones en la Anses son los siguientes:
Modificación del decreto reglamentario que regula el sistema de asignaciones familiares. Anses detectó miles de casos en que, aprovechando un artículo pensado para casos de emergencia laboral, las empresas defraudaban al fisco en más de 140 millones de pesos anuales. Esta reglamentación permite a las pymes reclamar para sus empleados la asignación familiar aunque hayan trabajado un solo día. Así se crearon miles de empresas fantasma, registradas al solo efecto de anotar al mismo empleado en 50 firmas distintas y quedarse con los haberes que la Anses liquidaba. De ahora en más se exigirá como requisito para obtener el beneficio un mínimo de 10 días de trabajo.
Reducción de las jubilaciones y pensiones de privilegio vigentes superiores a 3100 pesos. Según el proyecto de la Anses, hay 8500 beneficiarios en estas condiciones. La reducción de esos haberes al nuevo techo significará un ahorro de 80 millones de pesos anuales. La medida no significa que todos los jubilados que cobren más de 3100 pesos van a ver reducidos sus haberes. El recorte sólo alcanzará a los que consiguieron elbeneficio en condiciones de privilegio, como, por ejemplo, los ex funcionarios que se jubilaron luego de un breve paso por la función pública.
Eliminación de los beneficios a las personas que cobran haberes jubilatorios y a la vez continúan trabajando y cobrando salario en el Estado. El ahorro esperado será de 105 millones de pesos.
Ajuste de jubilaciones irregulares o directamente ilegales. Hay más de 10 mil casos detectados que se llevan cerca de 110 millones de pesos anuales.
Proyecto de modificación del Código Civil para reducir la litigiosidad del sistema. En los últimos tres años Anses canceló sentencias judiciales por 1600 millones de pesos. Según estudios de consultores legales externos, la actual legislación da lugar a abusos de parte de los demandantes. El proyecto presentado a Economía estima un mínimo de ahorro anual de 40 millones de pesos.
Reestructuración de la línea gerencial de la Anses. Se despedirá a la mayoría de los 85 gerentes que componen el cuerpo ejecutivo de la entidad. Se trata de funcionarios nombrados durante las distintas gestiones de los últimos años, que llegaron a sus cargos con el apoyo de padrinos políticos de los partidos mayoritarios y que, según el proyecto de reducción de gastos, no cumplen funciones esenciales. El ahorro salarial será de 10 millones de pesos anuales.
Concentración de la recaudación en manos de bancos del Estado. Anses destina 70 millones de pesos anuales en concepto de comisiones a entidades bancarias privadas por el cobro de aportes jubilatorios. De aquí en más se concentrará en el Banco Nación y en bancos provinciales, con lo que se espera ahorrar 40 millones anuales.
Reagrupación de los distintos planes de empleo y ayuda social en un solo padrón. Se estima que, por superposición de planes, hay miles de personas que reciben más de una ayuda mensual. Esta superposición demanda más de 40 millones de pesos anuales.
Este será el plato fuerte del ajuste que presentará Ricardo López Murphy, puesto que equivale al 60 por ciento de la promesa de recorte de gasto si, finalmente, el demorado paquete fiscal involucra 1500 millones de pesos.

 

Los cortes de la tijera

El plan de reducción de la Anses aprobado por Ricardo López Murphy, y que se constituirá en el grueso del paquete que anunciaría mañana, es el siguiente
Diferimiento en la erogación de los aportes de los nuevos jubilados a las AFJP: 300 millones de pesos anuales.
Modificación del régimen de asignaciones familiares para evitar el fraude: 140 millones de pesos.
Ajustes en jubilaciones mal calculadas o directamente ilegales: 110 millones.
Eliminación de las jubilaciones de personas que estén cobrando al mismo tiempo salarios del Estado: 105 millones.
Reducción de las jubilaciones de privilegio superiores a 3100 pesos: 80 millones.
Concentración de la recaudación en el Banco Nación y bancos provinciales: 40 millones.
Modificación del Código Civil para evitar abusos en las demandas judiciales: 40 millones.
Mejorar la eficiencia administrativa para evitar irregularidades en el pago de haberes a personas fallecidas: 40 millones.
Reestructuración de la línea gerencial, mediante el despido de la mayoría de los 85 actuales gerentes: 10 millones.
Arancelamiento de servicios de información: Por ejemplo, cobrarle a la empresa Veraz por enviarle datos sobre deudores al sistema, que prevé ingreso de 10 millones extras.

 

El Estado pagará en cuotas

El nuevo equipo económico podrá mostrar un proyecto de ahorro total anual de 900 millones de pesos en la Anses con la ayuda de la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, quien reflotó un decreto impulsado por el interventor del organismo en diciembre pasado, que había quedado sin reglamentar por las resistencias que despertaba en el sector financiero. El proyecto de ajuste que la actual intervención había presentado al secretario de Hacienda, Daniel Artana, preveía un recorte de gastos de 600 millones de pesos. Pero Bullrich insistió en la propuesta que Rodolfo Campero había presentado a poco de asumir, que consiste en diferir el pago de los aportes jubilatorios de los nuevos trabajadores a las AFJP. De aquí en más, los aportes al Estado hasta 1994, cuando comenzó el régimen de capitalización individual, serán entregados mensualmente a las compañías de seguros de retiro que los beneficiarios contraten para administrar sus fondos.
Hasta ahora, Anses cancelaba el total de los aportes en el momento en que el trabajador se jubilaba. La propuesta no es más que un manejo financiero que permitirá postergar el pago de 300 millones de pesos anuales. La idea generó resistencias el año pasado porque las AFJP, que pertenecen a los mismos bancos que las compañías de seguros de retiro, exigen recibir el total de los aportes de los trabajadores de una sola vez, en el momento de la jubilación.
La principal cuestión a definir es si el Estado abonará por la postergación del pago una tasa de interés. Hasta el momento los aportes realizados al Estado iban a engrosar, junto con el saldo de la cuenta de capitalización individual, el fondo que la compañía de retiro iba a administrar. Durante el período en que el beneficiario cobraba sus haberes, esos fondos iban devengando intereses que, según la estrategia comercial de la compañía de seguro, volvían en parte al beneficiario. Si el Estado abona una tasa de interés por el cambio de modalidad nada cambiará para el jubilado. En caso contrario, seguramente, la iniciativa de Campero, apoyada por Bullrich, terminará reduciendo los haberes previsionales futuros.

 

El FMI quiere el ajuste sin baja de impuestos

La misión del FMI que arribó ayer a Buenos Aires le anticipó a López Murphy que no aceptará bajas de impuestos. En
cambio, hará público su
respaldo al ajuste.

Tomás Raichmann, el nuevo
jefe de las misiones a Argentina.
Dicen que tiene una mayor “visión política” que Ter Minassian.

El Fondo Monetario Internacional ya le anticipó a Ricardo López Murphy que no admitirá una reducción del impuesto a las Ganancias a la espera de que la reactivación de la economía signifique un aumento de la recaudación en el futuro. Así se lo anticipó el director del Hemisferio Occidental del Fondo, el argentino Claudio Loser, y lo ratificó la misión técnica que desembarcó ayer en Buenos Aires. Esta misión empezó a revisar informalmente la marcha del programa acordado con el FMI, que tendrá un desvío en la meta de déficit fiscal del primer trimestre que deberá ser compensado con más ajuste en lo que resta del año. Los hombres del Fondo quieren seguir de cerca las medidas que anunciará López Murphy y, al mismo tiempo, darle el aval “in situ” al ajuste que se viene.
Ayer una avanzada de técnicos del FMI fue presentada a López Murphy, al secretario de Hacienda, Daniel Artana, y al secretario de Política Económica, Federico Sturzenegger, por el representante del organismo en el país, el francés Terrier. Para hoy se espera el arribo del chileno Tomás Raichmann, el jefe de ahora en más de las misiones a la región en reemplazo de Teresa Ter Minassian, que fue ascendida a otro puesto dentro de la institución. El ministro de Economía y sus principales colaboradores negociarán con Raichmann cómo se compensará el desfasaje de la meta de déficit del primer trimestre con un mayor apretón fiscal a partir de abril, de modo tal de asegurarse el cumplimiento de la meta anual de déficit fijada en 6500 millones de pesos.
Según los cálculos de Economía, el desvió para el primer trimestre rondaría los 400 millones, aunque el jefe de asesores de Murphy, Fernando Navajas, habló de un rojo por encima de la meta de 700 millones, con la intención de ganar más espacio político para el ajuste. A su vez, para todo el año, el apretón fiscal necesario para rencauzar el programa varía, según la fuente, entre 1000 y 1500 millones, aunque –de nuevo– los hombres de FIEL prefieren tomar como válida esta última estimación.
Sea como fuere, Raichmann tendrá el privilegio de mirar con detenimiento las medidas que prepara el ministro de Economía antes de que las conozcan los principales dirigentes de la Alianza y ministros del gabinete nacional. López Murphy necesita cerrar el acuerdo con el Fondo antes del anuncio del paquete de medidas no sólo para presentarlas a los “mercados” con la garantía del Fondo sino también para aprovechar el respaldo del organismo, que presionará públicamente por su aprobación frente al ala política de la Alianza. Tal aval se reforzaría en caso de que Loser, el argentino de más alto rango en el Fondo, confirmara que pasará por Buenos Aires el viernes, en tránsito hacia la reunión anual del BID que se inicia el fin de semana en Santiago de Chile.
El propio Loser telefónicamente y los técnicos que llegaron ayer al país ya dejaron en claro al nuevo equipo económico lo siguiente:
No aceptarán rebajas impositivas con el argumento de que podrían alentar el consumo y la reactivación de la economía, lo cual a su turno aumentaría la recaudación. Por eso, desecharon de plano la posibilidad de disminuir las alícuotas del impuesto a las Ganancias elevadas el año pasado por Machinea. Por el contrario, obviamente, apoyan una eventual generalización del IVA y Ganancias a los sectores hoy exentos.
Tarde o temprano, en los próximos meses habrá que negociar llevar el programa de ajuste a las administraciones provinciales y, en particular, a la provincia de Buenos Aires, que elevó sustancialmente su déficit en el último año y explica más de la mitad del déficit total de las provincias.
El Fondo no admitirá desbordes en el gasto durante la campaña electoral e incluso alentará suspender o postergar obras públicas como instrumento para equilibrar las cuentas fiscales en el corto plazo.
Respecto del resto de las medidas en carpeta de López Murphy, el FMI las avalará sin reparos. Hace tiempo que los técnicos de Washington presionan por la reorganización de la Anses, con podas en las asignaciones familiares incluida; el establecimiento de un tope de 3100 pesos a las jubilaciones, y el recorte de todas las jubilaciones especiales y deprivilegio otorgadas por las cajas de previsión provinciales. Por otro lado, todo lo que sea reducción de gasto público por achique de la estructura estatal en el Fondo es bueno.

 

PRINCIPAL