Por Adriana Meyer e Irina Hauser
La Justicia secuestró
ayer dos informes secretos elaborados por la Sindicatura General de la
Nación que complican aún más la situación
del ex jefe de la SIDE Fernando de Santibañes en el escándalo
de los sobornos en el Senado. Uno de ellos demuestra que el monto de los
salarios abonados por la SIDE es muchísimo menor al que informó
el organismo durante la gestión del ex funcionario. Entre enero
y junio de 2000 el ex jefe de los espías decía gastar 8
millones en sueldos por mes, pero el dinero utilizado con ese destino
nunca superó la mitad. Además, tal como adelantó
Página/12, los auditores encontraron una diferencia de hasta un
70 por ciento entre la cifra que De Santibañes aseguraba destinar
a las aseguradoras de riesgo del trabajo y lo que recibieron en realidad
esas empresas. Al ordenar el operativo de secuestro de la documentación,
el juez federal Gabriel Cavallo avanzó sobre los cabildeos del
Poder Ejecutivo.
Mientras el procurador del Tesoro y el síndico general de la Nación
siguen sin ponerse de acuerdo respecto de las atribuciones de la SIGEN
para auditar la labor de los espías, y Fernando de la Rúa
persiste en no pronunciarse al respecto, Cavallo decidió esquivar
la disputa y obtuvo los informes secretos que el síndico Rafael
Bielsa no podía enviarle sin la autorización del Presidente.
Una de las primeras medidas que tomó Cavallo cuando se hizo cargo
de la causa fue pedirle a Bielsa toda la información que tuviera
para aportar. En octubre, la SIGEN había detectado que De Santibañes
informó como gastados 22 millones 300 mil pesos que en realidad
estaban en una de las cuentas del organismo. Ese informe ya fue incorporado
al expediente, pero los auditores siguieron investigando sobre el manejo
de las partidas presupuestarias. Así recogieron datos que volcaron
en dos pesquisas complementarias. Uno de ellos demostraría que
el monto de los salarios abonados por la SIDE es muchísimo menor
al que informó el organismo durante la gestión de De Santibañes.
Entre enero y junio de 2000 el jefe de los espías decía
gastar 8 millones en sueldos por mes, pero el monto utilizado con ese
destino nunca superó la mitad.
En el mismo sentido, descubrieron otras cuentas que no cierran. Pero durante
la pesquisa comenzó a exteriorizarse la oposición de la
Procuración del Tesoro a las averiguaciones de Bielsa sobre los
números de la central de inteligencia. Sin contar con los documentos
oficiales que la SIDE se negó a mostrar, la SIGEN trabajó
con las constancias recogidas en otros organismos oficiales, tales como
los aportes que recibió la caja previsional de la Policía
Federal y diversas ART. Y detectaron diferencias de hasta un 70 por ciento
entre lo que la SIDE dice que gastó y lo que quedó acreditado.
El otro informe se refiere a un listado de inmuebles que posee la SIDE
y por los cuales obtendría alquileres que cobraría por intermedio
de sociedades colaterales o de cobertura. Son las denominadas sociedades
fantasma que forman parte del patrimonio de la Secretaría
de Inteligencia y que ya están bajo la mira de la jueza María
Servini de Cubría. El abogado Ricardo Monner Sans pidió
a los fiscales del caso, Eduardo Freiler y Federico Delgado, que se investigue
la real titularidad del dominio de 25 inmuebles, así como de las
sociedades anónimas Tiumayu, Emcosud y AMSUD, y OSGRA S.R.L. Los
directivos de Tiumayu, según el abogado, serían el gerente
de Finanzas de la SIDE, Juan José Gallea, y otro funcionario del
organismo al que identificó como Gabriel Presa. Todo esto
indica que habría un mecanismo por el cual la SIDE informaba más
de lo que realmente gastaba, por lo tanto sospechamos de la existencia
de un circuito incierto del dinero que maneja, sintetizó
uno de los investigadores de la SIGEN, en sintonía con la hipótesis
que analizan los de la causa judicial.
Estos informes complementarios fueron remitidos al actual Señor
5, Carlos Becerra, para que emitiera su opinión, según establecen
las normas de la SIGEN. Pero Becerra nunca respondió de modo que
el documento se mantiene reservado porque desde el punto de
vista técnico no está terminado. Cuando Cavallo le pidió
a la SIGEN toda la información que tuviera sobre el caso y solicitó
su colaboración técnica, Bielsa le hizo saber que estaba
en condiciones de hacer ambas cosas pero no podía concretarlas
sin la autorización del Presidente. También le envió
una nota a De la Rúa solicitando ese permiso pero nunca obtuvo
respuesta.
El síndico había dejado abierta la posibilidad de entregar
la información de todas maneras. No fue necesario porque ayer Cavallo
ordenó el operativo y consiguió los informes. El magistrado
decidió apartarse de la polémica aún no resuelta
por el Poder Ejecutivo sobre los límites de la SIGEN para investigar
a la SIDE, y no quiere que ese conflicto trabe el flujo de información
hacia el expediente.
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