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LAS PREPAGAS DEBEN CUBRIR TRATAMIENTOS POR VIH Y DROGADICCION
Pacientes con respaldo de la Corte

El máximo tribunal fijó la obligatoriedad de cubrir esos casos para las prepagas. El fallo fue aplaudido por expertos y ONGs.

Con su decisión, el máximo tribunal revocó un fallo de la Cámara Federal de la Seguridad Social.

Por Mariana Carbajal

La Corte Suprema de Justicia rechazó ayer un planteo de una empresa de medicina prepaga que pretendía no cubrir los tratamientos contra el VIHsida y la drogadicción a sus afiliados. Con su decisión, el máximo tribunal revocó un fallo de la Cámara Federal de la Seguridad Social en favor del Plan de Salud del Hospital Británico. Al fundamentar su voto, el juez Adolfo Vázquez advirtió que al hacer lugar a la demanda de la prepaga los jueces de segunda instancia recurrieron a “criterios estrictamente mercantiles, olvidando por completo el significado que tiene la salud para las personas”. La sentencia de la Corte fue aplaudida por fundaciones de asistencia a infectados por el VIH, que la consideraron “excelente”, y pidieron controles sobre las prepagas para evitar que las empresas hagan “lo que quieran”. “El mayor problema que vemos es que las prepagas son muy reacias a cubrir el ciento por ciento de los medicamentos como marca la ley. Recibimos muchas denuncias de que no están cumpliendo”, reveló Mabel Bianco, titular del Programa Nacional de Lucha contra el Sida.
“Es un fallo muy importante porque será obligatorio para todos los juzgados inferiores”, evaluó el abogado Ignacio Maglio, jefe de la Sección de Riesgo Médico Legal del Hospital Muñiz, especializado en Derecho y salud. En su presentación, el Hospital Británico reclamó que se declare “inconstitucional” la ley 24.754 –sancionada por el Congreso en 1998– que extendió a las empresas de medicina prepaga la obligación de prestar cobertura sanitaria a los asociados que padecieran “contingencias derivadas de la drogadicción y del contagio del virus del sida”. Como argumento, la entidad aseguró que el gravamen que le ocasionaba la aplicación de la norma le producía un perjuicio económico que la colocaría al margen del mercado. Sin embargo, para la Corte Suprema, el Hospital Británico nunca pudo demostrar con un “cálculo siquiera aproximado” el “eventual incremento en los costos de las prestaciones médicas”.
“Ahora, ninguna otra prepaga podrá hacer planteos de inconstitucionalidad para no brindar cobertura en los casos mencionados”, señaló Maglio, en diálogo con Página/12. En un comunicado de prensa, la misma Corte Suprema destacó la importancia de la sentencia. “Presenta trascendencia y actualidad porque ha sentado pautas importantes de interpretación, de indudable proyección a casos futuros”, sobre “el criterio estricto con que deben ser examinados los planteos que pretenden (...) excluir a las empresas de medicina prepaga de las obligaciones legales que les competen en la prevención y tratamiento de los riesgos derivados del sida y la drogadicción”.
Al ser consultado por este diario, Carlos Narváez, gerente general del Plan de Salud del Británico, aclaró que, a pesar del reclamo judicial, la entidad “siempre dio cobertura” a los pacientes con VIH y drogadependientes. No obstante, señaló que a partir de la ley 24.754 sus costos se incrementaron entre un 20 y 25 por ciento. “Consideramos que el Estado debería subsidiar a las prepagas parte de las coberturas de los tratamientos de estas enfermedades”, señaló.
El fallo fue celebrado por las fundaciones que trabajan con enfermos en tratamiento. “Es una excelente noticia. La Corte Suprema no ha hecho más que cumplir con su obligación, que es dictar justicia. Cualquier otra resolución hubiese sido discriminatoria”, opinó el infectólogo Pedro Cahn, presidente de la Fundación Huésped, quien rechazó el argumento del Británico y negó que las prepagas tengan pérdidas por atender a drogadictos y personas con VIH.
Aunque la ley 24.754 obliga a las prepagas a cubrir los tratamientos por el VIH, algunas empresas se resisten a cumplir la normativa, de acuerdo a las “muchas denuncias” en ese sentido recibidas en el Programa Nacional de Lucha contra el Sida, según precisó su titular. “Hay dos problemas: por un lado, la letra chica de los contratos a veces excluye la cobertura del VIH-sida y, si el afiliado lo firmó, las prepagas se resisten a cumplir con la ley. Por el otro, muchas veces la cobertura no garantiza ni lacontinuidad del tratamiento ni la triple terapia, que es la más efectiva”, indicó Bianco.
“Si el paciente no sabe que tiene el derecho de una cobertura del ciento por ciento en los medicamentos, no se lo ofrecen”, describió a Página/12 Javier Hourcade Bellocq, coordinador del programas de la Fundación Spes. “Las prepagas grandes tienen claro que si no pueden probar que la enfermedad era preexistente a la afiliación, tienden a cubrir sin vueltas, pero las empresas chicas primero dicen no, después aceptan el 50 por ciento de los costos y por último, si el afiliado reclama, cumplen con la ley”, agregó Hourcade Bellocq. Para la titular de la Fundación Desida, Noemí Perelman, falta un ente regulador sobre las prepagas. “No hay absolutamente ningún control, por eso pueden hacer lo que quieren”, se quejó.

 


 

LOS DIPUTADOS BUSCAN BAJAR EL PRECIO DE LOS REMEDIOS
Cambios a la Ley de Patentes

Por M.C.

La Cámara de Diputados acordó por unanimidad tratar una modificación a la Ley de Patentes que permitiría bajar el precio de los medicamentos nuevos, entre ellos los que se usan para el sida y el cáncer. Se trata de un proyecto del frepasista Rafael Flores, que contempla la posibilidad de extender licencias obligatorias a laboratorios nacionales cuando el remedio patentado no se fabrique en el país y su titular abastezca el mercado local mediante la importación. “En productos nuevos, el monopolio fija el precio más alto que el mercado puede pagar. Al permitir que otros laboratorios fabriquen el mismo medicamento abrirá la competencia y hará reducir los precios”, explicó Flores el objetivo de su iniciativa.
El proyecto recibió el apoyo de Cooperala, la cámara que agrupa a las pymes de la industria farmacéutica nacional. Pero se descuenta que será fuertemente resistido por el nuevo equipo económico liderado por Ricardo López Murphy. “FIEL ha tenido siempre una posición militante a favor de los laboratorios extranjeros”, advirtió Flores sobre la actitud frente a la Ley de Patentes de la fundación a la que pertenece el ministro.
El miércoles de la semana pasada, Flores pidió en Diputados “preferencia” para que la iniciativa sea tratada en el recinto como primer asunto del día en la última sesión de abril o en las que le sigan, una vez que tenga dictamen de comisión. El cuerpo aprobó la propuesta por unanimidad.
El proyecto tiene una larga historia. Fue presentado cinco años atrás, en 1996, cuando se sancionó la última versión de la Ley de Patentes, pero quedó cajoneado en la Comisión de Industria por el fuerte lobby de los laboratorios extranjeros y la embajada de Estados Unidos. La semana anterior fue reflotado por Flores. La iniciativa no desconoce los derechos de patentes y empezaría a regir para los productos nuevos. Los laboratorios nacionales que sean habilitados para fabricar la misma droga en el país deberán pagar las correspondientes regalías al poseedor de la patente. Uruguay y Brasil cuentan con legislaciones similares.
Cooperala venía bregando por una cláusula de fabricación local desde hacía tiempo. “Su aplicación redundará en una amplia competencia entre laboratorios que bajará los precios de los medicamentos”, estimó Clara Suárez, directora ejecutiva de la entidad. “Hoy la composición de los precios de los medicamentos nuevos es totalmente artificial. Aprovechando el monopolio, los laboratorios fijan el precio más alto que el mercado está dispuesto a pagar. Sin esa cláusula está en juego la accesibilidad de los pacientes a los medicamentos”, opinó Flores. La Ley de Patentes comenzó a regir en octubre pasado. En su versión original incluía una cláusula de fabricación local como la que propone Flores, pero fue vetada por el ex presidente Carlos Menem.

 

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