El paquete de medidas que con sigilo viene preparando el ministro de Economía,
Ricardo López Murphy, ya tiene un foco de resistencia localizado
dentro de un sector radical en el gabinete. En reuniones preparatorias
y en la de gabinete de ayer, ministros como Federico Storani y Hugo Juri
plantearon su oposición a algunas medidas en carpeta: eliminación
de asignaciones familiares, reducción del presupuesto universitario
o del incentivo docente y privatización del Banco Nación.
El resultado fue otro día cargado de versiones, tanto de peleas
como de renuncias, además de la tensión palpable generada
dentro de la UCR por los trascendidos acerca del plan del ministro de
Economía.
Luego de mucho tiempo, el presidente Fernando de la Rúa decidió
volver a participar de las reuniones de gabinete. Había dos motivos:
uno, la conformación definitiva de su nuevo elenco ministerial
con la incorporación de los frepasistas Marcos Makón y Ricardo
Mitre; el otro, los días decisivos que vive el Gobierno hasta la
aparición del Plan Murphy. El jefe de Hacienda les pintó
un panorama negro a sus colegas de gabinete, que salieron un tanto agobiados
de la reunión de ayer: les dijo que eran necesarios más
recortes. Por eso, les pidió que informaran brevemente sobre la
situación de cada cartera que desde que asumió al gestión
aliancista no hacen más que achicarse.
Los problemas se habrían planteado en torno a ciertos temas que
para algunos radicales son dogmas, mientras que el ortodoxo equipo económico
los ve sólo como un buen objetivo en donde pasar la guadaña.
u Uno de esos ítem son las asignaciones familiares, que buscarían
ser eliminadas por el ministro de Economía. Pero, según
la explicación que daba ayer un vocero de la Jefatura de Gabinete,
no se trata de eliminarlas sino sólo reducir costos evitando los
fraudes que se dan en muchos casos. Creen que en ese rubro podrían
ahorrar 200 millones de pesos.
u López Murphy también habría arrojado como globo
de ensayo la posibilidad de privatizar el Banco Nación, pero el
rechazo fue tan fuerte que luego el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo,
se encargó de decir que la medida no estaba contemplada.
u El tercer punto de discordia habría surgido con la aparición
de los recortes educativos. Aparentemente, López Murphy tendría
al respecto más de una opción en carpeta. Se habló
de arancelamiento o de una drástica reducción del presupuesto
universitario, así como de la posible disminución del incentivo
docente, un logro gremial que motivó el levantamiento de la Carpa
Blanca en los optimistas albores de la administración delarruista.
Storani es un radical histórico que comenzó su militancia
en la Franja Morada en la Universidad de La Plata. En la intimidad, ya
les ha dicho a sus colaboradores que si López Murphy tira al diablo
una bandera del radicalismo como la gratuidad de la educación él
renuncia. Algo de eso adelantó ayer en gabinete, al igual que los
límites políticos que debería tener el paquete que
planea lanzar López Murphy, tal vez una de las últimas posibilidades
de la gestión de la Alianza de despabilar la economía antes
de las elecciones de octubre.
Detrás de Storani habría avanzado el ministro Juri, también
radical, preocupado por el tijeretazo imaginado por el equipo económico.
En Educación temen que en Hacienda planeen algunas formas indirectas
de hacer el ajuste. Por ejemplo:
u Que Economía deje de girar los fondos presupuestados para educación
a las provincias, lo que de hecho significaría que en el interior
se dejara de abonar el incentivo docente.
u Que López Murphy decida no ejecutar el total del presupuesto
universitario, obligando a las universidades a cobrar por las suyas un
arancel como condición para funcionar.
Según funcionarios presentes en la reunión, estos temas
fueron tocados en gabinete. En cambio, otros ministros lo negaron y remitieron
esas discusiones a otros encuentros sucedidos el lunes a la noche y ayer
a latarde. Lo cierto es que es evidente la avanzada de un sector radical
por marcarle los límites a López Murphy, así como
el viernes pasado los mercados financieros con una fuerte baja en
la Bolsa le hicieron saber al ministro qué sucedería
si no cumplía con lo que se esperaba de él.
Luego de la reunión actuaron como voceros Colombo y Storani, a
quien hubo que convencer porque rehusaba hacerlo. El jefe de Gabinete
insistió en que la mirada del Gobierno está puesta en la
Anses y en la AFIP, dos lugares de abultado presupuesto en los que se
piensa que se puede reducir costos. Hay dos pilares básicos
sobre los cuales va a pivotear la solución del problema fiscal
argentino que son la AFIP y la Anses, aseguró Colombo. Claro
que eso no excluía otras reducciones como la eliminación
de exenciones impositivas que generan algunos sectores de privilegio.
Colombo explicó también que el paquete de López Murphy
no sólo necesitará del apoyo que hoy le retacean algunos
ministros, sino también del Congreso. Ayer por la tarde, Colombo,
la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, y el ministro de Desarrollo
Social se reunieron con legisladores aliancistas, entre ellos los diputados
frepasistas Darío Alessandro y Rodolfo Rodil, para comenzar a sondear
la predisposición para aprobar las leyes necesarias para poner
en marcha el paquete.
Ostuni en ascenso
El vocero de Fernando de la Rúa, Ricardo Ostuni, fue designado
ayer como coordinador general de la Unidad Presidente, un puesto
clave dentro de la estructura que rodea al primer mandatario, ya
que se ocupa de funciones técnicas de asistencia como protocolo,
ceremonial y la coordinación del desplazamiento. Durante
el menemismo, el cargo fue ocupado por Munir Menem, hermano del
ex presidente justicialista. En diciembre de 1999, cuando la Alianza
asumió el Gobierno, De la Rúa no designó a
nadie en aquel lugar y las funciones de la Unidad Presidente fueron
cubiertas por la secretaría general, primero a cargo de su
hermano Jorge de la Rúa y después del radical Horacio
Jaunarena. La decisión de fortalecer la presencia del Frepaso
en el Gobierno y los últimos cambios de Gabinete llevaron
a Ricardo Mitre a la Secretaría General, por lo que algunos
interpretaban ayer la decisión de nombrar a Ostuni al frente
de la Unidad Presidencial como un recorte de las funciones del flamante
funcionario frepasista.
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NERI
ACEPTO ASESORAR A MAKON Y VITAR YA ASUMIO
La Agencia calienta motores
Las futuras medidas económicas
del ministro Ricardo López Murphy no sólo son uno de los
secretos más buscados por la mayoría de los integrantes
del mundo político sino que también pueden convertirse en
la piedra que enfrente a los miembros de la coalición gobernante.
Mientras esperan conocer las políticas económicas que asumirá
el Gobierno, los dos flamantes funcionarios del Frepaso pusieron su energía
en poner en marcha sus proyectos. El ministro de Desarrollo Social, Marcos
Makón, analizó la instrumentación de la futura Agencia
Social, junto a su novel equipo de asesores integrado por el diputado
frepasista José Vitar y por el alfonsinista Aldo Neri.
La existencia del Padrón Unico de Beneficiarios es un requisito
fundamental para poner en marcha la Agencia donde se concentrará
la ayuda social, comentaba a este diario una fuente cercana al grupo
de colaboradores de Makón.
La conformación de la Agencia, el padrón de beneficiarios
y la relación con los gobernadores provinciales formaron parte
de los temas analizados largamente ayer por Makón, Vitar y Neri.
Incluso formarán parte de la agenda de las reuniones que continuarán
hoy en el viejo edificio del ex Ministerio de Obras Públicas.
Aunque por el momento no hubo grandes cambios en el equipo que supo secundar
a Graciela Fernández Meijide, este diario pudo saber que es altamente
probable el desplazamiento del subsecretario de Coordinación, Carlos
Ospital. Ospital es un técnico del Frepaso que reemplazó
en el cargo a Carlos Porroni, hombre de confianza y mano derecha de la
ministra que fuera muy cuestionado por el propio líder frepasista
Carlos Chacho Alvarez.
A pesar de contar con un presupuesto cercano a los 1050 millones
de pesos, el ministerio realmente tiene capacidad de manejar alrededor
de 280, dijo ayer Makón, quien reconoció que no
se conforma con ese monto. Antes de reclamar un aumento en las partidas
presupuestarias, el nuevo ministro pretende recomponer el gasto
social y eliminar algunas de las estructuras burocráticas
que se reproducen en distintas carteras del Gabinete.
La tarea social es una en la que la Alianza viene mostrando fuertes falencias.
Consciente de esta realidad y de un cuadro social que durante los últimos
diez años mostró un gran deterioro, Makón pretende
generar iniciativas contundentes. En este contexto se inscribe la propuesta
de implementar un Plan Masivo de Empleo mínimo para
llegar a jefes y jefas de hogar desocupados. Iniciativa que para implementarse
necesita anudarse con fuertes acuerdos con las administraciones provinciales
y que se instrumentaría luego de que se confeccione el padrón
de beneficiarios. No nos olvidemos que la mayor parte del gasto
social está en las provincias, reconoció Makón.
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