Por Diego Schurman
Lo que no logró en la
Alianza lo buscó en la oposición. Hizo llamar a Carlos Ruckauf
y le pidió un apoyo por adelantado del nuevo paquete de medidas
económicas. Pero Fernando de la Rúa no sólo fue desairado
por el gobernador bonaerense. En un comunicado posterior, el resto de
los mandatarios justicialistas directamente lo mandaron a gobernar y a
evitar un nuevo ajuste en las provincias.
Ruckauf recibió el llamado del Presidente mientras celebraba en
La Pampa un encuentro con el resto de los gobernadores del PJ.
No terminó de saludarlo, que enseguida escuchó la primera
propuesta.
Quiero reunirme con ustedes hoy a la noche o mañana a la
mañana.
El bonaerense elevó la vista, miró a sus colegas, y rápidamente
le respondió, seco.
Mirá Fernando, queremos conocer las medidas, si querés
podemos reunirnos el martes.
De la Rúa insistió:
Bueno, puedo demorar las medidas unos días.
No, no. Queremos conocer las medidas primero, y después reunirnos.
La conversación se prolongó unos minutos más. Pero
a esa altura, el Presidente se había resignado.
El espíritu de guerra de los gobernadores invadía el ambiente.
Si hasta el moderado Gildo Insfrán (Formosa) se pintó la
cara: Yo no les firmo nada a esos tipos, atizó.
Ruckauf, a esa altura la voz cantante del encuentro, echó más
leña al fuego. Dijo que en un contacto de sus funcionarios con
representantes del FMI las dos palabras de cabecera fueron horas
decisivas, en alusión al tiempo que le queda a De la Rúa
para definir el rumbo económico. La preocupación era, según
tradujeron, por la demora de Ricardo López Murphy en anunciar el
nuevo paquete.
En la mesa se volvió a hablar del futuro de Domingo Cavallo. Ni
presidente del Banco Central, ni ministro de Economía: el destino
que le veían era jefe de Gabinete. Alguien repitió una frase
que dijo haber escuchado del propio ex superministro. Dice que el
asunto lo ve peligroso y mal, murmulló como si hubiese descubierto
el origen de la humanidad.
José Manuel de la Sota fue el primero en mencionar a Carlos Chacho
Alvarez. El gobernador cordobés se enredó en un tema que
en esta semana sonaba a prehistórico: explicó sobre las
condiciones que exigía el ex vice para lanzarse como candidato
a senador.
Tuvo un poco más de actualidad cuando abordaron el futuro de Federico
Storani. Las versiones sobre una renuncia del ministro del Interior estuvieron
a la orden del día.
Ruckauf evitó preguntarle a De la Rúa sobre el tema, aunque
en la conversación telefónica le planteó que primero
ordene su tropa antes de pedir un guiño en el PJ. Lo hizo con un
cable de noticias en la mano, donde se reproducían las declaraciones
del frepasista José Vitar, flamante jefe de asesores del Ministerio
de Desarrollo Social, sobre la imposible viabilidad política
que tendría un ajuste en el Congreso.
De la Rúa le confió al bonaerense que tomaría cartas
en el asunto. A la noche, Vitar aclaró mediante un comunicado que
nunca se expresó sobre las medidas que aún no
conocía y dijo que está de acuerdo en la necesidad de ordenar
las cuentas públicas (ver página 9).
Casi al final de la cumbre, mientras los mandatarios se deleitaban con
datos de la estrepitosa caída de imagen de De la Rúa, el
salteño Juan Carlos Romero sorprendió al hablar de las zapatillas
que distribuye el gobierno bonaerense con la firma de Ruckauf.
Carlos, estamos dispuestos a sacar un comunicado de desagravio...
pero antes mandanos diez mil pares a cada uno.
Medidas y chicanas
Los gobernadores del PJ con la excepción de Carlos
Reutemann, Carlos Rovira y Carlos Juárez, ausentes con aviso
explicaron en La Pampa, durante una conferencia de prensa, su preocupación
por lo que, estiman, será el anuncio de un nuevo ajuste.
La voz de mando la tomó Carlos Ruckauf, quien luego de analizar
el brote de aftosa y la ley de hidrocarburos, se regodeó
haciendo un raconto de las medidas antipopulares adoptadas por la
Alianza. Ya hemos aguantado impuestazos, reducción
de fondos de las provincias, la rebaja de los salarios públicos,
de los sueldos de los jubilados... ahora la Alianza tiene que asumir
la responsabilidad de gobernar, dijo el bonaerense
Sumándose a esa línea argumental, el cordobés
José Manuel de la Sota consideró que llegó
la hora de tomar medidas para reactivar el consumo como una manera
clara de que la economía vuelva a crecer.
Es más terció el santacruceño Néstor
Kirchner, las provincias ya no pueden ceder más nada
porque estamos haciendo esfuerzos muy grandes para administrar,
hay graves y difíciles situaciones sociales en distintos
puntos del país y esperamos que cuando se tomen las nuevas
medidas, se piense en la Argentina.
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BORDON
SE DISTANCIA DE LA PROPAGANDA DEL GOBERNADOR
Línea de productos Ruckauf
La línea de productos
Carlos Ruckauf debutó con un gran escándalo,
seguramente inesperado para su principal impulsor. El reparto de zapatillas,
guardapolvos, bolsas de azúcar y paquetes de fideos con la ya famosa
firma del gobernador sigue generando reacciones de todo calibre. El miércoles
último, el propio Ruckauf defendió la iniciativa argumentando
que el calzado fue estampado con su autógrafo para evitar
que lo roben o comercialicen. Ayer, las críticas partieron
hasta de algunos funcionarios del gobierno bonaerense: el director de
Educación, José Octavio Bordón, reconoció
que el hecho fue un error. Además, un nuevo argumento
reforzó las acusaciones de clientelismo contra el mandatario provincial:
en 1999, cuando Ruckauf era aún titular del Senado, esa cámara
aprobó la Ley de Etica Pública, que prohíbe estampar
nombres, símbolos o imágenes que supongan promoción
personal en los servicios de los órganos públicos.
La Ley 25.188 conocida como la Ley de Etica Pública
dice textualmente en su artículo 42: La publicidad de los
actos deberá tener carácter educativo, informativo o de
orientación social, no pudiendo constar en ella nombres, símbolos
o imágenes que supongan promoción personal de las autoridades
o funcionarios públicos. Esa norma nunca llegó a aplicarse
en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, el entonces titular de la
Cámara alta y hoy gobernador seguramente conoce su
contenido.
Ayer, teniendo en cuenta esa reglamentación, los diputados frepasitas
Graciela Podestá y Horacio Piemonte presentaron un proyecto de
ley en la Legislatura para que la provincia adhiera a la Ley de
Etica Pública. Luego de rechazar la actitud soberbia
del gobernador por no rectificar el error cometido,
los dos legisladores destacaron que es inadmisible que Ruckauf ante
esta sentida necesidad (los chicos que no tienen zapatillas) desarrolle
una campaña de promoción personal.
Bordón, por su parte, no sólo cuestionó la impresión
del logo Buenos Aires para Todos y la firma de Ruckauf en
800.000 zapatillas repartidas por el gobierno provincial. También
señaló que el dinero para la mercadería no provino
del presupuesto de su cartera. Fue adquirido por otra área
del gobierno, el Consejo de la Familia, remarcó. Con sus
declaraciones, Bordón se sumó a las críticas del
vice Felipe Solá, quien el miércoles había calificado
a los productos marca Ruckauf como una alcahuetería
poco feliz.
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