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Gobernadores del PJ desairaron a
De la Rúa y le piden que gobierne

Con Ruckauf, De la Sota y Marín a la cabeza (y Reutemann ausente, entre otros), rechazaron un nuevo ajuste en las provincias. Una conversación telefónica con el Presidente sin final feliz.

Carlos Ruckauf y José Manuel de la Sota encabezaron la reunión de gobernadores del PJ en La Pampa.

Por Diego Schurman

Lo que no logró en la Alianza lo buscó en la oposición. Hizo llamar a Carlos Ruckauf y le pidió un apoyo por adelantado del nuevo paquete de medidas económicas. Pero Fernando de la Rúa no sólo fue desairado por el gobernador bonaerense. En un comunicado posterior, el resto de los mandatarios justicialistas directamente lo mandaron a gobernar y a evitar un nuevo ajuste en las provincias.
Ruckauf recibió el llamado del Presidente mientras celebraba en La Pampa un encuentro con el resto de los gobernadores del PJ.
No terminó de saludarlo, que enseguida escuchó la primera propuesta.
–Quiero reunirme con ustedes hoy a la noche o mañana a la mañana.
El bonaerense elevó la vista, miró a sus colegas, y rápidamente le respondió, seco.
–Mirá Fernando, queremos conocer las medidas, si querés podemos reunirnos el martes.
De la Rúa insistió:
–Bueno, puedo demorar las medidas unos días.
–No, no. Queremos conocer las medidas primero, y después reunirnos.
La conversación se prolongó unos minutos más. Pero a esa altura, el Presidente se había resignado.
El espíritu de guerra de los gobernadores invadía el ambiente. Si hasta el moderado Gildo Insfrán (Formosa) se pintó la cara: “Yo no les firmo nada a esos tipos”, atizó.
Ruckauf, a esa altura la voz cantante del encuentro, echó más leña al fuego. Dijo que en un contacto de sus funcionarios con representantes del FMI las dos palabras de cabecera fueron “horas decisivas”, en alusión al tiempo que le queda a De la Rúa para definir el rumbo económico. La preocupación era, según tradujeron, por la demora de Ricardo López Murphy en anunciar el nuevo paquete.
En la mesa se volvió a hablar del futuro de Domingo Cavallo. Ni presidente del Banco Central, ni ministro de Economía: el destino que le veían era jefe de Gabinete. Alguien repitió una frase que dijo haber escuchado del propio ex superministro. “Dice que el asunto lo ve peligroso y mal”, murmulló como si hubiese descubierto el origen de la humanidad.
José Manuel de la Sota fue el primero en mencionar a Carlos “Chacho” Alvarez. El gobernador cordobés se enredó en un tema que en esta semana sonaba a prehistórico: explicó sobre las condiciones que exigía el ex vice para lanzarse como candidato a senador.
Tuvo un poco más de actualidad cuando abordaron el futuro de Federico Storani. Las versiones sobre una renuncia del ministro del Interior estuvieron a la orden del día.
Ruckauf evitó preguntarle a De la Rúa sobre el tema, aunque en la conversación telefónica le planteó que primero ordene su tropa antes de pedir un guiño en el PJ. Lo hizo con un cable de noticias en la mano, donde se reproducían las declaraciones del frepasista José Vitar, flamante jefe de asesores del Ministerio de Desarrollo Social, sobre la “imposible viabilidad política” que tendría un ajuste en el Congreso.
De la Rúa le confió al bonaerense que tomaría cartas en el asunto. A la noche, Vitar aclaró mediante un comunicado que “nunca” se expresó sobre las medidas que aún no conocía y dijo que está de acuerdo en la necesidad de “ordenar las cuentas públicas” (ver página 9).
Casi al final de la cumbre, mientras los mandatarios se deleitaban con datos de la estrepitosa caída de imagen de De la Rúa, el salteño Juan Carlos Romero sorprendió al hablar de las zapatillas que distribuye el gobierno bonaerense con la firma de Ruckauf.
–Carlos, estamos dispuestos a sacar un comunicado de desagravio... pero antes mandanos diez mil pares a cada uno.

 

Medidas y chicanas

Los gobernadores del PJ –con la excepción de Carlos Reutemann, Carlos Rovira y Carlos Juárez, ausentes con aviso– explicaron en La Pampa, durante una conferencia de prensa, su “preocupación” por lo que, estiman, será el anuncio de un nuevo ajuste.
La voz de mando la tomó Carlos Ruckauf, quien luego de analizar el brote de aftosa y la ley de hidrocarburos, se regodeó haciendo un raconto de las medidas antipopulares adoptadas por la Alianza. “Ya hemos aguantado impuestazos, reducción de fondos de las provincias, la rebaja de los salarios públicos, de los sueldos de los jubilados... ahora la Alianza tiene que asumir la responsabilidad de gobernar”, dijo el bonaerense
Sumándose a esa línea argumental, el cordobés José Manuel de la Sota consideró que “llegó la hora de tomar medidas para reactivar el consumo como una manera clara de que la economía vuelva a crecer”.
“Es más –terció el santacruceño Néstor Kirchner–, las provincias ya no pueden ceder más nada porque estamos haciendo esfuerzos muy grandes para administrar, hay graves y difíciles situaciones sociales en distintos puntos del país y esperamos que cuando se tomen las nuevas medidas, se piense en la Argentina.”

 

BORDON SE DISTANCIA DE LA PROPAGANDA DEL GOBERNADOR
Línea de productos Ruckauf

La línea de productos “Carlos Ruckauf” debutó con un gran escándalo, seguramente inesperado para su principal impulsor. El reparto de zapatillas, guardapolvos, bolsas de azúcar y paquetes de fideos con la ya famosa firma del gobernador sigue generando reacciones de todo calibre. El miércoles último, el propio Ruckauf defendió la iniciativa argumentando que el calzado fue estampado con su autógrafo para “evitar que lo roben o comercialicen”. Ayer, las críticas partieron hasta de algunos funcionarios del gobierno bonaerense: el director de Educación, José Octavio Bordón, reconoció que el hecho “fue un error”. Además, un nuevo argumento reforzó las acusaciones de clientelismo contra el mandatario provincial: en 1999, cuando Ruckauf era aún titular del Senado, esa cámara aprobó la Ley de Etica Pública, que prohíbe estampar “nombres, símbolos o imágenes que supongan promoción personal” en los servicios de los órganos públicos.
La Ley 25.188 –conocida como la “Ley de Etica Pública”– dice textualmente en su artículo 42: “La publicidad de los actos deberá tener carácter educativo, informativo o de orientación social, no pudiendo constar en ella nombres, símbolos o imágenes que supongan promoción personal de las autoridades o funcionarios públicos”. Esa norma nunca llegó a aplicarse en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, el entonces titular de la Cámara alta –y hoy gobernador– seguramente conoce su contenido.
Ayer, teniendo en cuenta esa reglamentación, los diputados frepasitas Graciela Podestá y Horacio Piemonte presentaron un proyecto de ley en la Legislatura para que la provincia “adhiera a la Ley de Etica Pública”. Luego de rechazar la “actitud soberbia del gobernador” por “no rectificar el error cometido”, los dos legisladores destacaron que “es inadmisible que Ruckauf ante esta sentida necesidad (los chicos que no tienen zapatillas) desarrolle una campaña de promoción personal”.
Bordón, por su parte, no sólo cuestionó la impresión del logo “Buenos Aires para Todos” y la firma de Ruckauf en 800.000 zapatillas repartidas por el gobierno provincial. También señaló que el dinero para la mercadería no provino del presupuesto de su cartera. “Fue adquirido por otra área del gobierno, el Consejo de la Familia”, remarcó. Con sus declaraciones, Bordón se sumó a las críticas del vice Felipe Solá, quien el miércoles había calificado a los productos marca “Ruckauf” como “una alcahuetería poco feliz”.

 

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