Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


Marcha de sirenas para denunciar
que la salud está en terapia intensiva

La movida unió a empresarios con asociaciones médicas y dirigentes gremiales. Dicen que el 30 por
ciento de las clínicas ya cerraron.

Las ambulancias coparon en la mañana
de ayer el centro con sus sirenas ululantes.
“Se contratan prestaciones que no se pagan, se contratan valores que no se cumplen”, denuncian.

Entre las 10.15 y las 12 de ayer, el centro porteño fue lo más parecido a una terapia intensiva, móvil y pública: decenas de ambulancias, con sus sirenas y balizas a pleno, circularon una detrás de otra, a paso lento y desacostumbrado, multiplicando el ya caótico tránsito. La marcha de las sirenas fue el inicio de un reclamo lanzado por las clínicas y sanatorios privados de todo el país para que se priorice a la salud como cuestión de Estado y para que se detenga la sangría del sector. “Estamos en una situación terminal, estamos al borde del precipicio”, declaró Norberto Larroca, presidente de la Confederación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados (Confeclisa), durante un encuentro posterior a las sirenas, en el que participaron representantes de clínicas, gremiales, médicos, odontólogos y farmacéuticos. El fondo del precipicio nombrado por Larroca tiene un número: el 30 por ciento de las clínicas ya cerraron sus puertas. Según la fundación Isalud, de Ginés González García, “el sistema de seguridad social perdió 15 millones de dólares en los últimos cinco años, por los repetidos ajustes que sufrió el país.”
Las ambulancias, alrededor de 120 según voceros de Confeclisa, iniciaron su marcha a las 10.15, por Callao hasta Corrientes, tomaron 9 de Julio y luego Avenida de Mayo hasta estacionar frente a la Casa de Gobierno. Hicieron retumbar sirenas y avanzaron a paso lento, con su furgón vacío hasta cierto punto: en su interior transportaban al sistema de salud.
La convocatoria fue lanzada por la cámara que nuclea a las clínicas privadas, que en el espectro de la salud vienen a ser los prestadores sanitarios de las obras sociales, o la sombra de lo que era el sistema de la salud social. Esa sombra, que ayer transformó al centro porteño en un gigantesco y sonoro nudo de tránsito, concluyó en un encuentro en el hotel Bauen. Estuvieron todos, desde el sector médico hasta el empresario, pasando por el gremial y los jubilados: concurrieron representantes de la Asociación Médica Federal, el Frente Médico Bonaerense, las confederaciones Unificada de Bioquímicas, la Odontológica y la Farmacéutica, la Cámara de Diagnóstico Médico, la Federación Argentina de Cámaras y Asociaciones Psiquiátricas, la Mesa de Jubilados y Pensionados, y el gremio de la Sanidad.
“Venimos de una decadencia de hace 10 años –dijo Larroca a este diario–. Esto es una ficción. Se contratan prestaciones que no se pagan, se contratan valores que no se cumplen. Las cápitas son de 19 pesos pero se cobran 15. Los contratos no se sabe cuándo los vamos a cobrar. Estamos al borde del precipicio. Estamos acostumbrados a garantizarles a los acreedores externos todo, pero a los acreedores internos, que son los profesionales, en vez de blindarlos, se los desprotege.” Según Larroca, la deuda que tienen las obras sociales con Confeclisa es de casi 2 mil millones. Y la atribuye a la política de ajuste, a la pérdida de trabajo en la población y a la caída del nivel de ingresos.
“Solicitamos una audiencia al presidente De la Rúa, para pedirle que la salud sea considerada cuestión de Estado. El ministro de Salud no tiene ningún rol en las políticas de fondo. Basta con ver el listado de los que ocuparon ese cargo con Menem. Siete ministros: Julio Corzo, Erman González, Carlos Bauzá. ¿Qué tenían que ver con la salud? Avelino Porto, que iba a Educación y se equivocó de puerta, Chiche Aráoz. ¿Chiche Aráoz? y después Alberto Mazza.”
Durante el encuentro, en el panel además de Larroca participaron Carlos West Ocampo, titular del gremio de la Sanidad, y Ginés González García, ex ministro bonaerense de Salud. “Los Artana, los Solanet, saben lo que quieren –señaló el sindicalista–. No creen en la solidaridad ni en la seguridad social. Quieren entregar la salud como un paquete para inversiones financieras del exterior.” También habló Ginés González, que presentó un estudio de la Fundación Isalud, que preside. Según ese estudio, en los últimos cinco años, el sistema sanitario argentino dejó de percibir 14.726,4 millones de pesos del fondo solidario, como consecuencia de las medidas implementadas para hacer más competitiva la economía y lasalud. Parte de ese dinero tuvo que se reemplazado con plata que salió del bolsillo de todos.

 


 

PIDEN QUE NO LO CONVIERTAN EN UN SHOPPING
Una movida por el Palacio Duhau

Por E.V.

Una organización vecinal pidió ayer a la Justicia porteña que deje sin efecto la autorización que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires otorgó para convertir al Palacio Duhau –un edificio histórico ubicado en la Recoleta– en un exclusivo shopping de la moda, y para construir junto a él un hotel cinco estrellas, de catorce pisos de altura. Según el secretario de Planeamiento, Enrique García Espil, ambos emprendimientos de ajustan al Código de Planeamiento Urbano. Pero para los vecinos, la construcción del hotel y el centro de compras generan un “impacto ambiental relevante”, lo que, de acuerdo con la ley, obliga a la realización de una audiencia pública, previa a la autorización.
El hotel cinco estrellas será construido sobre un terreno ubicado sobre Posadas, entre Rodríguez Peña y Montevideo. Se trata de un proyecto del Grupo Exxel, que además compró el Palacio Duhau, ubicado sobre la Avenida Alvear, a la misma altura. El Exxel había pedido una excepción para construir un edificio de mayor altura, pero Planeamiento lo rechazó. Finalmente, el ingeniero Diego Peralta Ramos reformuló el proyecto y consiguió su aprobación.
En Planeamiento aseguran que ambos proyectos están en regla y agregan que hace seis meses “logramos que la Legislatura declarara el edificio como Area de Protección Histórica. De lo contrario, sus propietarios podían haberlo demolido”.
Ahora, el abogado Javier García Elorrio, en representación de la Fundación Ciudad, presentó ante la Justicia en lo Contencioso Administrativo un pedido para “que se ordene al Gobierno de la Ciudad que suspenda el permiso otorgado hasta que tenga lugar la audiencia pública prevista en la Ley de Impacto Ambiental”.
De acuerdo con la presentación, “tanto los centros de compras, como las construcciones de más de 2500 metros cuadrados o las que demanden la disminución del terreno absorbente, según la ley, son de relevante impacto ambiental, lo cual, según la ley 123, obliga al Poder Ejecutivo a convocar a una audiencia pública antes de aprobar el proyecto”.

 

PRINCIPAL