Por Karina Micheletto
Cómo va a ser una
carga la Violeta..., ser hija de una persona tan maravillosa no puede
ser menos que una maravilla. Sigue siendo una responsabilidad y un regalo
de la vida, sentencia Isabel ante la pregunta obligada: cómo
es hacerse cargo del apellido de Violeta, su madre, de Nicanor, su tío,
y de un extenso clan familiar que quedó grabado en las letras,
la música y la política chilenas. Mucha agua ha corrido
desde la mítica peña folklórica de los Parra durante
el gobierno de la Unidad Popular. Además de asumir la responsabilidad
de sostener un centro cultural en el mismo caserón de Santiago
de Chile en el que funcionaba la peña en los sesenta, y de divulgar
la obra plástica de su madre por todo el mundo, a los sesenta años
Isabel sigue haciendo lo mismo que siempre: música. Mi primer
disco lo grabé a los trece años, acompañada por mi
madre en guitarra, cuenta la artista chilena que actuó recientemente
en Buenos Aires en el marco del ciclo Verano Buenos Aires.
Imagínese que en lo que compongo y en lo que canto está
toda mi vida, todo lo que soy, define en la entrevista con Página/12.
El año pasado el sello Warner editó una colección
de seis discos en los que puede rastrearse el recorrido artístico
de Isabel Parra: sus grabaciones en Chile junto a su familia, en París
durante su exilio y en Buenos Aires con músicos argentinos, entre
otras. Siempre hemos grabado en sellos independientes y hemos tenido
grandes problemas con la distribución de nuestro material. Con
este contrato esperamos retomar un hilo profesional y que las cosas se
hagan más fáciles, señala Isabel.
Usted vivió en la Argentina hace muchos años. ¿Qué
recuerdos guarda de aquella época?
La verdad es que no guardo recuerdos muy gratos de aquel entonces.
Yo me vine de París a Buenos Aires pensando que era mejor estar
cerquita de Chile. Y fue un error muy grande, porque resultó mucho
más doloroso estar allí nomás y no poder cruzar.
Fueron dos años muy duros, de gran sufrimiento. Me salvó,
como siempre, la canción, y también me salvó León
Gieco, quien con total generosidad me abrió su corazón,
aunque sólo me conocía por mi madre. No sé si él
tiene idea de lo importante que fue en mi vida, le estoy reconocida de
aquí a la eternidad. A través de León conocí
a una serie de artistas fabulosos, como Antonio Tarragó Ros, y
la cosa se fue haciendo más fácil. De todos modos, yo ya
había estado en el país siendo muy niña. En 1961
mi madre estuvo un tiempo viviendo en Buenos Aires y en General Pico;
en ese tiempo hizo muchos cuadros que han estado expuestos en el Museo
del Louvre.
¿Cómo ve el panorama actual de la música popular
chilena?
Creo que en Chile el panorama de la música popular es aún
más complicado que el de la Argentina. Nosotros también
estamos viviendo un momento de mucho ajuste, pero a eso se suma que a
diferencia de ustedes, que tienen un movimiento popular autónomo,
de tremenda tradición, nosotros venimos arrastrando desde
hace tiempo una falta de sensibilidad que nos impide proyectarnos como
chilenos y como latinoamericanos. Los chilenos siempre estuvimos influenciados
por lo que pasa en la Argentina, por ejemplo. Creo que somos demasiado
copiones. Tenemos una especie de complejo solapado que se manifiesta de
diferentes maneras, y la música es una de ellas. No podemos salir
de la trampa que nos ha echado a perder: querer ser como son los de afuera.
Su evaluación de la vida cultural chilena es bastante negativa.
¿Qué opinan sus compatriotas?
Quizá no guste mucho lo que digo, pero es la realidad. Hay
mucha carencia, falta mucho por hacer. Y creo que si no reconocemos el
punto en el que estamos, se nos va a hacer más difícil seguir
adelante, máxime en un mundo que ha cambiado, en el que la gente
tiene otros intereses y hayuna gran superficialidad. Si no tenemos claro
quiénes somos, nos van a pasar por arriba.
¿Se siente optimista respecto de la situación procesal
de Augusto Pinochet?
Hasta hace algún tiempo estaba muy avergonzada de que en
Chile el silencio fuera general, mientras nuestros desaparecidos seguían
esperando. Pero creo que ha habido un cambio bastante potente en ese sentido.
El gobierno del presidente Lagos está haciendo tremendos esfuerzos
para que Chile salga adelante. Y el hecho de que el personaje en cuestión
esté con arresto domiciliario me deja un poco más tranquila,
los tribunales están haciendo lo suyo y eso es alentador. Toda
mi vida sostuve la esperanza, porque sé que siempre, hasta en los
peores momentos, hay otra alternativa.
El bloqueo de Napster
La empresa Napster informó ayer que ha bloqueado 26 mil
canciones de su servicio, parte de la lista de 135 mil cuya recuperación
gratuita a través de Internet está ahora prohibida
por la Justicia. El anuncio llegó horas después de
que expirase un plazo de 72 horas para bloquear el acceso a las
canciones protegidas legalmente. Los temas figuran en una lista
enviada el viernes a Napster por las compañías discográficas
que le iniciaron un juicio. Según indicó la corte
la semana pasada, Napster disponía de tres días hábiles
para bloquear los accesos una vez que recibía detalles de
la lista del material con copyright. Napster indicó que no
pudo bloquear otras canciones porque los archivos digitales fueron
mal identificados, pero prometió que lo hará a la
brevedad.
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