Por Alfredo Zaiat
En el equipo económico
saben que están jugando su partido pensando en los dos tiempos
del match. El primero lo iniciaron con un paquete de medidas indigerible
para los partidos políticos que integran la Alianza. El segundo,
mostrando con esas medidas que son fieles a sus antecedentes para que,
luego de provocar la crisis de gobierno, estar en condiciones de volver
a la fuente de FIEL sin el desprecio de sus apoyos económicos.
Con esa estrategia se presentaron, unas horas antes del discurso del ministro,
los principales colaboradores de LM para explicar las medidas ante un
reducido grupo de periodistas. En estos días he escuchado
propuestas desopilantes, descalificó uno de ellos, reflejando
el desprecio que tienen los muchachos LM hacia el ala política
del Gobierno. Los empleados públicos provinciales trabajan
sólo 30 horas semanales; en ese rubro los gobernadores tienen de
dónde sacar recursos para pagar el incentivo docente, explicó
con suficiencia otro de los Murphy boys. El panorama que ofrecieron es
el siguiente: aprobación integral del paquete propuesto o el caos,
aunque sin precisar si esas mismas medidas no provocan ese caos.
En la intimidad del equipo sostienen que sin solvencia fiscal, que la
traducen en cumplir las metas fiscales con el FMI, y sin apoyo político
sólo hay que sentarse a esperar la cesación de pagos.
Con ese nivel de dramaticidad buscan el apoyo de los sectores políticos
de la Alianza, que por cierto parece difícil conseguirlo. Remarcan
que el colchón financiero se ha adelgazado por los desvíos
fiscales en el primer trimestre, que ascenderían a 739,7 millones
de pesos, según lo estimado por la Secretaría de Hacienda,
a cargo de Daniel Artana. Hay que despejar las dudas que existen
sobre la economía, repitieron varias veces esos funcionarios.
Y una y otra vez volvieron sobre lo mismo: los políticos.
Cuando se lo consultó a uno de ellos cómo espera que reciban
los mercados el paquete de medidas, contestó lo siguiente:
La clave no son sólo los mercados, sino el apoyo de los políticos.
Lo que quedó en evidencia en sus exposiciones es que ese apoyo
que tanto reclaman lo tienen exclusivamente de Fernando de la Rúa.
El Presidente aprobó el Plan, afirmó, sin ampliar
la base de sustentación. Con un dejo de soberbia, sostuvo que no
nos comamos que no se puede bajar el gasto, planteando que la disputa
pasa por eliminar privilegios, defendiendo, sin embargo, el
que goza la renta financiera. Para los muchachos LM resulta imprescindible
la aprobación de los proyectos que se enviarán al Congreso.
No espero que salga en una semana, pero no hay tiempo para esperar
tres o cuatro meses, apuró el funcionario.
Las obsesiones del equipo económico quedaron expuestas en esa presentación:
Reducción del gasto
público: Las provincias sólo tienen que recortar
el 3 por ciento de su presupuesto; tienen la oportunidad de
bajar el gasto político.
La estructura del Estado:
Está en línea con el trabajo que hicimos en FIEL;
tiene algunas pequeñas variaciones; hay que tener en cuenta
que los trabajos que se realizan fuera del sector público no son
tan precisos como cuando uno está en el Gobierno.
Apertura comercial: Avanzaremos
en una segunda etapa, dentro del Mercosur y el ALCA, con la idea de bajar
aranceles.
Reforma Laboral: Habrá
algunos cambios; se trata de una profundización de la actual reforma.
Metas fiscales: No es
que hay que cumplir con el Fondo, lo que presentamos es para cumplir con
una ley de la Nación, que es la de Solvencia Fiscal.
Recesión: El
sector que ignoró que estamos en recesión es el sector público.
Tenemos que adecuar el gasto público a los 3 años que llevamos
de recesión.
Plan económico:
El problema de los cuatro programas lanzados el año pasado
(por José Luis Machinea) es que corrió detrás de
losacontecimientos. Este, en cambio, asegura que no habrá deterioro.
Nos pusimos adelante de los acontecimientos.
Martínez se
opone al jefe
El secretario de Pequeña y Mediana Empresa, Enrique Martínez,
aseguró que los recortes presupuestarios previstos en los
anuncios económicos son insostenibles e inaceptables.
Desde el propio gobierno hasta anoche era de los pocos frepasistas
que no habían renunciado a su cargo en el Poder Ejecutivo,
el ex diputado salió a cuestionar el paquete anunciado ayer
por el jefe, reclamándole cambiar el eje de discusión
con el Fondo Monetario Internacional y el mundo financiero. Hay
que cambiar el eje de la discusión para que la meta no sea
tapar agujeros sino resolver la falta de competitividad estructural
que afecta a la economía argentina. En un comunicado difundido
ayer, en plena crisis de gabinete, Martínez objetó
el criterio de considerar al déficit como la causa
y no como la consecuencia de un modelo económico que,
necesariamente, conducirá a otras podas presupuestarias.
El secretario de pymes, que se incorporó hace pocos meses
al equipo de José Luis Machinea para quedar en el actual,
subrayó la necesidad de aplicar políticas activas
porque, de lo contrario, no dejaremos de ser deudores sistemáticos.
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Jugar al filo de la
navaja
Como ajenos a la conmoción que causó su programa
de coyuntura, algunos funcionarios fantasean conquistar un contundente
apoyo popular. Fernando Navajas, jefe del gabinete de asesores de
Ricardo López Murphy, aseguró que el paquete de medidas
anunciadas por el ministro tendrá el apoyo de la gente.
El funcionario fundó su presunción en el hecho de
que el menú de decisiones diseñado por los hombres
de FIEL no mete la mano en el bolsillo de la gente sino que
ataca a los bolsones de privilegio que hay en el Estado. Acá
no hay impuestazos ni rebajas salariales, sentenció,
empeñado en destacar el carácter supuestamente progresista
de las medidas. De paso, el jefe de asesores tomó distancia
de los impopulares paquetes con los que José Luis Machinea
intentó un objetivo semejante: achicar gastos y emprolijar
las cuentas públicas.
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CAIDA
DEL 2,9% DE LA PRODUCCION EN FEBRERO
La recesión cumplió otro mes más
La misma noche en que anunció
el ajuste, Ricardo López Murphy divulgó otra mala noticia:
la industria sigue cuesta abajo. En febrero, la producción fabril
registró una caída del 2,9 por ciento respecto de igual
mes de 2000, pero registró una suba del 0,2 por ciento en comparación
con el primer mes del año, en términos desestacionalizados.
Si se compara el primer bimestre de 2001 con similar período del
año pasado también se vislumbra una caída, del 1,9
por ciento.
Según se desprende del informe oficial de Economía, los
sectores de mejor comportamiento durante enero y febrero fueron el de
agroquímicos, gases industriales y materias primas plásticas.
Por el contrario, la fabricación de automóviles, el resto
de la industria metalmecánica y la producción de aceites
y textiles resultaron las de peor comportamiento en medio de la recesión
económica.
Pese a la crisis y las turbulencias en los mercados, los empresarios se
mostraron algo más optimistas para el corto plazo. Muy posiblemente
porque suponen que en marzo iban a trabajar más que durante los
meses de verano y quizás no suponían la tormenta política
que se avecinaba. Según la encuesta del Indec, realizada el mes
pasado, el 33,8 por ciento de los industriales pensaba que este mes habría
una suba en la demanda interna, mientras que sólo un 10,8 por ciento
apostaba por una caída (la mitad del nivel de enero). En tanto,
más de la mitad, el 55,4 por ciento no esperaba cambios sustanciales
en la demanda interna. Respecto de los stocks acumulados, casi el 70 por
ciento creía que no habría cambios, lo que implica que no
aguardaban un fuerte impulso en las compras por parte de los consumidores.
Sólo uno de cada cuatro empresarios suponía que este mes
habría una caída en el nivel de stock de sus productos terminados.
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