Los anuncios de Ricardo López Murphy prometían guerra, y
la guerra no se hizo esperar. La comunidad educativa en pleno salió
a responderle desde todos los frentes, con una rapidez de reflejos que
reveló por si hacía falta la dimensión
del conflicto que enfrenta ahora el Gobierno. Enfrentaremos las
medidas con protestas en cada una de las universidades, calles y plazas,
repitieron ayer líderes estudiantiles y rectores, al mismo tiempo
que los docentes universitarios anunciaban una huelga por tiempo indeterminado,
con tomas de facultades, a partir del lunes. Mientras tanto, el Presidente
y lo que queda del Gabinete observaban con preocupación los primeros
efectos producidos por el recorte de 1130 millones. Con su renuncia aún
sobre la mesa, el (ex) secretario de Educación Básica, Andrés
Delich, asumió el rol de mediador entre el Ejecutivo y las universidades:
propuso crear un nuevo impuesto que permita evitar o disminuir la poda
educativa. Esta sería su única condición para aceptar
el puesto de ministro de Educación, que le fue ofrecido ayer.
En el primer día post-anuncios, las reacciones contra las medidas
de López Murphy pusieron el acento en la solución
parlamentaria. Esto es: evitar a toda costa que el ajuste se imponga
por decreto, y confiar en que el Congreso bloquee las leyes o, al menos,
sancione una ley que provea al Gobierno de fondos alternativos. Una posibilidad
es crear un impuesto a los grandes contribuyentes, idea apoyada por Delich,
el diputado Jesús Rodríguez y el senador Leopoldo Moreau.
En la reunión del Foro de la Alianza por la Educación
Superior, realizada ayer a la tarde en el Comité Nacional
de la UCR, Rodríguez y Moreau insistieron en esa línea.
Los dos venían de la Quinta de Olivos, donde habían debatido
el tema con De la Rúa. Cuando llegaron a la sede de la calle Alsina
prometieron que ningún legislador de nuestro partido va a
levantar la mano para modificar el presupuesto de este año.
El encuentro del Foro había sido convocado el viernes, apenas se
conocieron las medidas de López Murphy. La respuesta fue convincente:
además de toda la plana mayor de Federación Universitaria
Argentina (FUA), asistieron los rectores de las universidades nacionales
de Rosario, Litoral, Entre Ríos, Comahue, Luján, Salta y
Nordeste. A ellos se les sumaron la vicerrectora de la UBA, la ahora ex
titular de la Secretaría de Ciencia y Técnica, Adriana Puiggrós,
y el actual presidente del Conicet, Andrés Carrasco.
Ayer, a partir de las 20.15, un ser vestido de uniforme civil, empezó
a hablar y a decretar la muerte de la universidad pública nacional.
Las palabras del rector de Rosario, Ricardo Suárez, sintetizaron
en parte el ánimo de los presentes, que se burlaron de la figura
castrense de López Murphy, pero también pronosticaron duros
tiempos para la educación pública. Su colega Mario Barletto,
de la Universidad del Litoral, insistió en que son los legisladores
quienes nos asignan los recursos. De esa manera volvió a
reforzar el argumento más escuchado del día: los fondos
de la Universidad se deciden únicamente en el Parlamento.
Esa es la esperanza que aún tiene la comunidad universitaria. Y
la que intenta mantener viva Delich, quien ya es visto como ministro por
los rectores y dirigentes estudiantiles. Pero el ex presidente de la FUBA
debe lidiar con el más feo, López Murphy. Y éste,
como se sabe, impulsa tácticas muy directas: ayer, por si acaso,
el Gobierno ordenó vallar la Plaza de Mayo, previniendo otra Carpa
Blanca.
Informe: Martín Piqué.
Las quejas de Decibe
Es hora de echar a los inquilinos que desde Menem a la fecha
gobiernan desde el Ministerio de Economía. La frase
pertenece a la ex ministra de Educación del gobierno de Carlos
Menem, Susana Decibe, quien ayer cuestionó con dureza el
recorte a la cartera educativa. En nombre de la agrupación
Nuevo Pensamiento Peronista, Decibe acusó a López
Murphy de vaciar la educación de recursos públicos.
El salvajismo con el que hoy destruyen el presupuesto de Educación
es una pequeña muestra de lo que puede sobrevenir,
remarcó. Además, la ex funcionaria agregó que
la política educativa sustentada en la Ley Federal
de Educación y en la Ley de Educación Superior está
a contramano de los librecambistas.
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LA
CTA, LA CGT REBELDE Y CTERA PARAN EL MIERCOLES
Una respuesta rápida a López Murphy
La CGT rebelde, que lidera Hugo
Moyano, y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), encabezada por
Víctor De Gennaro, convocaron a un paro nacional para el próximo
miércoles en repudio al paquete de medidas ordenado por Ricardo
López Murphy. Además, invitaron a todos los sectores
de la sociedad afectados por el modelo a marchar a Plaza de Mayo
el próximo martes junto con los desocupados.
Ratificamos el paro nacional para el miércoles y convocamos
a marchar el martes, afirmó ayer Moyano. De Gennaro, por
su parte, denunció que los que hace 25 años generaron
el genocidio son los mismos que hoy hacen este golpe de estado financiero.
A esos llamamientos se sumó la titular de Ctera, Marta Maffei,
quien ayer ratificó el paro docente de 48 horas previsto para el
martes y miércoles próximos. Nosotros ya hemos alertado
sobre la línea política de FIEL, de transformar la educación
pública en una mercadería más, con la cual se pueda
hacer negocios, destacó. Luego, en diálogo con Página/12,
aseguró que los términos del conflicto evolucionan
muy aceleradamente y prometió que la próxima
semana va a haber una marcha de mucho peso.
La huelga de la semana próxima promete ser un gran obstáculo
para los funcionarios de Economía: además de Moyano y De
Gennaro, se sumó a la medida la Corriente Clasista y Combativa
(CCC), del jujeño Carlos Perro Santillán. En
la jornada del paro, los organizadores prevén realizar, además,
cortes de rutas y vías en los principales accesos urbanos. Como
dijo el viernes Chacho Alvarez, el nivel de conflictividad parece multiplicarse.
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