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El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano
de Desarrollo (BID), los tres principales organismos multilaterales de
crédito, salieron a apoyar el ajustazo de López Murphy.
El FMI “ha recibido con beneplácito los anuncios realizados
ayer por el ministro de Economía, Ricardo López Murphy,
de un paquete de medidas respondiendo a los desafíos económicos
que enfrenta la Argentina”, dice un comunicado del organismo firmado
por el director del Departamento Occidental, Claudio Loser. “Esas
medidas, si se aplican, serán una contribución importante
a la estabilidad económica, que es un requisito básico para
un crecimiento más rápido”, agrega. Además,
los tres organismos reclamaron aval político a las medidas.
Loser, el argentino de más alto rango dentro del Fondo Monetario,
es el jefe de Tomás Raichmann, el nuevo jefe de las misiones a
Argentina, que estuvo esta semana en Buenos Aires. Ayer, primero con un
comunicado oficial fechado en Washington y luego mediante declaraciones
desde Santiago de Chile, donde se encuentra participando de la reunión
anual del BID, salió a respaldar a López Murphy. “El
programa merece nuestro pleno respaldo, es bueno y debe ser apoyado tanto
interna como externamente”, aseguró. Luego admitió
que “evidentemente tenemos en Argentina una situación muy
difícil”. En tanto, explicó que “en los primeros
dos meses del año se han producido desviaciones de las metas fiscales
acordadas con el FMI, y no sería razonable pensar que esta situación
pueda corregirse de inmediato”, comentó. Pero, apelando a
una frase típica de los funcionarios de Washington a la hora de
respaldar a un país latinoamericano en crisis, se preocupó
por dejar en claro que, para el Fondo, el gobierno del presidente De la
Rúa “va en buena dirección”.
“Aunque estamos un poquito nerviosos, debemos tomar en cuenta que
hay un nuevo equipo económico que tiene el pleno respaldo político
del presidente De la Rúa”, afirmó Loser. Y reconoció
que “siempre es decepcionante que ocurran tropiezos”, pero se
declaró confiado en que la Argentina superará la crisis
argentina: “Ahora tenemos que continuar mostrando paciencia”,
sugirió.
El economista jefe del Banco Mundial para América Latina, Guillermo
Perry, también desde Santiago, recurrió a un discurso bastante
similar. “Es un programa muy sólido, muy fuerte. Nos parece
que el programa está muy bien, es un programa duro, pero las circunstancias
son difíciles”, sostuvo. “Lo que es fundamental ahora
es que se consiga el consenso político interno para poder llevarlo
a cabo bien”, destacó.
Por otro lado, el presidente del BID, el uruguayo Enrique Iglesias, señaló
que los problemas argentinos “son más políticos que
económicos”, y envió un mensaje a la dirigencia de
la Alianza. “Confío mucho en la capacidad del liderazgo político
argentino para superar los desencuentros, darle una oportunidad a los
programas, y al mismo tiempo reducir las actuales incertidumbres”,
expresó.
En cuanto al paquete de ajuste en sí, Iglesias, con un argumento
similar al del propio López Murphy, dejó entrever que era
preferible a la crisis que ocurriría si no era aplicado. “No
desconozco los costos dolorosos del ajuste, pero tampoco desconozco los
costos aún más dolorosos del desajuste”, declaró.
Por su parte, el ministro de Hacienda chileno, Nicolás Eyzaguirre,
completó, aunque con cautela, el apoyo internacional al ajuste.
Dijo que “la credibilidad de la política fiscal es un ancla
fundamental de cualquier programa”.
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