Por Felipe Yapur
El Presidente tiene 48
horas para rectificar el rumbo económico que anunció su
ministro de Economía. En una conferencia de prensa, Carlos
Ruckauf lanzó su dura advertencia, con ribetes de ultimátum.
Una muestra más del fracaso presidencial en sus intentos por cooptar
el apoyo de los gobernadores peronistas al plan de ajuste. De nada sirvieron
sus propios llamados telefónicos, ni los de su amigo banquero Fernando
de Santibañes, ni los de su secretario privado, Leonardo Aiello
efectuados aún ayer a varios mandatarios provinciales. Pero a pesar
de compartir el rechazo al plan económico, entre los gobernadores
del PJ no hay consenso en que el estilo de Ruckauf sea el adecuado para
los tiempos que corren. La definición, creen, la encontrarán
el próximo martes cuando se reúnan en el Consejo Federal
de Inversiones (CFI).
Durante toda la semana pasada los hombres de confianza del Presidente
buscaron convencer a los gobernadores de reactivar el encuentro en Olivos
previsto en un principio para el martes por la noche. Pero no tuvieron
suerte. La iniciativa tomada por Ruckauf terminó generando una
respuesta evasiva: Primero tendremos la reunión del CFI,
después veremos. Es que si bien mucho de los mandatarios
justicialistas no comparten la forma del bonaerense, creen que no es el
momento para ir hasta Olivos para hablar de política y menos para
sacarse una foto.
Si vamos es como ir a visitar un enfermo. Le desearemos que se recupere
y recién cuando se cure, si se cura, nos sentaremos a conversar.
Pero por ahora lo único que podríamos hacer es desearle
que se mejore, nada más, graficó la situación
un gobernador norteño profundamente molesto por los anuncios de
López Murphy. Otro mandatario, tan enojado como el anterior, le
dijo a Página/12 que no podemos aceptar el plan porque implica
aceptar nuestra inmolación. Transforma al Estado provincial en
insolvente. No lo dijeron, pero es seguro que estos argumentos los
escucharon también De Santibañes y Aiello.
Por ahora la mayoría de los gobernadores esperan: Ellos tiene
que hacer el gasto. Ellos decidieron sin negociar, ahora que el problema
lo resuelvan solos, dicen. El único que no espera es Ruckauf,
quien insiste con que el Presidente tiene que ser defendido de dos
realidades: de la propia Alianza que lo asfixia, y de los talibanes del
mercado que permanentemente le proponen cosas que no son aceptables por
la realidad y agrega: claramente (López Murphy) representa
al sector financiero de la economía y yo creo que el sector productivo
no habla porque tiene miedo. Por este camino todos van a perder y la Argentina
va a tener una convulsión muy grande.
El que rompió el silencio de 24 horas fue el menemismo. Finalmente
el senador riojano Eduardo Menem dijo que las medidas económicas
representan un feroz ajuste que refleja el fracaso rotundo
del Gobierno y afirmó que el ministro de Economía confunde
el pago de sueldos a trabajadores con la eliminación de las prebendas
políticas. Duro, pero un día después del acelerado
Ruckauf, quien interpreta la crisis aliancista como el momento para despegarse
del grupo de gobernadores con apetencias presidenciales. Lo concreto es
que, más allá de las diferencias metodológicas y
de las motivaciones políticas de los gobernadores del PJ, el Gobierno
de Fernando de la Rúa se encontró con un unánime
rechazo por parte de los mandatarios de la oposición para aceptar
una suerte de cogobierno salvo que acate la recomendación de Ruckauf
y dé marcha atrás.
REPORTAJE
AL EX GOBERNADOR EDUARDO DUHALDE
El Presidente está groggy y se aísla
Por F.Y.
El Presidente (Fernando)
de la Rúa está groggy, fue la categórica definición
que realizó el ex candidato presidencial por el PJ, Eduardo Duhalde.
Desde su casa en Lomas de Zamora, el candidato a senador le aseguró
a Página/12 que las medidas anunciadas no representan la
salida para el país y en realidad es la profundización del
modelo que comenzó a hacer agua en 1996.
Transcurrieron 24 horas de los anuncios del ministro Ricardo López
Murphy. ¿Qué opina del paquete?
Lo que hizo el Presidente es ni más ni menos que profundizar
el modelo que desde 1996 hace agua. El insiste y lo abandonan el radicalismo
y el Frepaso. Se está quedando solo o mejor dicho se queda con
el establishment y con un sector minoritario de su partido. La verdad
que me sorprende que haya lanzado este tipo de plan sin el apoyo de la
Alianza. Realmente no se entiende.
Al tomar este tipo de iniciativas sin contar con el apoyo de la
Alianza, ¿De la Rúa se está suicidando?
No me atrevo a decir eso. Pero creo que perdió la marca.
Creo que el Presidente está groggy y lamento verlo así porque
ésta no es la salida. Mire, aún en el supuesto de tener
que coincidir con que es necesario hacer un ajuste, ésta no es
la forma de hacerlo ni el lugar donde hacerlo.
¿El Gobierno podría haber tomado otras medidas económicas?
Tal vez. Tal vez en lugar de implementar este plan se podrían
haber reinstalado los aportes patronales de la empresas de bienes no transables.
Hay medidas para tomar sin generar este malestar a la gente. Pero se prefiere
cortar por lo más delgado. Además hay que tener en cuenta
que el ministro López Murphy durante su discurso ni siquiera nombró
a las pequeñas y medianas empresas, que son las que generan empleo.
Esto demuestra cuál es la opción del Gobierno.
Hay sectores del justicialismo que ya manejan la posibilidad de
adelantar las elecciones presidenciales. ¿Qué opina al respecto?
Eso no sirve de nada. Acá hay que resolver quién es
la persona que gobierna: el presidente De la Rúa o el ministro
López Murphy. Al ministro nadie lo eligió para gobernar,
debe tener bien en claro que la economía es en realidad una ciencia
auxiliar de la política y no el eje del Gobierno.
Frente a esta crisis, ¿cuál es el rol que a su juicio,
debe jugar el PJ?
El justicialismo vive también un momento difícil.
No tiene sus problemas internos resueltos, pero lo concreto es que el
poder real reside en los gobernadores que deben juntarse para elaborar
una estrategia conjunta frente a la crisis que vive el gobierno de la
Alianza. Los legisladores, en tanto, deben apoyar esa conducción.
Pero sin duda, la crisis del Gobierno ha acelerado el proceso interno
que vive el justicialismo. Me refiero a que ya se habla de candidatos
presidenciales...
Se aceleran los tiempos porque hay ineptitud en el Gobierno y por
las decisiones que se toman. No puedo creer que el presidente De la Rúa
no sabía, por ejemplo, que su vicepresidente le iba a renunciar.
Cuando Chacho (Alvarez) se fue, el Presidente dijo compungido que no sabía
que ésa iba a ser su actitud. Ahora no puede decir que no sabía
que los ministros del Frepaso o (el de Educación Hugo) Juri, que
además es su amigo, renunciarían si se aplicaba este plan
económico. El Presidente no habla, se aísla. Y así
no se hace política.
Usted habla de estrategia conjunta, pero Carlos Ruckauf le advirtió
al Presidente que tiene 48 horas para rectificar el rumbo económico.
¿Comparte esa posición?
No sé... No creo que el Presidente esté dispuesto
a dar marcha atrás. No sería lógico, en todo caso
es más seguro que espere que el Congreso les rechace las medidas.
No imagino al Presidente jugado con este planeconómico y luego
dando marcha atrás. No me parece, un Presidente serio no lo hace.
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